- Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
El gerente, para lograr el éxito profesional dentro de las organizaciones en función a los nuevos paradigmas del siglo XXI, el conocimiento y capital intelectual, debe convertirse en un exitoso que logre liderar las empresas hacia un clima que impulse el conocimiento, la capacidad de innovar, competir, enfrentar desafíos y aprovechar las oportunidades que están presentes en el ambiente empresarial.
Los nuevos paradigmas empresariales establecen la forma de competir entre los integrantes de una disciplina determinada, estableciendo nuevas condiciones y supuestos que traen consigo retos y oportunidades.
El capital humano y los estilos de liderazgo:
La serie de necesidades que se están gestando en las organizaciones en cuanto a sus recursos humanos, sus estilos de liderazgo y la forma de conducción de las mismas se constituyen en retos para el sistema de dirección empresarial, que están bajo la responsabilidad del gerente, quien es el único que tiene poder para transformar los sistemas organizacionales, inducirlos, promoverlos y gerenciarlos.
Hoy en día, en pleno siglo XXI, hay un cambio de conceptos de la sociedad industrial a la del conocimiento. Estos paradigmas encaminan a las organizaciones a establecer ciertas transformaciones, las cuales están en manos de los mismos, quienes deben asimilarlas rápidamente para lograr el éxito empresarial.
La mejor ruta para lograr un gerenciamiento exitoso es hacer una revisión bibliográfica sobre los nuevos conceptos que permiten a las empresas obtener ventajas competitivas, como lo son el conocimiento y el concepto de capital intelectual.
Uno de los paradigmas que revolucionan el mundo actual es el del conocimiento. Con respecto al mismo se puede decir que ha existido siempre, es inherente al ser humano por su propia condición, en sus necesidades de adaptación y supervivencia.
Plantea el cambio en el significado del mismo que permite transformar a la sociedad y a la economía, donde se toma en cuenta el conocimiento como el recurso económico necesario y donde los tradicionales factores de producción (tierra, trabajo y capital) no desaparecen, pero existen alternativas que hacen que se puedan obtener con mayor facilidad, siempre que haya conocimiento.
La sociedad actual es una sociedad del conocimiento caracterizada por el auge de las telecomunicaciones, la informática y la automatización de procesos, que tiende a la globalización, tanto en el ámbito individual como organizacional.
En una economía donde existe la incertidumbre, los mercados, los competidores se multiplican y los productos se hacen obsoletos casi de un día para otro, la única fuente segura y duradera de ventaja competitiva es el conocimiento, porque las empresas deben estar constantemente creando conocimiento nuevo, difundiéndolo e incorporándolo a sus nuevas tecnologías y productos.
Aumentar capacidad de respuesta e innovación
Las organizaciones deben generar el conocimiento para aumentar la capacidad de respuesta e innovación. Para pensar y tomar decisiones se debe emprender acciones que requieren de un manejo de conocimientos, un patrón de criterios y una filosofía clara de la administración.
Debemos apuntar a que el gerente de este siglo construya un liderazgo basado en humanismo, valores y principios centrados en el hombre, donde participen tanto gerentes como gerenciados, porque eso será lo que va a permitir construir la estructura de un gobierno corporativo de éxito en las organizaciones modernas e innovadoras.
En las organizaciones modernas las estructuras organizacionales deben ser horizontales, donde fluyan tanto las funciones como las responsabilidades y que estén claramente definidas, en donde los supervisores de nivel medio para abajo no sean considerados como simples números, sino como Capital Humano valioso que pueda tener la posibilidad potencial de estar creando valor diferencial, pues bien sabemos que nuestro mercado en los diversos segmentos de negocios, la competencia cada vez es más activa, y “sobrevivirá” con mayores chances de salir adelante aquel que por aptitud y actitud sepa manejar de la manera más profesional posible los diversos inconvenientes que se vayan presentando en el día a día.
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Potencial de negocios que puede triplicarse con el cannabis
Un nuevo rubro que en los últimos años está demostrando su gran potencial es el cannabis industrial, que, según estimaciones, para el 2030 podría generar ingresos fiscales de hasta USD 22.000 millones al año.
Paraguay podría posicionarse como uno de los líderes de la industria del cannabis en Sudamérica, atendiendo el potencial que representa este cultivo por su efecto multiplicador, y en base a las estimaciones de la Cámara de Cannabis Industrial del Paraguay (CCIP), se habla que podría generar ingresos fiscales de hasta USD 22.000 millones al año 2030.
