París, Francia. AFP.- Nueve años después, Juan Martín Del Potro está de nuevo en semifinales de Roland Garros, un renacimiento impensable en 2016, cuando el argentino volvió a agarrar la raqueta luego de tres operaciones en su muñeca izquierda. Tendrá ahora una prueba de fuego el viernes ante el número 1 del mundo, Rafa Nadal.
Consciente de lo logrado, las lágrimas asomaron este jueves a los ojos del gigante de Tandil (1,98 metros) sobre la tierra batida de la pista Suzanne Lenglen al sellar su victoria ante el croata Marin Cilic, N.4 del mundo, por 7-6 (7/5), 5-7, 6-3, 7-5.
“Fui operado en tres ocasiones de la muñeca (izquierda)... Estuve a punto de dejar el tenis. No tengo palabras para describir este momento”, afirmó un emocionado Del Potro.
Cuando comenzó la temporada de 2016, luego de someterse a tres intervenciones quirúrgicas en 15 meses (entre marzo de 2014 y junio de 2015), Del Potro deambulaba por debajo del puesto 1000 del mundo.
En aquel momento la retirada fue una opción que pasó por su cabeza. “Dios sabe por qué razón no llegué a abandonar. Lo intenté y lo intenté, día tras día, encontrar una solución a mis problemas de muñeca. Y acabé lográndolo”, confesó.
“Pero evidentemente no esperaba alcanzar las semifinales de Grand Slam y regresar al Top-5 después de todas mis lesiones. Los momentos más difíciles de mi vida son pasado ahora”, prosiguió el antiguo número 4 del mundo, que ya se había operado la muñeca derecha en 2010.
De vuelta a la competición en febrero de 2016, Del Potro fue ascendiendo escalones en la jerarquía del tenis mundial.
Dio su primer golpe sobre la mesa seis meses después en los Juegos Olímpicos de Rio, donde se colgó una medalla de plata luego de dejar en el camino a víctimas como Novak Djokovic o Rafa Nadal.
La final perdida ante Andy Murray no le impidió subir por segunda ocasión a un podio olímpico, luego de Londres-2012.
Cuartofinalista en el Abierto de Estados Unidos, ya estaba entre los 40 mejores del mundo al acabar la temporada.
A finales de noviembre se convirtió en héroe en Argentina, logrando la primera Copa Davis para su país.
Ante Croacia sumó un primer punto al derrotar a Ivo Karlovic, en un maratoniano partido a cinco sets, y mandó la final al quinto partido al derrotar a Marin Cilic.
Regresó en 2017 a Roland Garros luego de haber faltado los cuatro años anteriores, el primero de ellos por problemas respiratorios. Su tope fue la tercera ronda.
Su punto álgido de la temporada lo alcanzó en el Abierto de Estados Unidos al derrotar a Federer en cuartos, divisando desde entonces las puertas del Top-10.
- En el Top-5 desde el lunes -
El 2018 marca su instalación definitiva en la élite, con títulos en Acapulco y en Indian Wells (su primer Masters 1000).
En Miami llega a semifinales y decide tomarse un descanso luego de los esfuerzos en superficie dura.
‘Delpo’ no supo hasta el último momento si podría participar en este Roland Garros debido a una lesión en el aductor izquierdo producida en Roma.
“Llegué aquí sin grandes expectativas, sólo a ver cómo se comportaba mi cuerpo partido tras partido”, reconoció.
Por el momento todo va bien para un tenista que sufre sobremanera sobre arcilla, una superficie en la que perdió sus dos partidos precedentes ante Nadal.
“Rafa creo que sólo perdió dos partidos aquí, por el juego que tiene, porque es el número 1, porque es imbatible”, declaró Del Potro para justificar el favoritismo de Nadal en el choque del viernes.
Pase lo que pase, Del Potro volverá el lunes a ser uno de los cinco mejores tenistas del mundo, algo de lo que no presumía desde 2014.