- Por Carlos A. Primo Braga
- Profesor asociado de la FDC, Brasil
Los mercados financieros y la mayoría de los países esperan con ansiedad los resultados de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos, China y otros socios comerciales. A pesar de las pausas anunciadas por EE. UU. respecto a los aranceles recíprocos establecidos en el Día de la Liberación (2/04/2025), persisten dudas sobre lo que ocurrirá al final de estas treguas (el 9/07 en la mayoría de los casos y el 11/08 en el caso de los aranceles aplicados a China).
Los vaivenes en los anuncios de la administración Trump han generado niveles de incertidumbre sin precedentes sobre el futuro de las relaciones comerciales de EE. UU. con el resto del mundo. Aunque Scott Bessent, el actual secretario del Tesoro, afirma que las negociaciones bilaterales avanzan rápidamente, la realidad es que las negociaciones comerciales son complejas y requieren tiempo para implementarse.
Hasta el momento, se han observado resultados preliminares (como el marco negociado con el Reino Unido) y una serie de negociaciones en curso (con China y la Unión Europea). En el caso de China, el enfoque actual se centra en las restricciones impuestas por ese país al comercio de productos estratégicos (tierras raras e imanes) y la respuesta de EE. UU., que incluye restricciones a la exportación de productos químicos y componentes necesarios para la producción de aviones y semiconductores.
Un nuevo marco para el comercio bilateral fue anunciado el 11/06. Este marco retoma, en cierta medida, los acuerdos preliminares negociados en Ginebra en mayo, que llevaron a una pausa en la imposición de aranceles de tres dígitos por parte de ambos países. En particular, el nuevo acuerdo busca eliminar las restricciones chinas a la exportación de tierras raras e imanes. Cabe destacar que el samario, mineral cuya producción está monopolizada por China, es fundamental para la fabricación de aviones militares y misiles. Las concesiones por parte de EE. UU. incluirán cambios en las restricciones a exportaciones de productos de alta tecnología, así como el acceso a visados para estudiantes chinos. Sin embargo, los resultados actuales confirman la aplicación de aranceles del 33 % sobre importaciones chinas (en contraste con una tarifa media del 10 % impuesta por China sobre productos estadounidenses). Es importante reconocer que el nivel de incertidumbre seguirá siendo elevado, ya que no está claro qué sucederá una vez finalice la tregua anunciada por EE. UU., prevista para el 11/08 en el caso de China.
Las incertidumbres generadas por las medidas proteccionistas de EE. UU. y las posibles represalias de diversos países están afectando los mercados financieros y las perspectivas de crecimiento de la economía global. Las proyecciones más recientes del Banco Mundial estiman un crecimiento global del 2,3 % en 2025, en comparación con el 2,8 % estimado para 2024 y la previsión anterior del 2,7 % para 2025 (realizada en enero de 2025). Los países del Mercosur, con excepción de Argentina, que debería crecer alrededor de un 5,5 % tras una contracción del 1,8 % en 2024, también enfrentan expectativas de desaceleración en sus trayectorias de crecimiento, según el Banco Mundial: Bolivia (del 1,4 % en 2024 al 1,2 % en 2025), Brasil (del 3,4 % al 2,4 %), Paraguay (del 4,2 % al 3,7 %) y Uruguay (del 3,1 % al 2,3 %).
Los aranceles anunciados por EE. UU. afectarán directamente las exportaciones de los países del Mercosur. Estos enfrentarán una tarifa recíproca del 10 %, en contraste con una tarifa efectiva media de alrededor del 21,9 %, que prevalecerá salvo nuevas modificaciones en la política arancelaria estadounidense. No obstante, en ciertos sectores, los picos arancelarios tendrán un impacto significativo, como en el caso del sector siderúrgico, debido al reciente anuncio de la administración Trump (30/05) de aumentar los aranceles sobre importaciones de acero (y aluminio) al 50 %. Esto afectará particularmente a Brasil, segundo mayor exportador de acero hacia EE. UU.
El escenario futuro también estará marcado por importantes desvíos comerciales debido al abandono por parte de EE. UU. de la cláusula de nación más favorecida, mediante la adopción unilateral de tarifas discriminatorias. El valor de las exportaciones de China hacia Brasil, por ejemplo, aumentó aproximadamente un 26,5 % en los primeros cinco meses de este año en comparación con el mismo período de 2024, a pesar de la desaceleración de la economía brasileña.
El programa PAEX de la FDC puede ayudar a las empresas del Mercosur a prepararse frente a este escenario, caracterizado por desvíos comerciales y desaceleración económica.
Los vaivenes en los anuncios de la administración Trump han generado niveles de incertidumbre sin precedentes sobre el futuro de las relaciones comerciales de EE. UU. con el resto del mundo. Aunque Scott Bessent, el actual secretario del Tesoro, afirma que las negociaciones bilaterales avanzan rápidamente, la realidad es que las negociaciones comerciales son complejas y requieren tiempo para implementarse.
El escenario futuro también estará marcado por importantes desvíos comerciales debido al abandono por parte de EE. UU. de la cláusula de nación más favorecida, mediante la adopción unilateral de tarifas discriminatorias. El valor de las exportaciones de China hacia Brasil, por ejemplo, aumentó aproximadamente un 26,5 % en los primeros cinco meses de este año en comparación con el mismo periodo de 2024, a pesar de la desaceleración de la economía brasileña.