Una cifra interesante, pues con ella se estarían triplicando las recaudaciones tributarias, atendiendo que las actuales rondan los USD 5.200 millones anuales, según los datos oficiales al 2024, lo que representa aproximadamente el 12 % del PIB.
Respecto a la legislación, en Paraguay desde 2019 se cuenta con la normativa que permite el cultivo y procesamiento del cannabis industrial no psicoactivo para uso adulto, limitado a un contenido de THC inferior al 0,5 %.
La industria local ya desarrolló más de 150 productos habilitados, entre ellos alimentos funcionales, suplementos, cosméticos, aceites, fitoterápicos e incluso artículos recreativos con bajos niveles de THC.
Ahora está en marcha un nuevo proyecto de ley impulsado por la cámara y numerosas instituciones del estado, que busca eliminar ese límite exclusivamente para productos recreativos, que serían comercializados en dispensarios autorizados, bajo controles estatales estrictos y con acceso exclusivo para mayores de edad.
Este modelo ya fue aplicado con éxito en países como Estados Unidos, Canadá y Alemania, y a nivel local proyecta la comercialización de 30.000 toneladas de flores secas para el 2030, con lo que el Estado paraguayo podría captar los más de USD 20.000 millones en impuestos en menos de una década.
Esto, con la implementación de un impuesto selectivo al consumo del 22 % sobre productos recreativos derivados del cannabis, con lo se estima que los ingresos fiscales podrían aumentar en más de un 355 % en los próximos cinco años.
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“El objetivo de la masonería es el mejoramiento integral de la sociedad”
- Fotos: Emilio Bazán
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos visita el templo de la Gran Logia Simbólica del Paraguay, donde el serenísimo maestro Dr. José Fernández Zacur lo recibe para hablar de la historia, los principios, los objetivos y el presente de la masonería en nuestro país con el fin de derribar los mitos y prejuicios que han existido a lo largo del tiempo.
–¿Qué significa ser serenísimo maestro de la Logia Simbólica del Paraguay y cuáles son sus obligaciones y cotidianeidades?
–Primero es un privilegio enorme. Ocupar la silla que ocuparon grandes prohombres de nuestra patria particularmente es un orgullo, es un privilegio, con mayor razón al haber sido por decisión de mis hermanos. Ese nombre pomposo, serenísimo gran maestro, hay veces que digo jocosamente que uno dice esto y la gente piensa que uno se va a convertir en un pájaro y en realidad es sencillamente ser presidente.
–¿Cómo es una logia en términos organizativos?
–Yo suelo explicar esto con un lenguaje que a todos nos es bastante familiar, que es el lenguaje futbolístico. Imagínate que cada logia es un club de fútbol, con sus propias autoridades. Ahora, cada uno de esos clubes, cada una de esas logias, tiene representación en lo que sería la APF o en la Gran Logia Simbólica del Paraguay, que a su vez tiene sus autoridades. A mí me toca ser serenísimo gran maestro, presidente de la Gran Logia, sin perjuicio de que cada logia o cada club tenga sus propias autoridades.
–La historia de la masonería está marcada por personajes muy importantes. Hablemos de esa historia, por favor.
–La historia de la masonería paraguaya no deja de ser la historia de la República del Paraguay a través de la intervención de prohombres masones en los episodios más importantes, más relevantes de nuestra epopeya. Hay que partir de la base de que el pensamiento político-cultural paraguayo nace de la masonería. Los dos principales partidos políticos, el Partido Colorado y el Partido Liberal, se fundan a partir de la misma logia masónica, de la Logia Aurora del Paraguay Número 1. Nuestras grandes batallas, la guera del Chaco, nuestros grandes héroes, el mariscal (José Félix) Estigarribia, nuestra historia está consustanciada con la historia del Paraguay. A diferencia de la Independencia, Paraguay por ser un país mediterráneo llegaba siempre tarde todo y, por ende, también nos llegó tarde la influencia de la masonería.
LLEGADA AL PARAGUAY
–¿Cuándo llega al Paraguay la masonería?
–Llega recién en 1869 con los ejércitos de ocupación brasileño y argentino. La Logia Fe fundan los brasileños y la Logia Unión Paraguaya Número 30 fundan los argentinos. Ambas logias continúan trabajando hasta el día de la fecha, solo que esas logias tuvieron intervalos de no haber trabajado y la logia que tiene mayor cantidad de años trabajando ininterrumpidamente se llama Aurora del Paraguay Número 1, que nace en una segunda época de la masonería, ya bajo dependencia de la masonería uruguaya, que es la que nos otorga carta patente.
