- Marcelo Pedroza
- Psicólogo y Magíster en Educación
- mpedroza20@hotmail.com
La finitud aceptada y asumida alimenta constantemente el homenaje existencial. Entonces se rinde honores a cada segundo, es que desde la plena conciencia de estar vivo comienza a maravillarse el sistema perceptivo que le da importancia a lo que se está presenciando.
La pluralidad de fuentes sensoriales está preparada para disfrutar la impronta propuesta para esos segundos pasajeros que acontecen en el transcurso de la vida. En ese lapso, con cronómetro limitado terrenalmente, las posibilidades de homenajear el tiempo de vivir son infinitas, lo que habilita el panorama hacia las ceremonias que cada cual quiera realizar.
La aceptación de lo valioso del ser es la que determina la apertura de la cosmovisión que yace en el interior y que está convocada a darse hacia todo lo que la rodea. Es la fundadora de las razones que con el devenir del tiempo irán encausando los motivos que darán a luz las obras que deberán ser materializadas.
En cada ser vivo hay constantes manifestaciones que reflejan su vocación de vitorear la vida. Siempre existirá una causa que impulse su entusiasmo, más allá de los avatares y de las situaciones complejas que enseñan a recuperarse y levantarse.
Las flores abundan, están en todos los continentes, sus aromas son especiales, únicos, profundos, exquisitos; sus colores brillan y lucen su siembra alimentada, han crecido para ponerle un toque de hermosura a lo que está a su lado. Ellas homenajean a quienes las ven. Sí, quien se detiene a observar su natural pintura puede sentirse homenajeado.
Aunque se produce una devolución de consideración y se retroalimenta la estima sentida. Con sus particularidades ambos se están homenajeando. Es el instante donde se nutre la intensidad de los vínculos, es ese roce de esencias que se encuentran durante su estadía en este mundo.
Cuando hay homenajes, hay esfuerzos realizados. Se han inhalado sacrificios, han fluido emociones constructivas, se ha aprendido a valorar, se está dispuesto a escuchar y a realizar aquello que ayude a seguir avanzando, dado que el acto de convivir respetuosamente se constituye en un notable ejemplo de honrar a la sociedad.
En todos los momentos está latente la posibilidad de enaltecer el acontecimiento presente del vivir. Son las garras del afecto las que se afirman como un bebé al pecho de su madre. Es el ser humano la máxima expresión de superación, en sus fortalezas se cultivan sus sueños de laurear el acontecimiento de vivir.
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Rendirán homenaje a Luis Alberto del Paraná en Asunción
Para este sábado, 21 de junio, en la ciudad de Asunción, está previsto el homenaje y recordación del 99 aniversario del nacimiento de Luis Alberto del Paraná, quien con su guitarra y voz recorrió el mundo para dar a conocer a su amado Paraguay.
La actividad se desarrollará en el Cementerio de La Recoleta, en el panteón de la familia Meza, a las 9:30, donde se depositarán una corona de laureles, en memoria de uno de los más grandes cantautores del Paraguay, junto a otros reconocimientos. Se tendrá como invitados especiales a sus hijos Manuel y Fabiola Meza.
También estarán presentes para la entrega de los reconocimientos los creadores de los Premios Paraná, María del Carmen y Juan Carlos Amoroso, premiación se realiza en forma continuada desde hace 27 años. La actividad reconoce a artistas paraguayos en memoria del querido Luis Alberto.
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Sobre el cantautor
Luis Osmer Meza, más conocido como Luis Alberto del Paraná, nació el 21 de junio de 1926 en Altos, departamento de Cordillera. Hijo de Jacinta Meza y José Domingo Encina, desde niño demostró su talento artístico. Los estudiosos de su vida y obra estiman que pisó escenarios en al menos 76 países.
El 16 de setiembre de 1974, cuando contaba con apenas 48 años de edad, los medios informaban sobre la muerte de Paraná, que había ocurrido el día anterior a las 11 de la mañana en el Pembridge Court Hotel de Londres, Inglaterra.
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Stefano Pavetti rindió homenaje a la guarania en Roma
En el marco del centenario de la guarania y de los 150 años de relaciones diplomáticas entre Paraguay e Italia, Roma fue escenario de un emotivo homenaje a este género musical creado por José Asunción Flores, a través del evento denominado “Concierto y Conferencia sobre la guarania”, que estuvo a cargo del maestro ítalo-paraguayo Stefano Pavetti Serratti.
