Rodrigo Escobar Espí­nola, miembro del Tribunal de Cuentas, Primera Sala, quien se postula para el cargo de ministro de la máxima instancia judicial, fue blanco de varias denuncias por irregularidades y hasta maltrato.

Los cuestionamientos a su ges­tión son una constante, por lo que su candidatura para el alto cargo es bastante criticada.

Escobar, más conocido por sus oscuros antecedentes que por buena gestión, tiene denuncias de todo tipo en su haber. Una de ellas data del 2010, cuando se lo señalaba como uno de los responsables de que un homi­cidio quedara impune debido a su grosera actuación dilatoria.

Otra denuncia contra el postulante es por “fabricar docu­mentos de contenido falso” y ya en el 2010 cuando se can­didataba para el mismo cargo saltó el caso. El cuestionado candidato supuestamente pre­sentó un documento de conte­nido falso para conseguir que la Corte le nombre una asis­tente “de confianza”.

Inclusive el Colegio de Aboga­dos de Paraguarí, zona del país donde Escobar se desempeñó como presidente de la Circuns­cripción Judicial, lo denunció en su momento por cobro irre­gular de salarios. Cuando era juez en lo Civil, Laboral y de la Niñez y la Adolescencia de Paraguarí, en el 2003, uno de sus funcionarios lo denunció por maltrato ante el Consejo de Superintendencia de la Corte.

De hecho que al aventajado candidato lo recuerdan aboga­dos del noveno departamento como una persona prepotente.

Su traslado de la X Circuns­cripción Judicial de Para­guarí, que se dio a principios del 2010, fue celebrado hasta con explosión de petardos por abogados, funcionarios judi­ciales y sus mismos colegas en las afueras del local. En el 2012 fue absuelto por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados junto con otros seis camaristas luego de una acusación por mal desem­peño de funciones.

Es que los magistrados, en cali­dad de miembros de la Corte, habían revocado un fallo del Jurado por el cual se removió del cargo a la ex jueza electoral Teresita Escobar, por cobro de doble salario, según trascen­dió. El Jurado, en este caso, aplicó “la duda razonable” y, por ende, la presunción de ino­cencia a favor de los camaristas.

Como Escobar era muy cuestionado en su gestión en la Circuns­cripción Judicial de Paraguarí, pero seguía aferrado al cargo, enton­ces consiguió una constancia de “buena conducta” para continuar en su puesto. El reconocimiento había sido concedido por el inten­dente de dicha ciudad. Sin embargo, surgieron varios cuestiona­mientos en contra que el propio jefe comunal le pidió que devuelva el certificado. El gremio de abogados de Paraguarí se había levan­tado en contra del reconocimiento de méritos a Escobar, alegando que no correspondía y el contenido “faltaba a la verdad”, según trascendió en el 2010, poco después de que el mismo dejara el cargo de presidente de la circunscripción de este departamento.