Mónaco, Principado de Mónaco | AFP, por Keyvan NARAGHI.
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) mantuvo la suspensión a Rusia impuesta en noviembre de 2015 a causa de un sistema de dopaje institucionalizado, a unos días de la reunión crucial que mantendrá la Comisión ejecutiva del Comité Olímpico Internacional, que debe decidir la participación de Rusia en los Juegos de Invierno de 2018.
Las malas noticias se acumulan para los deportistas rusos. Diez días después de una sentencia de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) que prohibía el levantamiento de la suspensión a la Agencia Rusa Antidopaje (Rusada), es ahora el atletismo el que recibió una nueva tarjeta roja.
La Comisión ejecutiva del Comité Olímpico Internacional debe decidir del 5 al 7 de diciembre en Lausana si abre o no las puertas de Pyeongchang a Rusia, pero el veredicto dictado por unanimidad por la IAAF no presagia una resolución favorable a sus intereses.
“Algunas de las condiciones para la rehabilitación de Rusia fueron cumplidas, pero otros criterios aún no, como la rehabilitación de la Agencia Antidopaje rusa como agencia antidopaje independiente y el reconocimiento por las autoridades rusas de las conclusiones del Informe McLaren de un dopaje institucionalizado (...). Mientras no se admita lo que ocurrió, no estaremos convencidos de que no volverá a pasar”, declaró Rune Andersen, presidente del grupo independiente implantado por la IAAF para verificar los progresos de Rusia en la lucha antidopaje.
Aunque Andersen alabó el “profesionalismo” del nuevo presidente de la Federación rusa, Dmitry Shlyakhtin, por “eliminar la cultura ancestral del dopaje en el atletismo ruso”, no fue suficiente para su perdón.
- “Ser coherentes” -
La próxima reunión del Consejo de la IAAF no tendrá lugar antes del Mundial de 2018 en pista cubierta (1-4 de marzo en Birmingham), por lo que los rusos no podrán participar en esta competición, como tampoco lo hicieron en los Juegos de Rio ni en el Mundial de Londres.
El atletismo ruso no está presente en las competiciones desde noviembre de 2015. Algunos atletas rusos han podido competir bajo bandera neutral en casos muy concretos. En el último Mundial, 19 atletas pudieron competir cumpliendo una serie de requisitos.
La IAAF abrió la puerta a los atletas que pudiesen demostrar que sus métodos de entrenamiento no tenían que ver con el sistema de dopaje generalizado. Uno de los criterios es que su nombre no figurase en el informe McLaren.
También son obligatorios los reanálisis de las muestras del Mundial de Pekín-2015.
“Hubo que ser coherentes con nuestro enfoque”, explicó el presidente de la IAAF, Sebastian Coe. “Siempre hemos avalado las recomendaciones de nuestra Task Force (grupo independiente). A la vista de las circunstancias y de los criterios no respetados hemos tenido que tomar esta decisión. Nos encantaría readmitir a los atletas rusos pero es necesario que se cumplan las condiciones”, añadió el dirigente del atletismo.
El próximo episodio de la novela del dopaje ruso tendrá lugar en Lausana. Queda por saber si el COI, hasta ahora reticente a una sanción colectiva, se atreverá a seguir el ejemplo del atletismo.