- Por Michael J. De La Merced
Es probable que los inversionistas que tenían la esperanza de comprar una parte de Aramco, el gigante petrolero propiedad del gobierno de Arabia Saudita, tengan que tomarse su tiempo.
Aramco señaló que esperaba comenzar a cotizar en el mercado bursátil este año; no obstante, es probable que esto ocurra en el 2019, según tres personas que tienen conocimiento de los planes de la empresa. El retraso refleja las dificultades para establecer la que sería con facilidad la oferta pública inicial más grande de la historia.
La posible salida a la bolsa de la empresa, el centro de atención de un ambicioso ajuste económico que el príncipe Mohamed bin Salmán planea para Arabia Saudita, ha atraído el interés de inversionistas en todo el mundo, así como de los líderes políticos que esperaban que se listaran en la bolsa de valores de sus países.
En noviembre, el presidente Trump invitó por medio de Twitter a las autoridades sauditas a listar a Aramco en la Bolsa de Valores de Nueva York. Funcionarios del gobierno británico se reunieron con sus homólogos sauditas durante la visita que realizó el príncipe Mohamed al Reino Unido a inicios de marzo.
Aramco es uno de los productores de petróleo más grandes en el mundo, y una oferta pública inicial podría estar valuada por lo menos en varios miles de millones de dólares. Las autoridades sauditas indicaron de una manera no muy privada que esperaban que la empresa estuviera valuada en dos billones de dólares.
La empresa no solo ha sido la principal fuente de ingresos de Arabia Saudita (no había impuestos hasta hace muy poco tiempo), sino que también se ha utilizado de manera histórica para mover los precios del petróleo.
Sin embargo, sus finanzas no han sido transparentes, y tanto las bolsas de valores de Estados Unidos como la de Londres exigen transparencia y protección para los accionistas públicos. Además, aunque se rumora que algunas autoridades sauditas han favorecido la cotización en la Bolsa de Valores de Nueva York –entre las cuales supuestamente se encuentra el príncipe Mohamed–, otras personas involucradas en el proceso han señalado que tener presencia en Estados Unidos podría dejar al reino expuesto a demandas.
(David D. Kirkpatrick y Stanley Reed contribuyeron con el reportaje desde Londres y Andrew Ross Sorkin desde Nueva York).