Cardiff, Reino Unido | AFP |

Como si se quedara sin aire cuando alcanza la cumbre de la montaña, la Juventus de Turín volvió a fracasar en una final de la Liga de Campeones, el sábado al caer 4-1 ante el Real Madrid, y ha perdido en siete de las nueve ocasiones en las que llegó al último partido del torneo.

Los datos son todavía más alarmantes cuando se tiene en cuenta que la 'Juve' perdió en las cinco últimas ocasiones en las que alcanzó la final (1997, 1998, 2003, 2015, 2017).

Únicamente pudo levantar la 'Orejona' en 1985, en la final tristemente recordada por la muerte de 39 personas en una avalancha en el estadio de Heysel en Bruselas, y en 1996, que continuará siendo su último título de campeón de Europa.

Si el Real Madrid acostumbra a no fallar cuando llega a la final, con la 'Vecchia Signora' todo es muy diferente.

Si hubieran tenido más fortuna y acierto en las finales, la 'Juve' podría ser uno de los equipos más destacados del palmarés, incluso por encima de los cinco títulos de gigantes como el Bayern Munich o el Barcelona, pero con sus dos coronas está sin embargo al nivel del Nottingham Forest, el Porto o el Benfica.

¿Pero qué le faltó a esta Juventus de 2017 para romper el maleficio?

"Suerte", respondió su entrenador, Massimiliano Allegri, que destacó el magnífico primer tiempo de la Juventus, que sin embargo sólo pudo terminarlo con empate 1-1.

Después, en la segunda, el Real Madrid fue muy superior.

Otra de las claves pudo estar en la falta de experiencia. Pese a tener una media de edad de más de treinta años en el once titular de la final, la Juventus no está tan acostumbrada a las grandes noches europeas como puede estarlo el Real Madrid, que se mueve por ellas como pez en el agua.

"Una final es importante jugarla. Tras una primera parte muy bonita, en la segunda el Real Madrid aceleró y nos quedamos atrás, por lo que en un cuarto de hora perdimos todo", analizó Allegri. "El Real tiene jugadores que disputaron cuatro o cinco finales, la Juventus no tiene esa experiencia", insistió.

"Pensábamos que éramos lo suficientemente fuertes para ganar el partido. No puedo explicarme cómo jugamos así en el segundo tiempo", señaló por su parte el arquero Gianluigi Buffon. "El Real Madrid merece su victoria por la segunda parte. Mostró clase y tuvo la actitud necesaria para este tipo de partidos", sentenció desde la sabiduría de sus 39 años.

Hubo jugadores de la Juventus que estuvieron casi desaparecidos el sábado en Cardiff.

Se esperaba más por ejemplo del argentino Paulo Dybala, que en cuartos de final había sido clave para derribar al Barcelona, pero también de su compatriota Gonzalo Higuaín, protagonista contra el Mónaco en semifinales y la gran incorporación de este curso en el plantel bianconero.

"Dybala jugaba su primera final. La presión mental era fuerte", estimó Allegri tras un partido en el que la Juventus recibió más goles (4) que en todo el resto de la competición (3).

Pese a la derrota, la generación de Leonardo Bonucci (30 años), Andrea Barzagli (36 años) y Giorgio Chiellini (32 años) consiguió devolver a la Juventus al mapa del fútbol, con su segunda final de Champions en tres años, pese a que las dos terminaron con derrota.

Ese trío defensivo es uno de los grandes puntos de apoyo de un equipo que en Italia es el gran dominador -seis títulos de Serie A consecutivos-, pero que todavía tiene Europa como su obsesión. Por la edad de esos pesos pesados, además de por los 39 años de Buffon, muchos ven cerca el final del ciclo, pero los protagonistas se resisten.

"La Juve no llegó a un final de ciclo", aseguró Allegri el sábado. "Buffon y Barzagli estarán ahí la próxima temporada y todavía tienen mucho por dar. Si contamos con refuerzos de algunos jugadores podremos luchar para ganar el próximo año", prometió Allegri.