El catedrático, experto en relaciones de poder, expresó que el Brasil pretende convertirse en un árbitro jurídico de la región.
- POR VÍCTOR CANO PIRIS
- victor.cano@gruponacion.com.py
Francisco Durand Arp Nissen, PhD en Ciencias Políticas y Economía Política por la Universidad de Berkeley, California (EEUU), desarrolló una lectura de la coyuntura regional referente a la “internacionalización de la justicia brasileña” y las ramificaciones de la Operación Lava Jato en el Brasil. “En ninguno de los casos investigados, en el caso Odebrecht en el Perú, la justicia brasileña ha pedido la extradición de un presidente peruano”, dijo Durand, quien escribió varios libros sobre el caso de lavado de dinero en el Perú.
Durand explicó la situación de los ex mandatarios peruanos que son investigados como parte de la ramificación de las operaciones en el Perú. Citó a los afectados Alejandro Toledo (investigado, refugiado y encarcelado en EEUU), Alan García (estaba siendo investigado y antes de dictarse sentencia se suicidó), Ollanta Humala (ha estado en prisión preventiva, fue liberado y continúa siendo investigado) y Pedro Pablo Kuczynski (con prisión preventiva, pero domiciliar). “En ninguno de los casos hubo pedido de extradición por parte de la justicia brasileña”, aseveró.
Durand sostuvo que lo que ha sucedido en el Perú es un caso excepcional comparado con los países de América Latina, ya que los órganos de justicia internos han funcionado parcialmente bien. “Hubo acuerdo de cooperación judicial entre la fiscalía peruana y la fiscalía brasileña. Interroga (fiscalía peruana) a Marcelo Odebrecht y a su gerente en el Perú, Jorge Barata, bajo ese acuerdo. Ha sido uno de los países en usar más intensamente esta forma de colaboración internacional”. Este acuerdo de cooperación permitió que los presidentes sean investigados en el Perú y no en el Brasil, sentenció Durand.
“Aquí evidentemente hay un tema de justicia nacional y justicia internacional. Pero muy rara vez, un país vecino procesa al presidente de otro país; en este caso Brasil investiga a Paraguay”, significó el catedrático, quien reside en EEUU. Durand aseveró que esto es lo que se podría denominar como “internacionalización de la justicia brasileña”.
Expresó que hay antecedentes de este tipo, no en casos de corrupción, pero sí en casos de narcotráfico. “Es decir, que el crimen no se ha cometido en el país que aplica la justicia, pero tiene un impacto, como fue el caso de Manuel Antonio Noriega de Panamá (1989). En esa situación, la Corte de EEUU declaró que puede aplicar extraterritorialmente la Constitución. Es una interpretación norteamericana de su justicia”.
ASIMETRÍA DE PODER
“Los dos casos son parecidos, solo en el sentido político del término. Esto funciona cuando un poder o una potencia, aprovechando la asimetría, presiona a un país que no tiene esas características y procede”.
Al referirse al caso puntual de Brasil y Paraguay, expresó que “la justicia internacional se aplica a partir de grandes potencias sobre pequeños países. Es decir, sobre la base de una asimetría de poder. Obviamente hay una asimetría muy fuerte entre Brasil y Paraguay”.
El profesor Durand ahondó en las relaciones de poder existentes entre los dos países al mencionar que “hay otro elemento que se ha utilizado en el caso de EEUU y otros países: es que en el país pequeño o menos desarrollado o dependiente, el sistema de justicia no funciona. Es un supuesto de ellos. Obviamente, un supuesto no probado. Entonces, como el sistema no funciona, la única manera de hacer justicia es que el país grande proceda a hacer estas investigaciones e intentar procesarlas fuera de su país de origen”.
DESTINO MANIFIESTO
En ese sentido, puso énfasis sobre la versión brasileña de la doctrina norteamericana del Destino Manifiesto (Manifest Destiny). “Eso evoluciona hacia la parte jurídica, en esa dirección. He enseñado varios años aquí en Estados Unidos sobre relaciones con América Latina, sobre el Destino Manifiesto, que sigue guiando la política norteamericana”. Explicó que es uno de los pilares de la Doctrina Monroe. “Recientemente, Donald Trump mencionó que la Doctrina Monroe sigue inspirando a los Estados Unidos como cuando quiso organizar una salida del presidente Maduro”.
“Brasil, a su modo, tiene su ‘Destino Manifiesto’. Brasil es un caso excepcional en América Latina por varias razones. En primer lugar, porque es la única colonia portuguesa en América Latina. En segundo lugar, por su tamaño. En tercer lugar, porque en este gran territorio ha habido y sigue habiendo una expansión hacia el oeste. En el caso de Brasil, aún no ha terminado. A partir de algún momento del siglo XX, durante las dictaduras militares del 64 al 83, tanto los empresarios, la clase política, como los estrategas de seguridad nacional del Brasil, elaboraron una doctrina brasileña de ‘Brasil Potencia’”, explicó añadiendo que eso no solo tiene planes específicos de expansión, sino también un elemento ideológico de convencer a su propio pueblo de que su destino es ser una gran potencia.
ÁRBITRO JURÍDICO
“Dentro de esta mentalidad y dentro de esos programas y políticas, se enmarca bien esta iniciativa judicial brasileña de convertirse, digamos, en el árbitro jurídico. Es una interpretación muy próxima de los hechos. Hay elementos de coyuntura con el gobierno de Jair Bolsonaro y del ex juez Sergio Moro en particular porque necesitan nuevos casos, casos que demuestren que siguen siendo los justicieros. Esto no lo harían con Argentina porque sería una declaración de guerra”, concluyó.
PERFIL
FRANCISCO DURAND ARP NISSEN
Profesión: Sociólogo.
Ocupación: Catedrático Pontificia Universidad Católica del Perú.
Formación: PhD en Ciencias Políticas y Economía Política, Universidad de Berkeley, California (EEUU).
Áreas de investigación: Grupos de poder, mercados informales y desarrollo institucional.
Publicaciones: Odebrecht: La empresa que capturaba gobiernos; Poder político y gobierno minero; La mano invisible en el Estado; Poder Empresarial y sociedad civil.