- Por Ricardo Rivas
- Corresponsal en Argentina
- X: @RtrivasRivas
El presidente Javier Milei inició una semana compleja. Los mayores logros económicos de su gestión –la caída de la inflación, mantener el valor del dólar “planchado” y las cuentas fiscales en equilibrio porque “el déficit fiscal no se negocia”, como incansablemente lo expresa en todos los tonos el mandatario– es lo que habrá de exhibir una y otra vez ante el electorado de cara a los comicios que el próximo domingo se desarrollarán en la provincia de Buenos Aires, donde reside el 40 % del total del padrón electoral argentino.
Tal como sucedió en los días previos al domingo último en la provincia de Corrientes, donde la Unión Cívica Radical (UCR), asociada con el partido Propuesta Republicana (PRO), retuviera la gobernación con el 51,89 % de los votos emitidos imponiéndose sobre el peronismo que apenas alcanzó el 19,97 % de las voluntades electorales, las encuestas –de todo tipo que circulan por estas horas– permiten proyectar resultados que de ninguna manera pueden llevar optimismo al oficialista partido La Libertad Avanza (LLA) que, en tierra correntina se ubicó en el cuarto lugar de las preferencias ciudadanas.
No ayuda en la campaña electoral del oficialismo, por cierto, que a las 13:30 de del día de ayer, cuando cobraron fuerza las operaciones cambiarias en los mercados locales, el dólar estadounidense se pactaba –en el mercado oficial– a $ 1.390 por unidad de la divisa estadounidense, lo que significa un incremento de $ 30 por cada billete norteamericano, respecto del cierre del viernes pasado, lo que representa un 2,1 % más que aquella cotización. No es bueno.
Especialmente porque las eventuales intervenciones que podría desarrollar el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para controlar el precio de la divisa se encuentra restringida porque en el más reciente acuerdo rubricado entre este país y el Fondo Monetario Internacional (FMI), taxativamente impide que los dólares recibidos desde ese organismo multilaterales no pueden aplicar a ese tipo de operaciones.
En las más importantes columnas políticas que circulen y consumen aquí, sin embargo, y de cara al domingo 26 de octubre cuando se realicen las elecciones nacionales parlamentarias mediante las cuales se habrá de renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio de la de Senadores, se considera que el triunfo del presidente Javier Milei está asegurado.
De hecho, cuatro fuentes de la LLA que con la condición de mantener sus identidades en reserva dialogaron con La Nación, coincidieron en señalar que la sucesión de triunfos electorales de los oficialismos provinciales “no son parámetro válido para proyectar escenarios por cuanto las campañas en esos distritos tienen características diferentes de la campaña nacional porque la ciudadanía en aquellas tiene demandas regionales que no necesariamente coinciden con las de orden nacional”.
De todas formas, también admiten que “la elección en la provincia de Buenos Aires la miramos con mucha atención porque tradicionalmente, desde 1983, solo durante ocho años no gobernó el peronismo”. Dos de esos informantes, incluso definieron ese distrito que gobierna el peronista kirchnerista Axel Kicillof, exministro de Economía de la presidenta Cristina Fernández como “un bastión peronista”.
Tal vez por ello, el señor Milei junto con su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia y sus más allegados colaboradores prevén que mañana –miércoles– en la localidad bonaerense de Moreno, 45 kilómetros al oeste de la Casa Rosada (sed del gobierno federal) serán los encargados de cerrar la campaña proselitista de La Libertad Avanza con miras a las legislativas que se iniciarán a las 8:00 del domingo que viene, según informó el jefe de campaña bonaerense, Sebastián Pareja.
Un portavoz gubernamental seguro consultado por este corresponsal –también en tiempo de campaña– aseguró que “el gobierno es optimista” y consideró que “las turbulencias que verifican son propias de los procesos electoral, la economía está sólida y, en horas más, cuando se conozca el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del pasado mes de agosto, quedará claro que el programa del ministro Luis Caputo es sólido y la gente sabe valorar una gestión política que pretende cambiar para siempre la Argentina”.
Por su parte, Fausto Spotorno, consultor económico prestigioso, sobre el mediodía de ayer, informó que “según las mediciones que realizamos en la consultora que lidero, la inflación de agosto se ubicará, finalmente, entre el 2,1 % y el 2,4 %”. La gubernamental Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), antes de que finalice la presente semana dará a conocer el dato final.