El ministro de Salud Pública, Julio Mazzoleni, cuestionó al ahora ex superintendente de Salud Jorge Rodas, quien un día antes había ordenado clausurar los pasillos de Urgencias del Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS), que se utilizaban como sitio de atención de los pacientes del nosocomio. Como Rodas se ratificó en la correspondencia de la medida y dijo que no renunciará, su superior lo desplazó de la función.
El caso tomó pronta notoriedad en la opinión pública. Ayer, Rodas explicó en conferencia de prensa que fue recibido por Mazzoleni en su oficina para expresar su postura a la renuncia que este le solicitó la noche anterior a través de un simple mensaje vía WhatsApp.
“Le solicité encarecidamente que él tenga la bondad de separarme del cargo, yo no quiero presentar la renuncia porque sería un hecho de cobardía huir de situaciones difíciles, entonces es una recomendación que me hizo mi familia de modo a que él me convocó para esta tarea”, expresó Rodas a este diario.
Dijo tomar “con tranquilidad” su destitución porque cumplió con su labor de contralor de la salud. Expresó que con esto se abre un debate de los servicios que ofrece la previsional y lo que realmente cumple.
En otras declaraciones, subrayó que él fue nombrado tras haberle presentado un proyecto al presidente de la República para crear un estamento de control en los hospitales públicos y privados. Sobre los graves problemas en salud pública, dijo que solicitó declarar emergencia sanitaria en Asunción y Central, lo cual finalmente no ocurrió.
Además, elevó otro informe al ministro Mazzoleni sobre el grave estado del Hospital Barrio Obrero, de manera a que se realice una auditoría contable y administrativa, atendiendo la estructura de la sede. Sostuvo que este centro médico se encuentra con graves falencias, las cuales incluso hacen que no se pueda prestar un buen servicio e incluso recomendó el cierre parcial del mismo.