–Me gustaría mucho tener cinco nombres rutilantes de paraguayos ilustres que hayan sido parte de la masonería.
–Bernardino Caballero, Cecilio Báez, Eduardo Schaerer, Benjamín Aceval y por qué no hablar del fundador del Club Olimpia, sir Williams Patts.
PRINCIPIOS
–¿Cómo se pueden definir los principios y las ideas éticas de esta organización?
–La masonería se construye sobre tres pilares: libertad, igualdad y fraternidad. A partir de este tríptico crece todo el esquema, toda la grilla de valores masónicos. Lo que finalmente busca la masonería es que sus miembros sean mejores en todas las áreas. Entonces, lo que pretendemos es que el masón sea mejor papá, mejor hijo, mejor empresario, mejor compañero de trabajo, mejor profesional, pero no para mejorar a título egoísta, a título individual, sino para invertir, para aplicar esa mejoría en la comunidad, en la sociedad.
–¿Cuál es el formato de debate de esos asuntos?
–La gente muchas veces cuando viene a la Gran Logia a visitar los templos, esa es una de las preguntas más recurrentes, ¿qué es lo que hacen acá? El nombre templo como que confunde mucho porque se piensa que aquí se organiza algún tipo de actividad de corte religioso y no es así. Se llama templo porque sencillamente se construyen o se elevan templos a las virtudes. Entonces lo que tratamos de hacer en los templos es cultivar las virtudes a través de conocimientos filosóficos que son los que desarrollan las logias en sus distintas reuniones. Se baja un tema y los hermanos trabajan y comentan sobre el tema con la idea de sacar en limpio conclusiones que puedan servir a la finalidad de ser mejores para poder invertir esa mejoría en el mejoramiento integral de la sociedad.
BÚSQUEDA
–¿Y qué lugar ocupa un asunto como la pluralidad?
–Suelo decir que todas las religiones están peleadas con la masonería, pero la masonería no está peleada con ninguna, sencillamente porque la masonería defiende la libertad de pensamiento y dentro de la libertad de pensamiento, la libertad religiosa. Eso implica que dentro de una misma logia puedan existir cristianos católicos, cristianos evangélicos, judíos, musulmanes y nos respetamos entre todos porque finalmente entendemos que todos buscamos lo mismo, el sentido de la trascendencia, el contactarnos con el creador.
–¿Cómo se traslada esa pluralidad al ámbito político y social?
–En general. La masonería admite personas de todas las condiciones sociales en la medida en que tengan las posibilidades de mantenerse a sí mismos, porque es una organización filantrópica. Vale decir, una organización que ayuda al prójimo. Entonces, uno tiene que estar cómodo consigo mismo para salir a ayudar, porque la caridad empieza por casa.
–La relación particular con una Iglesia omnipresente en nuestra historia como es la Iglesia católica ¿cómo se puede definir?
–Tradicionalmente en Paraguay la Iglesia tuvo conflicto con la masonería partiendo de una carta pastoral elaboraba por monseñor Juan Sinforiano Bogarín, allá a finales de los años 1800, recogiendo una serie de leyendas urbanas que hasta hoy día pululan en el inconsciente colectivo. Nosotros estamos en un proceso de restauración. Los conflictos que pudo tener a nivel general la Iglesia con la masonería son de corte político. La masonería estuvo atrás de la Revolución francesa y, por ende, de la pérdida del impuesto que cobraba el clero. La masonería estuvo atrás de la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica y, por ende, del Estado laico y de la educación laica.
MITOS
–¿Cuáles son los mitos que aún persisten?
–El principal mito es que la masonería está en contra de la religión, pero es todo lo contrario. De hecho, uno de los requisitos sine qua non para ser masón es creer en Dios. Obviamente, como es una institución que respeta la libertad de religiones, la masonería no le pone un nombre o no le asigna una identidad conforme a una religión que puede estar en contra de otra. Entonces, dentro de la simbología de construcción que utiliza, porque lo que hace la masonería es enseñar a través de símbolos, símbolos que tienen que ver con la construcción, a Dios se lo llama gran arquitecto del universo. Y otro de los mitos que yo lo suelo decir en sorna, pero es bastante gráfico, niños no comemos, asado sí.
–Hablanos de la relación con el Estado. ¿Cómo se puede calificar?
