Taiwán desea contribuir a la salud mundial a través del multilateralismo
Chiu Tai-yuan
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Por Dr. Chiu Tai-Yuan
Ministro de Salud y Bienestar
República de China (Taiwán)
En la 77.ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS), los Estados miembro adoptaron el 14.º Programa General de Trabajo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el período 2025-2028. Este plan estratégico busca avanzar hacia la cobertura sanitaria universal (CSU), con metas concretas como ampliar el acceso a servicios esenciales de salud y reforzar la protección financiera de las poblaciones.
Taiwán ha demostrado un firme compromiso con estos objetivos desde 1995, cuando implementó su Seguro Nacional de Salud (NHI), integrando los sistemas de seguros existentes. Actualmente, este modelo cubre al 99,9 % de la población y ofrece atención médica equitativa, accesible y eficiente. Reconocido por la plataforma internacional Numbeo como el mejor sistema de salud del mundo durante siete años consecutivos, el NHI opera bajo un modelo de copago, se mantiene financieramente autosostenible y ha sabido enfrentar desafíos como el envejecimiento de la población y el aumento de los costos médicos, mediante reformas en las primas y nuevas fuentes de financiamiento, como el impuesto al tabaco.
En línea con la estrategia mundial sobre salud digital de la OMS, Taiwán ha integrado de forma eficaz tecnologías avanzadas en su sistema de salud. El NHI en la nube, junto con herramientas como la tarjeta virtual del seguro y la aplicación Mi Banco de Salud, facilita el intercambio seguro y eficiente de datos médicos, al tiempo que empodera a la ciudadanía en la gestión de su salud. Un ejemplo destacado de esta evolución fue la inclusión, en 2023, de terapias génicas y celulares en la cobertura del NHI, lo que ha impulsado el desarrollo de la medicina de precisión. Además, la incorporación de inteligencia artificial y otras innovaciones tecnológicas ha mejorado tanto la calidad de la atención como las condiciones laborales del personal sanitario.
Durante la pandemia de covid-19, Taiwán jugó un papel activo y solidario al compartir suministros médicos, estrategias efectivas y experiencias prácticas, reafirmando su rol como socio confiable en la comunidad internacional. Su experiencia exitosa en la implementación de la CSU constituye un modelo útil para otros países que buscan fortalecer sus sistemas de salud.
No obstante, a pesar de estos logros, Taiwán sigue excluido de la OMS debido a una interpretación errónea de la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU y de la Resolución 25.1 de la AMS por parte de la República Popular China. Cabe destacar que ninguna de estas resoluciones menciona a Taiwán ni otorga a China el derecho de representarlo en los foros internacionales de salud.
En un contexto global cada vez más interdependiente, donde los desafíos sanitarios trascienden fronteras, es esencial contar con la participación de todos los actores. Taiwán está dispuesto a contribuir activamente al fortalecimiento de la salud global a través del multilateralismo, compartiendo su experiencia en cobertura sanitaria universal, sostenibilidad financiera y salud digital, en apoyo a los objetivos fundamentales de la OMS.
Perfil democrático de Paraguay sostiene sinergia con Taiwán, opina el politólogo Evan Ellis
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Lourdes Torres, lourdes.torres@nacionmedia.com.
El doctor Robert Evan Ellis, experto en América Latina y seguridad internacional, opinó en una entrevista con La Nación/Nación Media que Paraguay se posiciona ante Washington por su espíritu democrático y que la sinergia con la República de China (Taiwán) respalda proyectos del Gobierno paraguayo, que podrían perderse en caso de romper relaciones diplomáticas para virar hacia la República Popular China (continental).
El politólogo norteamericano, profesor de investigación sobre América Latina en el Instituto de Estudios Estratégicos (SSI) de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos (USAWC), visitó Asunción del 11 al 15 de agosto, en el marco de un evento del Instituto Republicano Internacional (IRI), en conjunto con el presidente de la República, Santiago Peña, como parte de la iniciativa “Cumbre de las Américas”, a llevarse a cabo en diciembre, en Punta Cana (República Dominicana).
