El ministro del Interior, Euclides Acevedo, manifestó que luchar contra la delincuencia no es muy fácil porque hay que frenar las causas del delito, que son la pobreza, la ignorancia y la marginalidad en el país. Indicó que es el compromiso y desafío de este año, además de encender en los ciudadanos una conciencia cívica de que es compromiso de todos.
El abogado habló durante una extensa entrevista ayer en la radio Universo 970 AM de lo que implica el trabajo de seguridad en nuestro país y sobre los desafíos que se pusieron para este nuevo año 2020. Reconoció que la lucha no es fácil e implica una conciencia cívica, una lucha frontal a la pobreza, la ignorancia y la marginalidad en nuestro país porque, según él, es ahí donde se originan las causas del delito. “Aquí no se trata de apagar incendios, aquí se trata de evitar que se produzcan los incendios”, expresó.
Apuntó que “no es muy fácil la cosa porque el delito es inevitable, lo que tenemos que combatir son las causas del delito, que son la pobreza, la ignorancia, el hacinamiento de la marginalidad producida por una forma irregular de urbanización y eso es un tema que tiene que abordarse con todas las instituciones”, instó durante una entrevista en la 970 AM.
Indicó además que el desafío de este año y de todos los días es reducir la inseguridad o por lo menos la sensación en el país y encender en los ciudadanos una conciencia cívica. “Ese es el compromiso y desafío de este año, de todos los días, la lucha contra la delincuencia y más que eso la tarea de encender en los ciudadanos una conciencia cívica que ha sido abandonada por mucho tiempo”, refirió.
Sostuvo que el compromiso es de todos porque el “Estado es de todos y el Gobierno solo lo administra y lo hace por un tiempo establecido en la Constitución Nacional”. Mencionó también que existen ciudades que han reducido su sensación de inseguridad trabajando coordinadamente entre sociedad-Estado o comunidad-municipalidad-autoridades.
REFORMA
Por otra parte, Acevedo indicó que insistirán en una reforma para la Policía Nacional y en mejorar la calidad educativa de cada efectivo policial. “Si nosotros queremos trasformar la Policía como una agencia de servicio público, una policía al servicio de la ciudadanía y si queremos finalmente una sociedad emancipada vamos a tener que recurrir únicamente a una educación liberadora y eso significa acceso al conocimiento, información copiosa y fuerte resonancia ética”, sentenció.