–La masonería tiene en sus filas un montón de hombres de distintos saberes, de distintas profesiones, de distintos oficios, que bien pueden ayudar a construir políticas públicas desde miradas multidisciplinarias. Y es lo que estamos queriendo hacer desde hace un tiempo y es lo que estamos haciendo desde hace un tiempo, tratando de generar alianzas con distintas reparticiones gubernamentales que nos permitan desde el sector privado y como asociación civil que también queremos aportar a nuestro país, siempre mirando aquel fin último, mejorar nosotros para producir cambios sustanciales en nuestras sociedades. Y los cambios sustanciales muchas veces vienen, o la gran mayoría de las veces, de políticas públicas.
DISCRECIÓN
–¿Ahora se está en una etapa de mayor comunicación de los masones con la sociedad?
–Así es. De hecho hay conocimientos que son secretos no por otra cosa que por el gran respeto que le tenemos, que no dejan de ser saberes filosóficos. Y reconozcamos en este punto que el concepto de secreto es absolutamente relativo hoy en día con internet. Así que lo que podamos decir que es secreto o no secreto se relativiza demasiado. Sí podemos decir que la masonería es una institución discreta y que además es una institución discreta con conocimientos filosóficos secretos, pero que también tiene una pata como asociación civil que tiene que estar presente en la sociedad.
–¿Cuánto se extendió en la historia la masonería en Paraguay?
–Hoy nosotros creemos que la masonería está en su primavera, está en su periodo de mayor fulgor. Hay más de 4.600 miembros que tiene la masonería regular a lo largo y ancho del país, con más de 120 logias en 21 edificios. Este crecimiento de la masonería se dio en un periodo muy corto, en un periodo de 20-25 años. La masonería tuvo un momento de fulgor que justamente queremos rescatar, que fue el comienzo del siglo XX, fines del siglo XIX. Y después comienza una etapa de declive a partir de 1920 más o menos, por cuestiones también históricas y coyunturales. La Revolución bolchevique y la necesidad que tuvieron los prohombres de aquel momento de aliarse un poco con el pensamiento de la Iglesia católica para poder repeler las ideas comunistas. La época de la guerra del Chaco también, por obvios motivos, fue una época de mínima participación filosófica de los masones en sus templos porque estaban todos en el momento de beligerancia. En los años 60 comienza a crecer de vuelta el caudal de miembros de la orden y durante la época de Stroessner, a diferencia de otras dictaduras, Stroessner no fomentaba, pero permitía que la masonería funcione. Yo me imagino seguramente con algún que otro oyente adentro.
–Siempre preguntamos de la presencia masónica en el Estado, pero nos olvidamos de preguntar ¿cómo está en el mundo empresarial?
–Te puedo decir que es un aspiracional para la institución que sus miembros estén en lugares privilegiados del sector público o del sector privado en la medida en que esos miembros puedan transmitir los valores masónicos en su quehacer diario. Hace unos días organizamos la expo masónica de negocios con presencia de más de 50 empresas de hermanos exponiendo lo que saben hacer bien para mostrar a la sociedad que se pueden hacer negocios con ética.
FINANZAS
–¿Cómo se sostiene la organización?
–Del mismo modo que se sostiene cualquier otra asociación civil. Hay una cuota de ingreso, hay una cuota de mantenimiento. La gente te pregunta ¿hay que ser millonario para ser masón? En absoluto. Yo te garantizo que los montos que se abonan son montos bastante menores a los que se abonan en otros clubes capitalinos. Pero básicamente la masonería se sostiene con el aporte de sus socios.
–¿Cómo es el ascenso orgánico de una persona que ingresa? ¿Es tan rígido como en el mundo militar?
–En masonería hay tres grados. Aprendiz, compañero, maestro, que no son grados de orden militar. No es que yo soy maestro y entonces yo le digo al aprendiz “vaya y tráigame”. No, son grados de conocimiento. Y los grados que vienen con posterioridad, sea del rito escocés antiguo y aceptado que tiene 33 grados, sea del rito de Memphis que tiene 99, el rito de York tiene otra escala de ascenso que no es numérica o el rito que fuese. En realidad son escalas de conocimiento, como el colegio, como la universidad.
–¿Cuáles son los desafíos de futuro que se muestran más nítidos para ustedes?
–Continuar con el proceso de contacto social para nosotros es fundamental. Y obviamente el trabajo en cada uno de los masones. La garantía de la permanencia de la institución en el tiempo depende de la solidez con la cual los masones internalicen los conceptos. Se suele decir que ingresar a la masonería es relativamente fácil si se quiere, pero que la masonería ingrese en uno es un trabajo sumamente difícil. Entonces trabajar en esa internalización es el principal desafío a nivel interno y a nivel externo continuar con esta actividad que se viene dando con esta impronta de contacto social que venimos teniendo.
