El circuito asume con nostalgia la despedida de Crandon Park Tennis Center, un entorno paradisíaco rodeado de palmeras, sol y playa, ubicado en uno de los cayos del sur de Estados Unidos, Key Biscayne. Y este torneo será la última vez que el Miami Open se celebre en el mismo escenario que lo ha hecho en las últimas 32 ediciones.
“No conozco el nuevo sitio, pero creo que los jugadores y toda la gente que ha venido durante tantos años vamos a extrañar este lugar”, confiesa Juan Martín del Potro, que tiene su mejor resultado en la edición de 2009 cuando pisó las semifinales. “El torneo de Cayo Vizcaíno va a ser muy recordado y especial para mí”.
Y es que Del Potro asegura sentirse como en casa en un torneo en el que, a pesar lejos de su país, siempre se encuentra rodeado del apoyo de sus compatriotas. “Me gusta ver a los aficionados argentinos alrededor de las pistas, gente latinoamericana también y hay grandes facilidades para los jugadores, así que todo eso lo hace un bueno torneo”.
Cuando el próximo lunes 2 de abril, después de la final de esta edición, comiencen a desmontarse los stands, marquesinas y restaurantes que rodean al estadio central con capacidad para 13.800 espectadores, el torneo se trasladará a partir de 2019 al Hard Rock Stadium. “Como todo cambio, tal vez lleve un poco de tiempo adaptarse a algo nuevo, pero seguro que tendrá más cosas positivas”, sentencia el No. 6 del Ranking ATP.
“Creo que el crecimiento y la evolución en general es algo positivo. En lo que se refiere a los torneos de tenis, a lo que queremos para este deporte, creo que algo bueno. Tengo grandes recuerdos y éxitos en este torneo y buenos momentos en esta isla”, añade Novak Djokovic, campeón en seis ocasiones.
Otro de los jugadores que guarda en su álbum de recuerdos momentos imborrables en su carrera es David Ferrer. “Tengo grandes recuerdos aquí. En 2005 hice mi primera final en un ATP Masters 1000 (p. con Rafael Nadal). Es un torneo que he jugado siempre muy bien, llegando con frecuencia a cuartos de final, semifinales e incluso esa final donde estuve a un punto de ganar”, analiza sobre su rendimiento en Miami.
En 2013 se quedó a las puertas del título en Crandon Park, después de que el ojo de halcón confirmase con punto de partido a favor que el tiro de Murray, su rival en la final, había sido bueno. “Cuando pienso en una final y me viene a la cabeza la de Miami me entra un poco de angustia por lo cerca que estuve”, asegura el español. “Es muy difícil conseguir un ATP Masters 1000 y hubiera sido muy especial en Miami que es muy latino”.
Antes de instalarse en Crandon Park, el torneo pasó por Delray Beach y Boca Ratón en los primeros años. Su fundador Butch Buchholz acabó instalándolo más tarde en Cayo Vizcaíno a partir de 1987.
Y Dimitrov tampoco esconde sus sentimientos hacia un lugar en el que fue finalista en la Orange Bowl en 2007 (sub 18). “Tuve una de mis primeras grandes victorias aquí. Siento que hay mucha historia. También paso mucho tiempo de pretemporada aquí. Lo conozco bien, es algo que me hace sentir como en casa”, apostilla el búlgaro. Fuente: ATPtour.com.