Israel. AFP.
Benjamin Netanyahu está bien perfilado en el escrutinio de las elecciones celebradas ayer en todo Israel. Con poco más del 20% del escrutinio de sufragios, el actual premier israelí sacaba una pequeña, pero suficiente ventaja para formar gobierno, que sería el cuarto de manera consecutiva. El partido Likud de Netanyahu tenía cerca de 4 puntos de margen sobre la coalición de centro denominada Azul y Blanco, que encabeza Benny Gantz. El Comité Central Electoral informó que el partido del primer ministro obtendría el 29,15% de los sufragios contra un 25,27% que logran sus rivales del centro.
Estos números parciales, pero oficiales, contradicen los sondeos de pie de urna. Más temprano, según los sondeos publicados por las distintas encuestadoras encargadas por los medios de comunicación, el Likud (derecha) de Netanyahu obtuvo, según los sondeos de boca de urna, entre 33 y 36 escaños en el Parlamento; mientras la lista Azul y Blanco de Gantz 36-37. Pero el número de escaños de los partidos con los que Netanyahu podría formar una coalición es mucho mayor que el de Gantz, según dos de los sondeos. Ambos están lejos de quedarse con la mayoría absoluta (61 de 120) y tendrán que aliarse con otras formaciones para gobernar.
“El bloque de derecha liderado por Likud obtuvo una clara victoria”, dijo Netanyahu, citando la formación de un gobierno en la noche. Por otro lado, su rival Benny Gantz exclamó: “¡Ganamos!”, y afirmó que “estas elecciones tienen un claro ganador y un claro perdedor”.
Antes de estas declaraciones, Netanyahu aparecía mejor posicionado para formar un gobierno de coalición según sondeos, pero los primeros boletines oficiales se esperan después de la medianoche (a partir de las 21:00 GMT del martes). Más de 6,3 millones de electores fueron convocados el martes para elegir a los 120 diputados que los representarán en el Knéset y decidir si Benjamin Netanyahu continuará su largo mandato o si llegó la hora del cambio con el ex militar Benny Gantz, candidato por primera vez.