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Autoridades del Poder Ejecutivo y Judicial analizan fortalecer uso de tobilleras electrónicas
El fiscal general del Estado, Emiliano Rolón Fernández, encabezó la reunión interinstitucional del Poder Ejecutivo con el propósito de articular acciones vinculadas al fortalecimiento del uso de tobilleras electrónicas como alternativa para personas con medidas de prisión preventiva, en coordinación con el Ministerio Público y el Poder Judicial.
Durante el encuentro se coordinaron acciones de manera conjunta en temas contemplados en la agenda, los cuales atañen al mejoramiento del sistema penitenciario y en la instalación de manera más efectiva del uso de la tecnología y de las tobilleras electrónicas, dada la aplicación del sistema de monitoreo por dispositivos electrónicos de control (SIMDEC), y en atención a las medidas alternativas otorgadas y de protección en las causas penales.
De acuerdo al informe oficial, participaron el ministro del Interior, Enrique Riera Escudero, el titular del Ministerio de Justicia, Rodrigo Nicora; de la Mujer, Cynthia Figueredo y de la Niñez y Adolescencia, Walter Gutiérrez, en la sede del Ministerio Público.
El encuentro tuvo como eje central el fortalecimiento del uso de tobilleras electrónicas como alternativa para personas con medidas de prisión preventiva, en coordinación con el Ministerio Público y el Poder Judicial, con el fin de prevalecer la protección de la sociedad, enfocados en los casos contra la mujer, niños y adolescentes, incorporando herramientas que fortalezcan la seguridad y la eficacia de las causas.
Durante la jornada se enfatizó la necesidad de articular esfuerzos entre los ministerios competentes para ampliar el uso de dispositivos electrónicos de control, como medida cautelar efectiva y humanitaria, al tiempo de permitir a la Fiscalía avanzar en los procesos penales con mayor eficiencia.
Desde el Gobierno remarcaron el compromiso claro de impulsar soluciones integrales que garanticen seguridad, justicia y respeto a los derechos, trabajando de manera conjunta con todas las instituciones involucradas.
Igualmente, se puso a conocimiento del Ministerio Público la instalación de la Mesa de Justicia dirigida por el Ministerio del Interior, dentro del marco del “Plan SUMAR en tu Barrio”, que busca en su segunda etapa, combatir y erradicar al microtráfico.
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Dos caminos para entender la sociedad capitalista moderna
- Gonzalo Cáceres
- Foto: Gentileza
La humanidad vivió una suerte de torbellino a lo largo del siglo XIX y principios del XX. La Revolución Industrial, la eclosión del capitalismo, el crecimiento acelerado de las ciudades y el avance de la ciencia jugaron su parte en la formación de un mundo con diferente dinámica y formas de ver y entender la vida.
En este contexto agitado surgieron hombres y mujeres que intentaron darle cara a aquellos agitados tiempos, quienes, casi por norma, tienden a aparecer juntos en los manuales de sociología y filosofía contemporánea, aunque sus formas son tan distintas como profundas.
Karl Marx es el referente teórico del conflicto de clases y del materialismo histórico. Por su lado, Max Weber se erige como el analista del sentido subjetivo y de la racionalización moderna. Estos grandes pensadores se propusieron interpretar la dinámica de la sociedad capitalista, pero lo hicieron desde perspectivas casi contrapuestas.
LA LUCHA DE CLASES
Karl Marx (1818-1883) fue un intelectual alemán cuyo espectro de estudio abarca economía, filosofía, historia y política. Nació en una acomodada familia de origen judío, se formó en filosofía y fue influenciado por la inspiración de Hegel, aunque no tardó en desarrollar su propia visión del devenir histórico.
Marx tiene su punto de partida en el denominado materialismo histórico. Esta teoría sostiene que las condiciones materiales de la existencia (la forma en que los seres humanos producen lo necesario para vivir) determinan las estructuras sociales, políticas e incluso las ideas. Decía que “no es la consciencia la que determina el ser social, sino al revés: el ser social determina la consciencia”.
Sostiene que la economía es la base sobre la que se levantan todas las demás estructuras. Religión, política, derecho y cultura son, en su visión, “superestructuras” que reflejan los intereses de la clase dominante.
