Adam Satariano
Londres
Amazon enfrenta una investigación cada vez más amplia en Europa respecto de un probable uso injusto de datos recabados sobre vendedores externos que dependen de su plataforma, la medida más reciente de los reguladores de todo el mundo para frenar el poder en crecimiento de las grandes empresas tecnológicas.
El 17 de julio, la máxima autoridad regulatoria de la Unión Europea señaló que había abierto una investigación formal antimonopólica para saber si Amazon estaba usando datos de terceros a fin de promover sus propios productos a expensas de otros minoristas. Un día antes, legisladores en Washington criticaron con dureza a representantes de Amazon, Apple, Facebook y Google por el dominio del mercado que tienen las empresas.
El anuncio, por parte de la Comisión Europea, el poder ejecutivo del bloque, es un paso más en una investigación sobre las prácticas empresariales de Amazon que fue descrita como “preliminar” en setiembre. No hay una fecha límite establecida para que concluya la investigación y podría durar años.
Los reguladores afirmaron que estaban examinando si Amazon perjudicaba a la competencia al abusar de su papel dual como minorista que vende sus propios productos y como un mercado donde otros comerciantes venden productos.
INFORMACIÓN ES PODER
“El comercio electrónico ha estimulado la competencia entre minoristas y ha generado mejores opciones y precios”, comentó Margrethe Vestager, la comisionada encargada del tema de competencia en Europa. “Necesitamos garantizar que esas enormes plataformas en línea no eliminen esos beneficios con un comportamiento anticompetitivo”.
En un comunicado, Amazon mencionó: “Cooperaremos por completo con la Comisión Europea y seguiremos trabajando con ahínco para respaldar los negocios de todos los tamaños y ayudarles a crecer”.
La investigación destaca la creciente importancia de la información para medir el poder de las plataformas tecnológicas. Reguladores en Washington y Europa están analizando más de cerca si los métodos que usan las empresas como Amazon, Facebook y Google para recolectar y acaparar datos les da una ventaja injusta sobre rivales que no tienen un acceso similar al mismo tipo de datos.
Europa ha estado en la vanguardia de la regulación a la industria tecnológica en temas como las reglas antimonopólicas, la evasión de impuestos, la protección de la privacidad y la propagación del discurso de odio y otros contenidos dañinos. En los últimos dos años, Google ha sido multado tres veces por prácticas empresariales anticompetitivas, sanciones equivalentes a más de 9.000 millones de dólares en total. En el 2016, Apple recibió la orden de pagar unos 14.600 millones de dólares por beneficios fiscales injustos que recibió en Irlanda.
PRINCIPAL ESCAPARATE
La investigación anunciada el 17 de julio podría generar multas para Amazon o exigencias para que cambie sus prácticas empresariales. También se podría llegar a un convenio o se podría desestimar el caso.
Los investigadores europeos también están en las primeras etapas de una investigación antimonopólica que involucra a Facebook, de acuerdo con una persona familiarizada con la indagación.
La investigación a las prácticas de Amazon muestra qué tanto las autoridades europeas han agudizado su mira hacia empresas que ofrecen plataformas de las que dependen otros negocios para llegar a los clientes. El sitio web de Amazon es el principal escaparate para muchos vendedores externos, además de la cantidad significativa de ellos que pagan una cuota a fin de almacenar sus productos en las bodegas de la empresa y usar su red de entregas para enviar productos.
Sin embargo, desde hace tiempo, los vendedores externos han sospechado que, si Amazon se percata de que un producto particular se vende bien, produce su propia versión… y lo ofrece a un precio menor.
TARDAN DEMASIADO
“Si se descubre que plataformas poderosas como Amazon usan los datos que recaban para sacar ventaja sobre sus competidores, tanto los consumidores como el mercado pagan el precio”, mencionó Johannes Kleis, un vocero de la Oficina Europea de Uniones de Consumidores, una agrupación en pro de los derechos del consumidor con sede en Bruselas.
En Europa, Apple enfrenta quejas de Spotify y otras empresas por los términos que les exige a quienes venden mediante su App Store.
Aunque Europa ha sido el regulador de la industria tecnológica más agresivo del mundo, sus críticos aseguran que las investigaciones tardan demasiado y no han producido cambios significativos en las prácticas de las empresas. Una investigación antimonopólica que fue el resultado de quejas que acusaban a Google de favorecer sus propios servicios en los resultados del motor de búsqueda tardó casi siete años en finalizar. La participación de mercado de la empresa creció de manera exponencial durante ese tiempo.
NUEVAS REGLAS
Los investigadores europeos afirmaron que su investigación sobre Amazon incluiría una revisión de los acuerdos que la empresa firmó con los vendedores y cómo ha sido capaz de analizar y usar los datos de los vendedores externos. Otro foco de la investigación será de qué manera Amazon elige los productos que están en su sección “Buy Box”, un espacio apreciado en el sitio web de la empresa donde los clientes dan clic para agregar artículos a su carrito de compras.
Amazon ya ha sido el objeto de las investigaciones de la Unión Europea. En el 2017, el bloque le ordenó pagar 250 millones de euros por ventajas fiscales ilegales que recibió de Luxemburgo, donde la empresa tiene sus oficinas centrales en Europa. El mismo año, Amazon accedió a cambiar los términos de sus contratos para libros electrónicos con editoriales a fin de resolver otra investigación antimonopólica.
Los reguladores en otros sitios también han investigado a Amazon. El 17 de julio, Alemania anunció que había sellado una disputa con la empresa por el trato que les daba a los vendedores externos. Como resultado, Amazon enfrentará nuevas reglas para saber cómo debe eliminar o bloquear vendedores externos de su sitio, y tendrá que cubrir más de los costos relacionados con los rendimientos y los reembolsos. El acuerdo también obliga a Amazon a aceptar una mayor responsabilidad legal en sus contratos con los vendedores. Los cambios tendrán validez a nivel mundial, de acuerdo con funcionarios alemanes.