El doctor Ellis estuvo acompañando en Paraguay a Antonio “Tony” Garrastazu, director regional para América Latina y el Caribe en el Instituto Republicano Internacional (IRI), que está organizando el mencionado encuentro de mandatarios de la región.
La Cumbre de las Américas será de trascendencia, ya que por primera vez asistirá el presidente estadounidense Donald Trump, y se abordarán temas como democracia, soberanía, autonomía y desarrollo en el continente americano.
El experto destacó que Paraguay tiene logros importantes y una experiencia relevante que ofrecer en Punto Cana, por ello trabajaron estos temas en la mesa redonda con autoridades del Gobierno paraguayo, esperando que la nación participe de la cumbre, encabezada por el jefe de Estado, Santiago Peña.
Un país con valores
“Paraguay, quizás ahora está siendo más conocido en Washington por los comentarios del secretario de Estado, Marco Rubio, por el subsecretario Christopher Landau, quien habla hasta guaraní. Pero realmente creo que, con la administración de Trump, Paraguay tienen una experiencia muy valiosa y poco conocida en el sentido de un país fundamentado en valores y en su espíritu de democracia y su manera de tratar a sus amigos de forma leal”, expresó el politólogo a Nación Media.
Igualmente, resaltó que es un país que se mantiene política y económicamente sido estable y conservador, destacando que tiene mucho para ofrecer en cuanto a inversión, así como en energía verde y recursos naturales para el desarrollo agrícola.
Ellis resaltó que Paraguay ahora está siendo más conocido en Washington por los comentarios de Marco Rubio y Christopher Landau. Foto: Archivo
“Hay una historia muy bonita de Paraguay y que hasta ahora era poco conocida en Washington. Francamente, también las decisiones que Paraguay ha tomado, especialmente desde el gobierno de presidente Peña, de seguir colaborando de forma leal y sincera con sus socios taiwaneses”, comentó.
Respecto a la mesa de trabajo que mantuvieron la semana pasada señaló que han tenido la oportunidad de conversar sobre temas de democracia y desarrollo, así como la experiencia de Paraguay con Taiwán. La mesa ha sido bastante diversa, ya que además, de personas del gobierno, políticos también asistieron empresarios y otros sectores.
Taiwán vs. China Popular
El experto norteamericano realizó estudios empíricos en los últimos 22 años respecto a la influencia de China Popular en la región, y refirió que los resultados de su investigación también fueron observados por el presidente Peña.
Señaló que, si bien muchos tal vez en Paraguay hablan de que la posibilidad de cambiar las relaciones de Taiwán por China traería un gran enriquecimiento para el país, puntualizó que las expectativas son muy diferentes. Argumentó que es como la publicidad de cualquier marca, que ofrece grandes cambios en la vida, pero en realidad no es así.
“Hay una serie de temas que implica ciertos riesgos realmente, si Paraguay, al igual que otros países buscan cambiar por China Popular podrían lograr algunos beneficios, pero también hay ciertos peligros para el espíritu democrático en Paraguay. Francamente, creo que, por los proyectos que el presidente Peña tiene en desarrollo, hay mucha sinergia con Taiwán que, de cierta forma, no se encontraría si hubiera relaciones con China continental”, comentó.
Asimismo, resaltó que los Estados Unidos miran con buenos ojos esta relación que Paraguay tiene con Taiwán, por su orientación conservadora, democrática, pronegocios, con muchas áreas de cooperación. Por un lado, esto es un alineamiento estratégico con los Estados Unidos, y se puede encontrar también en otros países como Ecuador y Argentina.
Mencionó que es sabido que el presidente chino Xi Jinping tiene un sueño de acabar con la autonomía de Taiwán antes del fin de su mandato; sin embargo, Taiwán cuenta actualmente con 12 países aliados, que reconocen su democracia e independencia.
“Aunque quede un solo país tan importante como Paraguay, este tipo de acciones podría ya contribuir al cálculo de China si es el tiempo de una invasión, acabar con Taiwán. Entonces yo veo que la posición de Paraguay también es una posición estratégica en favor de la paz en el Indo-Pacífico, tanto como en restringir el avance de China”, resaltó.
