- Jorge Torres Romero
Que Dionisio Borda afirme que “estamos peor que antes” es la expresión más deshonesta escuchada en los últimos días. Es el desprecio a la realidad, es la mirada oportunista y miserable de quien se jacta de técnico en economía. Es irónico exponer números a quien debería manejarlos sobre todo por haber ocupado dos periodos la cartera de Hacienda (2003-2005 / 2008-2012).
Me viene a la mente la famosa frase, “Es la economía, estúpido”, muy utilizada en la política estadounidense durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra George W. Bush, que lo llevó a convertirse en presidente de los Estados Unidos.
Así como Borda, aparecieron otros como el senador (esposo de Desirée Masi) Rafael Filizzola no solo a ignorar los números, sino a manipularlos. Dijo que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), solamente 375.000 niños recibieron alimentos dentro del programa Hambre Cero.
Sin embargo, ese dato corresponde a la “encuesta del 2024”, donde el programa estuvo vigente de agosto a noviembre en 90 distritos. Desde febrero de este año, el programa está presente en los 263 distritos del país y alimenta a 1.050.000 niños diariamente, según datos oficiales del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) y del Ministerio de Desarrollo Social (MDS).
Dijo que la pobreza se redujo porque se incluyó Hambre Cero como un ingreso de las familias. Ignora que es una recomendación internacional que siguen todos los países, cuando los programas de alimentación son estables y medibles. La pobreza se redujo al 20,1 %.
Filizzola dijo que el Programa Alimentario Nutricional Integral (PANI) no se está ejecutando. Mientras que el presidente Peña afirmó que la leche que se compró este año es 22 % menor al precio de referencia, generando un ahorro de más de G. 47 mil millones. El programa llega a la población vulnerable, especialmente niños menores de 5 años y mujeres embarazadas.
Otro dato, el desempleo de 5,6 % de la población nunca se tuvo para un primer trimestre desde que el INE hace encuestas trimestrales en 2017.
Por su lado, la senadora liberal Celeste Amarilla repitió la frase de “las heladeras vacías” e ignora por completo estos números: el producto interno creció 5,9 % en el primer trimestre del año. El consumo privado (familias) creció 4,9 % y la inversión 12,7 %. El consumo privado aumentó por la dinámica positiva de los servicios, alimentos, bebidas, prendas de vestir, calzados, venta de vehículos, electrodomésticos y muebles.
Según datos oficiales, 6 sectores crecieron: comercio, servicios, manufactura, construcción y ganadería con fuerte expansión. Las ventas aumentaron 6,5 % en promedio durante el primer cuatrimestre del año. Además, se registraron 85.000 nuevos cotizantes en el Instituto de Previsión Social (IPS), llegando a totalizar unos 800.000 trabajadores formalizados. Y hay más datos y números.
Entonces, ni estamos peor que antes, ni los datos son mentirosos, ni tampoco padecemos el fenómeno de las heladeras vacías, simplemente hay que observar la realidad: son los números, estúpido. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.