Desde esta perspectiva, Marx analiza la historia como un proceso de transformación basado en el conflicto entre las distintas clases sociales. Cada modo de producción (esclavismo, feudalismo, capitalismo) lleva en su interior contradicciones que desembocan en su propia destrucción. En el capitalismo, la contradicción principal se da entre dos clases: la burguesía, que posee los medios de producción (fábricas, tierras, capital), y el proletariado, que solo tiene su fuerza de trabajo (que vende a cambio de un salario).
Marx sostiene que esta relación es de explotación: el capitalista se apropia de la plusvalía (el valor que el trabajador produce por encima de lo que se le paga), lo que eventualmente desemboca en crisis económicas, desempleo, precarización de los trabajadores y concentración de la riqueza.
Empero, el objetivo final del autor de “El capital” no es solo interpretar el mundo, sino transformarlo. La emancipación del proletariado implicaría una revolución que dé lugar a una sociedad sin clases, donde los medios de producción sean comunes y el trabajo se organice en función de las necesidades sociales, no del lucro.
EL MUNDO DESENCANTADO
El también alemán Max Weber (1864-1920) nació algunas décadas después que Marx. Fue profesor, jurista, economista y sociólogo. Aunque conocía a fondo la obra de Marx y la respetaba, propuso un enfoque radicalmente distinto.
Weber parte de una idea central: la acción social solo puede entenderse teniendo en cuenta el sentido que los individuos le otorgan. En lugar de enfocarse en grandes estructuras que oprimen –o determinan a las personas (como hacía Marx)–, Weber se interesa por cómo las personas comprenden el mundo (y actúan en consecuencia), lo que se conocería como el método de “verstehen (comprensión)”.
A diferencia de Marx, Weber no cree que exista un único factor común en los fenómenos sociales (como la economía). En su visión, la realidad social es multicausal y compleja: economía, religión, derecho, política y cultura interactúan constantemente.
Uno de sus aportes más importantes está en su análisis del surgimiento del capitalismo moderno. En su obra “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”, Weber muestra que ciertas creencias religiosas (particularmente del calvinismo) favorecieron el desarrollo de una mentalidad racional, disciplinada y orientada al trabajo productivo.
Si bien no era un defensor del capitalismo, a Weber le preocupaba más el proceso de racionalización de la vida moderna (la creciente importancia de la eficiencia, el control, la burocracia y las reglas impersonales).
En ese sentido, hablaba de una “jaula de hierro”: un mundo donde las personas quedan “atrapadas en sistemas que no comprenden ni controlan (la libertad individual se ve sofocada por un aparato racional que, paradójicamente, es irracional en términos humanos)”.
Weber insistió en que las ideas, las creencias y las motivaciones tienen un peso real en la transformación histórica (o todo se reduce a la lucha económica).
SINTONÍA Y DESACUERDO
Tanto Marx como Weber ven en el capitalismo moderno una forma de organización social que tiene consecuencias negativas para el individuo. Marx lo considera explotador y alienante; Weber, una fuente de deshumanización y pérdida de sentido, porque se ha roto con formas anteriores de vida y creado nuevas lógicas sociales.
Marx asocia el capitalismo con la industrialización y la propiedad privada; mientras que Weber lo hace, pero con la racionalización y el desencantamiento del mundo.
Cada uno, a su manera, rechazó la especulación vacía y proponía herramientas metodológicas para analizar lo real.
Según Marx, el cambio definitivo vendrá a través de la revolución y el derrocamiento del sistema capitalista. Weber, por el contrario, no propone ninguna vía de transformación radical. Su proyecto es más modesto, aunque no menos valioso: entender el mundo, incluso cuando no ofrece respuestas satisfactorias.
DOS MODOS DISTINTOS DE PENSAR LA SOCIEDAD
Lejos de oponerse de forma simplista, sus ideas pueden leerse en tensión creativa. Uno estructural y revolucionario; otro interpretativo y desencantado. Uno propone el cambio como liberación de una opresión histórica; el otro advierte sobre los peligros de una modernidad que avanza “sin alma”.
Marx nos alerta sobre las injusticias materiales y la necesidad de transformación estructural. Weber nos invita a mirar la complejidad de los fenómenos humanos y a no perder de vista el sentido en medio de la racionalización.
Ambos, desde su lugar, siguen siendo imprescindibles para comprender las dinámicas del poder, la desigualdad, la cultura y el sentido en las sociedades contemporáneas. En un mundo que cambia vertiginosamente, las preguntas planteadas por estos pensadores siguen abiertas. Tal vez no podamos responderlas por completo, pero al menos podemos formularlas mejor gracias a sus aportes.