El encuentro se celebró en la histórica Rectoría de San Silvestro al Quirinale, una pequeña y escondida iglesia en el corazón de la capital italiana, conocida también como el templo donde trabajó el gran artista Miguel Ángel Buonarroti. En este recinto cargado de arte e historia -donde frescos, esculturas y columnas centenarias dialogan con la espiritualidad- los acordes suaves y melancólicos de la guarania encontraron un eco particularmente conmovedor.
Clavecinista, pianista, organista y director de orquesta, Pavetti Serratti presentó una disertación sobre el origen, evolución y riqueza simbólica de este género musical, acompañada de una interpretación lúcida y sentida. Con sus palabras y ejecución, Pavetti invitó al público a “abrir el corazón” y dejarse elevar por una música que “acaricia los sentidos y refleja algo del divino”.
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Creada en 1925 por José Asunción Flores, la guarania fue celebrada no solo como una expresión artística, sino como un patrimonio cultural vivo del Paraguay. “Es dulzura y poesía, es añoranza y melancolía, es historia y pasión… es paraguaya”, se destacó en el concierto coorganizado por la Embajada del Paraguay en Italia y la Asociación Paraguay-Italia.
Se interpretaron obras emblemáticas como “India”, “Panambí vera” y “Mburicaó” de José Asunción Flores, “Regalo de amor” de Mauricio Cardozo Ocampo, “Así canta mi patria” de Florentín Giménez, de quien también se conmemora el centenario de su nacimiento en 2025; y los clásicos “Mis noches sin ti” y “Recuerdo de Ypacaraí” de Demetrio Ortiz, entre otras piezas que conmovieron al público, conformado por miembros del cuerpo diplomático, artistas, académicos y paraguayos residentes en Roma.
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LN PM: edición del 19 de junio
Abogado de Boidanich afirma que Fiscalía no reunió elementos tras sobreseimiento
El representante legal de Óscar Boidanich, exministro de la Seprelad (Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes), el abogado Claudio Lovera, señaló que el Ministerio Púbico no cuenta con los argumentos necesarios para sostener la denuncia en contra de su defendido. El letrado citó que en junio del 2024 se sobreseyó de manera provisional al exfuncionario, y un año después se reabre la causa sin los elementos que prueben la supuesta retención de informes.
“La Fiscalía solicitó el sobreseimiento provisional y afirmó en ese momento que no contaba con elementos que cumplan con el estándar que autoriza una acusación, y señaló el sobreseimiento provisional porque indicó al juzgado que esperaba en el plazo de un año pueda reunirse determinados elementos que puedan, en su caso, sería complementar la información analizada y que pueda eventualmente cambiar esta primera apreciación”, explicó Lovera, este jueves, en entrevista al programa “Así son las cosas” de GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Intendentes que quedaron en zona de conflicto en Israel ya están en Paraguay
En la mañana de este jueves, los intendentes que se encontraban en la zona de conflicto entre Israel e Irán llegaron a Paraguay. De acuerdo con las informaciones, alrededor de las 06:40, aterrizó en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi el avión que traía de retorno a los jefes comunales. Las autoridades fueron recibidas por el embajador de Israel en Paraguay, Amet Mekel, además de sus familiares y amigos.
La delegación paraguaya que participó de una capacitación invitada por el gobierno de Israel está compuesta por Felipe Salomón, intendente de San Lorenzo; Cinthia Cabañas, de Paso Horqueta; Fernando Ramírez, de Pilar; José Resquín, de Independencia, y Claudio González, miembro de la Junta Municipal de Salto del Guairá. Durante la permanencia de estas autoridades se dio un intenso ataque en escalada por parte de Irán a Israel.
Peña respalda a Barán, pero espera más de ella
El presidente de la República, Santiago Peña, ratificó su confianza en la doctora María Teresa Barán al frente del Ministerio de Salud Pública, aunque aclaró que no está satisfecho con la gestión en la cartera sanitaria.
El senador Silvio Ovelar arremetió contra la ministra de Salud, a quien no le perdonó su ausencia en la reunión de la Comisión de Presupuestos el martes. Peña fue consultado sobre la posición de Ovelar y consideró que la opinión del legislador refleja la de varios parlamentarios. “Yo tampoco estoy satisfecho, lo digo públicamente siempre queremos más”, advirtió.