Experto destaca que la posición de Paraguay también es una posición estratégica en favor de la paz. Foto: Archivo
Peligro para la democracia
Ellis explicó que el peligro para la democracia paraguaya, es que observa que China no insiste en la transparencia, no insisten en el Estado de derecho en lo que respecta a la contratación del personal.
"Este tipo de influencia y espionaje chino, lo que también me preocupa es cuando uno se abre a China empáticamente, hay una manera de tejer una red de influencia que llega desde solo silencio o cambiar mensajes hasta espionaje”, explicó.
Aclaró que con la influencia de China es una cuestión de sobrevivencia del sector económico al por menor y el sector de realizar el valor agregado en sus propios países.
“La cuestión es no estar de forma colonial, estar como trabajando para las empresas chinas. Es una cuestión de ser protegido contra la invasión de empresas chinas en este sector. Es una cuestión de democracia, influencia y libertad de expresión”, afirmó.
Finalmente, resaltó que su percepción es que el presidente Peña y este gobierno del Paraguay entienden, en cierta forma, los riesgos de abrir la puerta abierta a este tipo de influencia.
“Por todo esto, sinceramente deseo todo éxito, porque yo aprecio mucho este país único de valores y este espíritu. Creo que Paraguay merece más atención de los estadounidenses internacionalmente que ha recibido anteriormente. Con esta administración en Washington, con su combinación de orientación por negocios y pragmatismo, yo creo que hay una gran posibilidad”, concluyó.
El fortalecimiento de la alianza con Taiwán es una de las vías al desarrollo
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Mucho se ha debatido y analizado sobre el supuesto beneficio económico de establecer relaciones directas entre el Paraguay y el gigante asiático, China continental. Diversos sectores empresariales y políticos, a lo largo de los años –en mayor o menor medida–, han insistido en la idea de fomentar estas relaciones, porque “saldríamos favorecidos con las bondades” de la gran economía asiática.
Sin embargo, hay voces y experiencias disonantes que contrastan con este pretendido beneficio, y no nos referimos a los casos de países de Centroamérica que han cedido más que una ventaja económica, sino parte de su soberanía, en esta suerte de interacción económica desigual entre los países pequeños y el gigante.
Hablamos de la experiencia que algunos países –como por ejemplo Costa Rica– no terminan de dimensionar la desventaja que representó esta alianza en su momento, pese a las mentadas utilidades.
La Unión Industrial Paraguaya (UIP) presentó recientemente un informe técnico que analiza los posibles impactos de un giro en la política exterior del Paraguay, específicamente en establecer relaciones diplomáticas con China continental y dejar de lado a Taiwán. Paraguay es el único país de América del Sur que mantiene sus lazos diplomáticos con la isla asiática, que es su gran aliado en esa zona del planeta.
El citado análisis fue elaborado por el Centro de Estudios Económicos (CEE-UIP) y plantea que una transformación de esta índole y magnitud, pasarse de un bando a otro, tendría consecuencias económicas y estructurales significativas para el país.
Según este informe, la apertura con China podría generar un saldo neto negativo de cientos de millones de dólares, debido a la pérdida de mercados en Taiwán, menores ingresos fiscales por desarme arancelario y la interrupción de programas de cooperación bilateral. Además, sectores industriales clave –como el textil, el químico, el metalúrgico y del calzado– podrían verse afectados, con un riesgo directo sobre miles de empleos en la manufactura. El informe cuantifica que el panorama global desfavorable ascendería a un anual en negativo de USD 592 millones.
El análisis no solo alerta sobre este impacto perjudicial sino también advierte sobre efectos estructurales graves no solo a corto plazo, sino a mediano y largo, lo cual podría acarrear un patrón de fuerte retroceso de la producción primaria y en consecuencia de la propia economía paraguaya, que tiene aún hoy al agro como uno de sus pilares fundamentales.
