- Por Laura Ramos
- Directora del Club de Ejecutivos del Paraguay
En estas últimas semanas he tenido el gusto de participar de un programa de mentoría que promueve el Club de Ejecutivos del Paraguay entre sus miembros. Este programa consiste en el intercambio de experiencias entre dos personas que se han elegido por tener temas de interés común, donde el mentor transmite conocimientos para la actualización y el perfeccionamiento profesional y personal del mentee.
Esta técnica de transmisión de conocimientos, fijando objetivos y constatando su evolución a través de reuniones periódicas, genera mucho aprendizaje, ya que con la motivación, soporte y retroalimentación necesaria se observan notables.
Este tipo de programas le da la oportunidad al mentee para reflexionar sobre los objetivos de su carrera profesional, y sobre todo para tener una perspectiva externa al respecto. Por otro lado, al mentor le da la oportunidad de crecer en sus redes de networking, afianzar su liderazgo con otros pares. Y de esa manera ser consciente de la importancia e influencia que tiene su apoyo a otros.
Este método de aprendizaje con otro par nos trae aparejada una serie de beneficios al clima de negocios. Esto se debe primeramente por generar mejores prácticas en el ámbito comercial, al desarrollo del nivel profesional. Y, por consecuencia, también al mejor relacionamiento entre pares, ya que se están apoyando mutuamente con mejoras continuas para ambos.
Las etapas de esta relación de mentoría se desarrollan como cualquier relación interpersonal, donde primeramente se crea un vínculo, se empieza a establecer confianza, se definen objetivos, para luego a lo largo del tiempo poderlos medir y, por último, cuando se dé por finalizado el proceso es de esperar que estos hayan sido alcanzados satisfactoriamente. No sería extraño ver a lo largo del tiempo que se pueda dar el caso que el mentee pase a ser mentor de otro profesional si se considera que tiene la capacidad y motivación de retribuir la experiencia vivida propiamente.
Este programa tiene una situación de ganar-ganar, ya que los resultados exitosos de su ejecución serán el de generar una relación de confianza, de compromiso y finalmente de crecimiento. Por lo tanto, creo que es un mecanismo que se debería adoptar en las distintas organizaciones que nuclean al sector privado, para poder mejorar continuamente el desarrollo del mismo. Y así generar un clima de negocios más sólido y saludable aún.