Ataque iraní hiere a 32 personas en Israel y golpea un hospital
Un ataque con misiles iraníes hirió al menos 32 personas personas, dos de ellas graves, y golpeó un hospital en el sur de Israel, señalaron las autoridades del país hebreo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí reportó en la red social X de “un impacto directo (...) en el Hospital Soroka de Beersheba, en el sur de Israel”. “Es el principal centro médico de toda la región del Néguev en Israel”, subrayó la vicecanciller israelí Sharren Haskel, que consideró el ataque como “deliberado” y “criminal”.
Espionaje de Brasil: Itamaraty podría remitir informes en dos semanas, estima ministro
El ministro Javier Giménez, titular de Industria y Comercio (MIC), y miembro del Consejo de Administración de Itaipú en el marco de las negociaciones del Anexo C, indicó que Paraguay sostiene el pedido de aclaración al Gobierno de Brasil sobre el esquema de espionaje contra autoridades paraguayas, develado por la prensa brasileña.
El secretario de Estado adelantó que la respuesta ya se podría dar en unas dos semanas más. “Yo confío mucho que Itamaraty va a resolver esto en dos semanas, pero personalmente, está tardando más de la cuenta”, dijo Giménez, este jueves, en entrevista al programa “Arriba hoy” de GEN y Universo 970 AM/Nación Media, aludiendo al nombre del palacio que funciona como sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
Cartes homenajeó al Regimiento Escolta Presidencial: “Símbolo de servicio a la Patria”
El presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR), Horacio Cartes, formó parte de la comitiva de exautoridades nacionales que participaron del acto de conmemoración por los 181 aniversario de creación del Regimiento Escolta Presidencial y Comando en Jefe.
“Recordamos 181 años de historia del Regimiento Escolta Presidencial, símbolo de disciplina, honor, lealtad y servicio a la Patria. Mi respeto y admiración a quienes día a día entregan su vida al resguardo de nuestras instituciones y autoridades", indicó el titular del Partido Colorado a través de redes sociales, invitado al evento en su carácter de expresidente de la República.
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Vida, muerte, fantasía, ilusión, deseo… pulsiones y condición humana
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
Vida, muerte, ilusión, deseo... pulsiones incrustadas en la condición humana, aunque “reyes y peones, al final de la partida, vuelven a la misma caja”.
“¿Fantasear o desear...?”. Ese era el dilema que, en frecuentes charlas de café, proponía un tan veterano como anónimo polemista que habitaba, cuando la tarde agonizaba, algunas de las selectas mesas en el mítico café La Paz, en la esquina de la avenida Corrientes 1593, cuando esa arteria cordial se cruza con la calle Rodríguez Peña, muy cerca del Obelisco, en Buenos Aires, unos 1.300 kilómetros al sur de mi querida Asunción.
Era los años 70, en el siglo pasado. Enfrente –justo en diagonal– intentaba competir el bar Ramos. En concurrentes habituales estaban cabeza a cabeza. Inolvidables, por cierto. Pero el caso es que, luego de encender la polémica con aquel interrogante, con impostado tono académico, intentaba, aquel sanatero, zamarrearnos.
¡Me parece verlo! Acomodaba prolijamente los dos o tres libros de Sigmund Freud o de Foucault que siempre llevaba con él y lentamente –como buscando las palabras más adecuadas– iba al punto. Fumaba tabaco inglés en una pipa muy gastada y sobre su prominente nariz montaba espejuelos redondos tonalizados verde oscuro.
“El tío Segismundo –ironizaba mientras revoleaba sus manos refiriéndose a Freud– cuando compartíamos algunos puros con amigos en el Café Frauenhuber, en la inolvidable Viena, nos explicaba con claridad, jóvenes amigos, palabra más, palabra menos, que solo fantasean las personas insatisfechas”.
PULSIÓN
Lo seguíamos en silencio. Algunas veces –como la ignorancia nos impedía responder y/o, mucho menos, poner alguno de sus dichos en duda, hacía una pausa que disfrutaba y, si la memoria no me falla, en aquel caso puntual remató: “Cada fantasía surge de una pulsión para cumplir con un deseo insatisfecho, muy deseado, que corrija la realidad”.