Queda claro que una apertura podría traer “ventaja” inicial (que es la gran apuesta que hace Beijing todas las veces que busca “seducir”), pero esto no necesariamente garantiza una mejoría sostenida ni beneficios permanentes.
Muchas veces, las ventajas inmediatas de una decisión económica o política generan el espejismo del progreso que no es tal. Lo que al comienzo parece un impulso vigoroso puede transformarse en vulnerabilidad futura, especialmente si el país queda expuesto a factores externos, como la dependencia de un solo mercado o la volatilidad de los precios a nivel internacional.
Se reitera el ejemplo de Costa Rica y otros de la región que literalmente se quedaron expuestos y vulnerables.
Hay otros procesos y alianzas económicas, más consolidadas, que certifican y avalan aspectos positivos que apuntalan y tienden a aumentar a lo largo del tiempo.
Esto hace referencia a sólidos aliados como Taiwán, según indica el informe divulgado por la UIP esta semana. Mantener la alianza con el aliado asiático se considera una estrategia que favorece el desarrollo sostenible, la inversión en tecnología, la infraestructura y el capital humano, y preserva la industria local.
El informe subraya que, más allá de las ventajas puntuales de comerciar con China, la opción de Taiwán protege el valor agregado, la soberanía industrial y los intereses de los ciudadanos.
En lugar de orientar hacia una apertura que favorezca solamente a unos pocos exportadores de commodities, el análisis hecho por el organismo vinculado a la Unión Industrial Paraguaya (UIP) apunta a fortalecer y consolidar la alianza estratégica con Taiwán, que hoy se expresa en varios campos como el comercio o la educación.
Esa colaboración permite una inversión real en desarrollo productivo: tecnología, innovación, capital humano e infraestructura.
En resumen, la elección por Taiwán estimula un trayecto de desarrollo sostenible que se extiende y fortalece en el tiempo, mientras que tomar la dirección hacia China Continental, aunque tentador por su magnitud inicial, conlleva un alto precio para el país.
Una apertura comercial con China podría derivar en una privatización de beneficios y socialización de costos, si no se contemplan medidas de protección y diversificación, explican desde la UIP. Foto: Ilustrativa
Si Paraguay comercializa con China, saldo negativo anual será de USD 592 millones, advierten
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El Centro de Estudios Económicos (CEE), de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), presentó un análisis técnico sobre los efectos de una eventual apertura de relaciones comerciales con China Continental, acompañada de un Tratado de Libre Comercio (TLC), alternativa que algunos países del Mercosur se encuentran impulsando.
El informe busca aportar elementos objetivos, para advertir que cualquier decisión debe evaluar no solo beneficios comerciales, sino también consecuencias para la industria, el empleo, las finanzas públicas, la geopolítica y el modelo de desarrollo productivo del país.
Mencionan que, si bien los beneficios de comercializar con China podrían ser muchos, por mejores precios de exportación de soja (USD 202 millones anuales), un ahorro en importaciones (USD 220–250 millones) y un acceso potencial a obras de infraestructura con financiación reembolsable por valor de USD 232 millones, estos efectos positivos deben contrastarse con otros factores de mayor profundidad.
De acuerdo al estudio, el CEE precisa que el saldo macroeconómico tiende a ser negativo, ya que se considera un conjunto de efectos y se llega a la conclusión de que liberar el comercio con China traerá un saldo neto desfavorable de aproximadamente USD 592 millones anuales:
La pérdida del mercado taiwanés para exportaciones paraguayas al año 2026 (–USD 299 millones).
La interrupción de la cooperación bilateral en becas, créditos y donaciones (–USD 225 millones).
Una reducción en la recaudación fiscal por desarme arancelario (–USD 220–250 millones).
Un posible impacto en sectores sensibles de la industria, con riesgo de cierre de plantas y más de 11.500 empleos directos afectados solo en el primer año (–USD 428 millones).
“Esta asimetría plantea un patrón preocupante de mediano y corto plazo donde las ganancias se concentrarían en grandes exportadores de soja y carne, mientras que los costos recaerían sobre miles de trabajadores y sobre las finanzas públicas”, indican desde la UIP.
