Gremio de Porto Alegre, con el delantero Lucas Barrios entre las figuras principales, ganó la Copa Libertadores de América con un ‘jogo bonito’ que últimamente no se prodiga en los clubes brasileños.

El equipo gaúcho quiere transportar ese juego al Mundial de Clubes, donde debuta este martes (14:00) en semifinales contra el Pachuca mexicano. La otra semifinal la disputan el miércoles el local Al-Jazira y Real Madrid.

En ese ‘jogo bonito’ sobresalieron dos mediocampistas, Luan, de 24 años, y Arthur, de 21, aunque éste último se perdió el Mundial debido a une lesión en el tobillo que sufrió en la final de la Libertadores contra Lanús.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

En ese mismo partido, Luan destacó con un gol maradoniano, en que se deshizo de cuantos rivales le salieron al paso.

Renato Gaúcho, el entrenador del Gremio, que ganó la Libertadores como jugador y como técnico del club, y que afirmó ser merecedor de una estatua en la ciudad, presume de un juego atractivo. “Jugamos un fútbol bonito. Para mí el mejor de Brasil y Luan es el mejor jugador que hay ahora en el fútbol brasileño”, dijo.

Ese juego atractivo, hizo que Luan y Arthur sean seguidos por varios clubes europeos y parece difícil que Gremio pueda conservar a los dos en enero.

Desde el club brasileño, afirman sin embargo que el ‘jogo bonito’ no es un fin en sí mismo en la entidad, sino ganar, y que el espectáculo llegó condicionado por una serie de jugadores de grandes condiciones técnicas que salieron en el club.

“No creo que el ‘jogo bonito’ sea un fin que estamos buscando. Todos los equipos en Brasil quieren jugar bonito. Lo que sucede en Gremio es que en los últimos dos años tuvimos una gran cantidad de jugadores con una enorme calidad técnica y mentalmente muy fuertes para poder mantener el nivel alto que estamos jugando”, explica el director deportivo del Gremio, André Zanotta.

“Otro punto es que nuestro entrenador, Renato Gaúcho, viene de una generación de jugadores que jugaban de esta manera, encantando a los hinchas, además de tener una gran identificación con el club. Eso hace que los jugadores jueguen de la misma manera, seamos locales o visitantes”, añade.

“Por último, pienso que en la parte administrativa estamos trabajando en todos los detalles para que los jugadores puedan estar enfocados únicamente en jugar el mejor fútbol que saben, sin preocupaciones en otros temas, financieros principalmente, como ocurre en muchos clubes en Brasil”, concluye.

Lucas Barrios está anunciado de titular para el partido de esta tarde. Foto: Prensa Gremio/Lucas Uebel.

Competir, más que jugar bien

La visión de Zanotta es compartida en otros estamentos del club.

“El ‘jogo bonito’ no es un fin en sí mismo, sino una consecuencia de un equipo con un gran valor técnico”, explica uno de los vicepresidentes del club, Marcos Bier Herrmann.

“Nuestro objetivo principal era organizarnos como un club sólido y a partir de ahí, competitivo. Como tradicionalmente tenemos una buena cantera, se dio la química exacta para que al mando del entrenador y de la comisión técnica lográsemos mezclar jugadores de mucho talento”, añade.

“A partir de ahí, el juego comenzó a fluir con naturalidad. Y el ‘jogo bonito’ vino como consecuencia de las virtudes técnicas y de la confianza adquirida. Pero no creo que tengamos obsesión por jugar bien, sino por competir”, se extiende Bier Herrmann.

El vicepresidente, además del buen juego de Gremio, defiende la grandeza del club gaúcho.

“Gremio tiene la quinta o sexta mayor hinchada de Brasil, con uno siete u ocho millones de fanáticos. Es la más numerosa hinchada de un club fuera del eje Rio-Sao Paulo. Y tiene probablemente el estadio más moderno y bonito de Brasil, con 56.000 asientos”, explica.

Gremio quiere aumentar esa grandeza, logrando su segundo título mundial, tras el conseguido en 1983 cuando se trataba de la Copa Intercontinental, en que derrotó al Hamburgo por 2-0, con un doblete de Renato Gaúcho.

Déjanos tus comentarios en Voiz