Nunca recuerdo su nombre. En verdad, no tengo claro si alguna vez lo supe. Pero sí, sus anécdotas con pretensiones académicas y que se definía como “un libre pensador, diletante”. ¡Nos maravillaba! Aunque –debo admitirlo– teníamos dudas que no confesábamos sobre su presunta sabiduría por aquello de que entre los ciegos un tuerto es rey.
“¡Déjese de joder, farfullante…!”, recuerdo que le dijo –indisimuladamente molesto y a voz en cuello– un reconocido profesional y estudioso freudiano, de quien exclusivamente consignaré sus letras iniciales (G.G.), que incontenible por lo que también escuchó abandonó su café en una mesa cercana y lo increpó sin miramientos.
Un pesado silencio cubrió todas y cada una de las mesas. El increpado no atinó a responder. Se retiró cabizbajo –con sus tres libros bajo el brazo– enmudecido y sin plantarle cara. El increpante nos miró, se disculpó “por interrumpir la conversación sin que nadie me llame” y fue al punto: “Simple y sencillo, muchachos. La fantasía tiene que ver con el imaginario. Con lo que creemos o sabemos que muy difícilmente suceda. Con aquello que suponemos imposible y que, de alcanzarlo, imaginamos sería placentero, pero sabemos que no podrá ser. Desear es converger la fantasía con la realidad más deseada en algún momento de tu vida. ¡No entender esa diferencia es grave… y, pretender explicar desde la ignorancia y la confusión, no lo puedo dejar pasar!”.
Renovó su disculpa y volvió a su mesa. “Como una escuela de todas las cosas...”, como nos enseñó Discépolo cuando escribió aquel tangazo que llamó “Cafetín de Buenos Aires”, así era el bar La Paz. Fantasías. Deseos. Ilusiones. Me atrevo a añadir que, como entonces, en estos tiempos de imágenes exacerbadas y exacerbantes que circulan y atropellan en los avasallantes ecosistemas digitales que facilitan las comunicaciones reticulares contemporáneas, aquellas –junto con la vida y la muerte– emergen como inevitables pulsiones incrustadas en el día a día de nuestros días.
OXÍMORON
Claramente, forman parte de la condición humana. Pese a que, con el correr de los tiempos y a la democratización de las monarquías (¿oxímoron?), con mucho menos frecuencia que algún tiempo atrás y, en aquel contexto, escuchar decir “vida de príncipes”, sorprende porque pareciera ser una expresión que cae en desuso.
Aun así, hay quienes insisten con ella cuando se procura producir sentido respecto de alguna persona que –a juicio de quien así se expresa– tiene allanado el acceso a poderosos y poderosas o cuando dispone de bienes materiales en abundancia o cuando no debe preocuparse por necesidades que –como tales– sí lo son para la mayoría de la humanidad.
En ese contexto, tampoco el futuro debiera ser preocupante para quienes tienen –siempre a la vista de las otredades– tránsitos principescos o, acaso, propios de las realezas. Hambre, desocupación, falta de salud, de educación. En aquel contexto, se suponen alejados de aquellos y aquellas minorías vistosas. Sentires y decires. Pareciera, incluso, que nada ni nadie está exento, alguna vez, de emitir esos juicios o ser depositario de ese tipo de expresiones.
Hasta la muerte –en ciertas ocasiones, por la forma en que se produce y a quien afecta– hace que no sean escasas las voces que se atreven a afirmar que Mengana o Fulano “murió como un príncipe”. En el siglo XIX y buena parte del XX era frecuente que así se significara la partida de este mundo cuando las y los finados eran considerados socialmente como “patricios” o “ricos”.
Curioso, por cierto. Y tanto lo era (y es) que vaya a saber a quién y en qué situación tuvo la lucidez para destacar que “al final de la partida, reyes y peones vuelven a la misma caja”. ¿Sabiduría popular? Tal vez.
LA BODA DEL SIGLO
Aún recuerdo cuando el 29 de julio de 1981 –la tele satelital cuando el mundo era mundial y para nada global– puso “en el aire” (vieja expresión de uso común en la radiotelefonía de entonces, hoy casi olvidada), desde la catedral de San Pablo, en Londres, la que fue llamada como la “boda real o del siglo” porque, aquel día, el príncipe Carlos (32) –hijo primogénito de Isabel Alejandra María Windsor (1926-2022), la reina Isabel II del Reino Unido y de la Commonwealth desde 1952 hasta su muerte– contrajo matrimonio con la joven aristócrata llamada Diana Spencer (20).