Advierten además que este tipo de apertura podría derivar en una privatización de beneficios y socialización de costos, si no se contemplan medidas de protección y diversificación.
Por otro lado, hablan de que fortalecer la alianza diplomática y comercial con Taiwán sí traerá mayores beneficios como:
Escalar la formación de capital humano a través de la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay.
Promover la instalación de industrias con transferencia tecnológica.
Movilizar inversiones en sectores de alto valor agregado como energías limpias, tecnología, innovación e infraestructura.
El balance de este giro geopolítico, hasta ahora, se traduce en un desequilibrio histórico para la economía hondureña, con efectos que podrían profundizarse. Foto: Archivo
Honduras paga caro el giro hacia China: caída de exportaciones y déficit comercial récord
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Tres años y medio después de romper con Taiwán para establecer relaciones con la República Popular China, Honduras enfrenta un saldo económico negativo que pone en entredicho la apuesta geopolítica del gobierno de Xiomara Castro.
Los datos oficiales del Banco Central de Honduras (BCH) revelan que, desde marzo de 2023, las exportaciones al gigante asiático apenas alcanzaron US$ 107,9 millones, mientras que las importaciones superaron los US$ 8.761 millones. La brecha contrasta con la relación previa con Taipéi: solo en 2022, Honduras había exportado US$ 121,1 millones al mercado taiwanés, publica el medio Centroamerica360.
La ruptura con la isla asiática supuso también el fin del Tratado de Libre Comercio, generando un vacío que China no logró compensar. El saldo acumulado: más de US$ 300 millones en pérdidas para la balanza comercial hondureña.
La ruptura con la isla asiática supuso también el fin del Tratado de Libre Comercio, generando un vacío que China no logró compensar. Foto: Archivo
Exportaciones en caída y déficit en ascenso
En lo que va de 2025, Honduras exportó a China apenas US$ 18,9 millones, muy por debajo de los niveles registrados con Taiwán en años previos. En paralelo, el déficit comercial con Pekín alcanzó US$ 1.476,9 millones en el primer semestre, superando el registro de todo 2024.
La disparidad se explica por la fuerte dependencia de bienes importados: solo entre enero y junio ingresaron desde China US$ 1.509,9 millones en mercancías como teléfonos móviles, motocicletas, computadoras y laminados de hierro.
El rubro del camarón —históricamente uno de los principales productos hondureños en Asia— se encuentra entre los más golpeados, al no haber encontrado en China un mercado sustituto para la demanda que mantenía Taiwán.
Impacto sobre el comercio local
La avalancha de productos chinos también repercutió en el comercio interno. Según el gremio de micro y pequeñas empresas, las ventas de negocios locales se redujeron en hasta70 %, debido a la competencia de artículos importados a bajo precio y, en muchos casos, de menor calidad.
“Es una invasión que está eliminando a la micro, pequeña y mediana empresa hondureña”, advirtió Victorino Carranza, presidente de Gremipe. El dirigente estimó que más de dos millones de empleos vinculados a ese sector están en riesgo, de acuerdo a lo publicado por el medio HCH Televisión Digital.
El balance de este giro geopolítico, hasta ahora, se traduce en un desequilibrio histórico para la economía hondureña. Foto: Archivo
Aunque Honduras y China llevan adelante negociaciones para un tratado de libre comercio, el proceso permanece estancado desde julio de 2024. Mientras tanto, la llegada de empresas de capital chino a ciudades como San Pedro Sula intensifica la presión sobre el tejido productivo local.
Analistas coinciden en que los beneficios prometidos por el giro diplomático aún no se materializan. Lejos de abrir puertas al mercado chino, Honduras quedó expuesta a una dependencia creciente de las importaciones y con menos acceso a nichos estratégicos de exportación.
El balance de este giro geopolítico, hasta ahora, se traduce en un desequilibrio histórico para la economía hondureña, con efectos que podrían profundizarse en los próximos años si no se corrigen los términos del intercambio.