• Por Víctor Pavón (*)

Luego de años de escribir y hablar sobre este tema se está cumpliendo lo que ocurriría, aunque algunos no lo aceptaban: las cajas fiscales están en déficit ligadas a la quiebra amenazando la sostenibilidad fiscal y hasta monetaria del país. ¡El déficit del año pasado fue de 200 millones de dólares!

Las cajas de jubilaciones de Policías y Fuerzas Armadas, docentes, magistrados y del personal municipal se desploman. En dos años la situación será de tal magnitud que afectarán a las finanzas públicas y desde ahí a la economía del país. El problema que fue una debilidad ahora se convirtió en amenaza.

Por cierto, se agrega –y se lo trata de obviar– el Instituto de Previsión Social (IPS) que también se suma al mismo dilema. Solo hay dos modos de encarar este tema: se realizan reformas de fondo o se hacen parches.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

No solo está en discusión la suerte de jubilados y pensionados junto con sus aportantes activos. ¡Está en juego la economía nacional! Para mantener estas cajas se están disponiendo de los impuestos; un riesgo para la sostenibilidad fiscal y desde ahí para la estabilidad monetaria, dos activos estratégicos claves para atraer inversiones y lograr otra calificación en el grado de inversión.

La cuestión viene así. No se trata únicamente de modificar los aportes junto con los años para la jubilación, cuestión que no deja de ser importante. El problema de fondo es otro.

Si la respuesta es elevar los aportes y los años con una fuerte inyección de dinero, será una solución parche. Si se cambia el sistema de reparto por el de capitalización, entonces se estará en la solución correcta.

El problema es el sistema de administración de la caja fiscal. En el sistema de reparto que hoy se tiene, los ingresos van a una caja común desconsiderando la relación activos y jubilados. Incluso para los nuevos aportantes el problema seguirá intacto y a un alto riesgo.

El sistema de reparto es lo más parecido a un esquema piramidal de estafa. Mantenerlo será la peor decisión. Un parche que podrá pasar el presente período de gobierno pero el siguiente no lo soportará.

En cambio, el modelo de capitalización es un sistema de ahorro para el retiro. Son cuentas individuales donde se depositan los aportes para acumular fondos de jubilación.

La respuesta correcta, por tanto, está en la desmonopolización de los aportes jubilatorios. El sistema de capitalización ofrece esa respuesta, un modelo diferente que los estatistas desprecian porque saben que el modelo que defienden –el sistema de reparto– no es y nunca fue solidario como se lo han hecho creer a la gente. Y a los hechos me remito.

(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES). Miembro del Foro de Madrid. Miembro del Consejo Internacional de la Fundación Faro. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”: “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la Libertad y la República”.

Déjanos tus comentarios en Voiz