Cerca de 800 millones de televidentes lo vimos. “¡Parece un cuento de hadas...!”, escuché decir a dos mujeres que – como otros muchos, frente a una vidriera colmada de televisores– vimos pasar a Carlos, por entonces príncipe de Gales, y Diana recién casados, a bordo del 1902 State Landau, como se conoce al carruaje que, en aquel año, el rey Eduardo VII –tío del contrayente– ordenó construir para ceremonias relevantes.
En la Argentina, desde poco menos de tres años, teníamos tele en colores. La novia, tanto en el ingreso a San Pablo –luego de descender junto con John, su padre, VIII conde de Spencer, de un carruaje vidriado– como en el momento en que salió de esa catedral con su esposo convertida en “alteza real”, tuvo que detenerse varios minutos para que las “damas de honor” acomodaran la cola de su vestido “de casi ocho metros de largo”, relataba la transmisión oficial.
¡Hermoso para ver! Un año y 22 días después –el 21 de julio de 1982– se anunció el nacimiento del príncipe Guillermo, heredero de la corona británica. El 15 de setiembre de 1984 –setecientos ochenta y siete días después que su hermano mayor– nació el príncipe Enrique.
Sin embargo, y como sostiene el dicho popular, “no todo lo que reluce es oro”. El 28 de agosto de 1996 –cinco mil quinientos nueve días después de aquella boda principesca– Diana y Carlos se divorciaron. Con el paso del tiempo la fantasía pública trocó en públicos desatinos vinculares. La princesa descubrió y confirmó que el príncipe tenía como amante a Camilla Parker-Bowles, una amiga de la Casa Real. ¡Crisis!
MULTITUD
Carlos pasó –para muchas y muchos– a ser el “realmente odiado”. Diana, en el transcurso de 1995, decidió no ocultar la situación. Habló con la BBC, la tele pública en el Reino Unido. “¿Cree que Camilla Parker-Bowles fue el factor que desencadenó el fracaso de su matrimonio?”, preguntó el periodista Martín Bashir a “su alteza real”. La respuesta fue simple, breve y clara: “Bueno, éramos tres en mi matrimonio. Y eso es una multitud”. El 31 de agosto de 1997, Diana, Dodi Al-Fayed (1955-1997), multimillonario egipcio, y el chófer, Henri Paul, murieron en un accidente de tránsito ocurrido en el interior del túnel del Pont de l’Alma, en París.
Aquel príncipe, Charles Philip Arthur George (77), desde el 8 de setiembre de 2022, es Carlos III, rey del Reino Unido y de los otros reinos de la Mancomunidad de Naciones. Camilla Rosemary Shand, luego Parker-Bowles (78) –la tercera de aquel matrimonio principesco que “era multitud”, como lo sentenció Diana, “la princesa del pueblo”, como la categorizó para siempre el ex primer ministro Tony Blair, el 31 de agosto de 1997– es reina consorte.
Fantasías. Deseos. Ilusiones. Condición humana. Fantasías. Deseos. Ilusiones. “Cambia, todo cambia”, canta como nadie Mercedes Sosa. Los khasi –una minoría étnica originaria que habita en el estado de Meghalaya, noreste de la India desde antes de las invasiones dravídicas pobladoras del sur en ese mismo país– desconocen quiénes de sus antecesores y cuándo comenzaron a orientar las raíces de los árboles para construir con ellas “puentes vivientes”.
Lejos de aquellas selvas inigualables, recién se supo algo de los que se conocieron entonces también como “los puentes de raíces vivas de Sohra (Cherrapunji)”, cuando era avanzado el siglo XIX. Los exploradores occidentales se asombraron con aquel descubrimiento. En La Sociedad Asiática, un histórico periódico que se publicaba en Calcuta en 1844, se consignó la información. Desde aquellos tiempos, es polo de atracción hasta nuestros días.
