MICHAEL J. DE LA MERCED

Pandora llegó temprano al negocio de la música en línea, presentando un servicio gratuito de radio por internet años antes de que Apple iniciara iTunes y disfrutando de un exitoso debut en bolsa.

Fue bonito mientras duró.

Cualquier ventaja que pudo haber tenido Pandora como pionera ya se redujo desde hace mucho, ya que sus rivales, en especial Spotify y Apple Music, se han convertido en las fuerzas dominantes de una industria en la que los hábitos del consumidor cambian tan rápido como las tablas de popularidad de Billboard.

Ahora, en un esfuerzo por ganar tiempo, Pandora encontró un socio que puede darle el dinero que tanto necesita y quizá, más adelante, convertirse en su nuevo propietario.

Al recibir una inversión por 480 millones de dólares de Sirius XM, proveedor de radio por satélite, Pandora consiguió una infusión vital de dinero, que necesita para cubrir sus gastos básicos. Y el trato le permitió a Sirius XM –controlada por el astuto magnate de los medios John Malone– convertirse en el principal candidato para algún día comprar a Pandora por completo.

“Con esta inversión tenemos el respaldo de uno de los inversionistas en medios más exitosos y un capital significativo para acelerar el crecimiento”, señaló en una declaración Tim Leiweke, director de Pandora.

O como dijera Mark Mulligan, analista de tecnología musical en Midia Research: “Esto le da a Pandora la oportunidad de pelear por estar en una buena posición para competir”.

Esta inversión es el acuerdo más reciente que sacude el mundo de la música en línea, industria que cada vez es más popular entre empresarios e inversionistas pero que ha resultado un pozo sin fondo financiero.

Pandora perdió 343 millones de dólares el año pasado, casi el triple de lo que perdió en el 2015. Y el primer trimestre de este año, su base mensual de escuchas activos se redujo a su nivel más bajo en dos años, 76,7 millones de usuarios.

Spotify, que le permite al usuario escuchar canciones específicas sobre pedido –además de estaciones temáticas como las de Pandora– ha recaudado miles de millones de dólares y se está preparando para hacer un poco convencional debut en la Bolsa de Valores de Nueva York este año.

Tidal, un servicio de música digital similar adquirido por Jay Z, vendió un interés a Sprint este año, pues sigue perdiendo dinero.

Amazon, Google y Apple también tienen productos de música digital y todos se enfrentan al mismo problema: pagar por los derechos de la música y la mercadotecnia ha resultado ser una propuesta muy cara.

Pandora fue particularmente lenta para adaptarse.

En los últimos años, el éxito de Spotify y Apple Music dejó en claro que los servicios a pedido, que permiten que los clientes elijan prácticamente cualquier canción para escucharla en cualquier momento, les robarían clientes a los productos de radio de Pandora.

Su negocio de radio está apoyado en la publicidad, que el año pasado generó un respetable ingreso de mil millones de dólares.

“Pandora hizo algo razonable”, dijo Mulligan, “pero no siempre se reconoce a lo razonable”.

Sin embargo, los anuncios en la radio por internet no bastan para competir con rivales de la talla de Apple y Spotify.

Este año, Pandora sacó Pandora Premium, un producto que por diez dólares al mes básicamente iguala lo que ofrecen sus rivales.

Demasiado poco, demasiado tarde, juzgaron los analistas, dando a entender que el gasto del nuevo producto va a pesar sobre una compañía que jamás ha registrado ganancias anuales.

Ahí es donde entra Sirius XM.

La inversión no fue gran sorpresa para Wall Street. Sirius XM había coqueteado con la idea de llegar a un acuerdo con Pandora desde hacía tiempo. Su presidente, Gregory B. Maffei, declaró públicamente que podría estar interesado en una transacción, pero solo a un precio que él considerara correcto.

El trato anunciado el 9 de junio contempla un acuerdo para que las dos compañías trabajen juntas en streaming de música para dispositivos móviles y autos. También le da a Sirius XM una ventaja en la adquisición de Pandora, pues el proveedor de radio por Internet no solo obtuvo una participación de 19 por ciento en la empresa sino también tres asientos en la junta directiva, uno de ellos el del presidente.

Todo eso le da una formidable ventaja sobre cualquier otro rival en potencia que tratara de comparar Pandora, aunque Sirius XM aceptó no intentar esa medida durante 18 meses.

“A largo plazo, eso hace aun más probable que terminen juntos”, afirmó Amy Yong, analista de Macquarie.

Para Sirius XM –parte de la constelación de empresas controladas por Liberty Media–, su recién adquirida participación en Pandora constituirá un importante trampolín en numerosos negocios, como radio financiado por la publicidad y, en particular, radio por internet. A pesar de la fuerza tradicional de Sirius XM en autos, su nuevo socio tiene una atractiva presencia en el ancho mundo de música en Internet y móvil fuera de los autos.

Aunque Pandora fue una de las primeras compañías que permitió el streaming legal de música, se ha tenido que enfrentar con numerosos problemas. Entre ellos destaca la batalla con las disqueras por las regalías que debe pagar cada vez que se toca una canción.

Pandora también ha dado varios traspiés estratégicos, como comprar la empresa vendedora de boletos Ticketfly por 335 millones de dólares. El 9 de junio, la compañía anunció que iba a vender esa división a Eventbrite por 200 millones de dólares.

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