“AMOR RECÍPROCO”
Hacia allí, unas tres semanas atrás, partieron en luna de miel el príncipe Raj Raghuvanshi (21) y la princesa Sonam Raghuvanshi (24). Eran marido y mujer porque sus madres –en esa sociedad matrilineal– así lo acordaron. Ambos pertenecían a la misma clase social y casta. Aquel enclave natural que, además, con unos 12.000 milímetros de lluvias anuales es, según Guinness, el lugar más lluvioso de cada año, era perfecto para manifestarse amor recíproco sin interferencias. La actuación crucial de la mehndi, la celebración musical previa, la ceremonia principal, la fiesta posterior quedaron atrás.
Me explican –por Whatsapp, desde Nueva Delhi, tres diplomáticos chimenteros que me pidieron anonimato– que los fastos nupciales se extendieron por cuatro días. Las dos familias en estado de tranquilidad. Espiritual, social y económico. No faltó nada. Se observaron todos los rituales. Homa (la ofrenda al fuego) se concretó. El Panigrahena, los unió como nunca antes. Las siete vueltas al fuego –el Satapadi– hizo celebrar a muchas y muchos, sonreír a las y los más refinados y desear, ilusionarse... soñar, a otros y otras.
Samskara se instaló en la flamante pareja. Luego, silencio. Los días pasaban y... más silencio. Pero irrumpió la angustia. Primero en el que fue el pueblo de ambos, luego en la provincia, la región y, finalmente, en todo el país. “¿Dónde están?” “¿Qué se sabe?”. La falta de novedades fue parte de las informaciones de la agencia de noticias nacional. Se iniciaron las búsquedas. Los supuestos ganaron el espacio público. Las ideas conspiranoides de poderosos y poderosas ingresaron en los circuitos informativos.
Nadie respondía a las incesantes llamadas a los móviles de Raj y Sonam. La policía y los servicios de inteligencia de la India los monitoreaban inútilmente. También el de uno de los hermanos de la princesa. ¡Nada! Pero, cuando nadie lo esperaba, todo cambió. El domingo pasado aquella novia obediente de los acuerdos y mandatos familiares que se mostró alegre, ilusionada, ante los unos y los otros; que fue objeto de los comentarios de sus vecinos e incluso blanco preferente a la vista de aquellas y aquellos que por ser de clases inferiores o de castas poco respetables no debieran haberla mirado, trocaron interrogantes y angustia sociales.
DIMES Y DIRETES
Desde algunos anocheceres en las sacudidas calles de aquel país con 1.400 millones de habitantes, se sabía por trascendidos –que más tarde se confirmaron– que el cadáver de Raj fue encontrado y recuperado de las profundidades de un precipicio con abundante vegetación. Fue el momento de los dimes y diretes. Se conoció el escabroso detalle de que el cuerpo lo encontraron con el cráneo partido con dos golpes duros aplicados con algún objeto contundente y cortante.
¡Horror! Rescatistas e investigadores tuvieron la convicción de que fue asesinado. Así lo dejaron trascender. No murió como un príncipe. Pero las honras fúnebres sí lo fueron para despedir a su alteza real. Sonam, esposa por un breve tiempo –geolocalizada desde el momento en que se comunicó con uno de sus hermanos– supo por quienes la hallaron que era viuda.
Gritó. Se ahogó en llanto. Insistió con el deshilachado argumento de que fueron víctimas de secuestro. Pero no tenía una coartada que generara, por lo menos, una duda. También supo que Rai Kushwaha, un chófer a su servicio, estaba preso en otra celda. Fue apresado en su pueblo natal, Madhya Pradesh. Contrastaron sus respuestas. Eran amantes desde tiempo antes de que Sonam y Raj protagonizaran una boda principesca.
Como en el caso de Carlos y Diana –con Rai– también se constituyeron en multitud. El amante capturado también confesó. Señaló a los tres criminales que asesinaron al príncipe –sus cómplices– a los que convenció para que ejecutaran al joven esposo de la mujer que también amaba.
Los sicarios fueron apresados. Abrumados, admitieron. La exprincesa viuda dejó de ser víctima para ser victimaria. La justicia la acusa de ser quien incitó a su frustrado enamorado de la necesidad de asesinar a Raj. Vida, muerte, ilusión, deseo... pulsiones incrustadas en la condición humana, aunque “reyes y peones, al final de la partida, vuelven a la misma caja”.