- Víctor Pavón (*)
En esta ocasión me referiré a uno de mis referentes favoritos. Ludwig von Mises (1881-1972) economista, filósofo e historiador austríaco tiene a la fecha cada vez más influencia en los círculos académicos y hasta políticos. Su prestigio es tan relevante que el resurgimiento mundial de la Escuela Austríaca de Economía y de los movimientos libertarios en la batalla cultural como política lo mencionan asiduamente.
Y no es para menos. Desde el análisis exhaustivo de la teoría del dinero, de la tasa de interés, del ciclo y el cálculo económico, Mises hizo lo que nadie pudo llevar a cabo. Le dio a la economía una base metodológica seria y precisa que denominó praxeologia.
Esto es, no basta con el análisis mercantil del ser humano para el mejoramiento de su bienestar, entre lo material y espiritual, había algo que no podía dejar de analizarse. Von Mises desde un inicio rechazó la existencia de diferencias humanas según la clase social, la raza, la religión, la nacionalidad etcétera. Decía sobre los economistas profesionales que en el fondo no eran economistas, sino más bien tecnócratas debido a su afán por el intervencionismo estatal.
Von Mises representa el ideal del pensador sabio y valiente. No se amilanó ante sus adversarios ideológicos. Al contrario, investigó, escribió libros, dictó conferencias y sin descanso dejó una herencia inigualable a la posteridad. Sus adversarios, primeramente, formaron filas en el socialismo y el comunismo de las décadas del 20 y el 30 del siglo pasado.
Derrumbó las teorías socialistas mediante sus axiomas lógicos expresados en libros como su “Tratado de Economía, La Acción Humana”, obra colosal de más de mil páginas. En este texto desarrolló de manera magistral el axioma por el cual sin propiedad privada no hay precios y sin precios no existe cálculo económico que, como se sabe, implica la imposibilidad lógica del socialismo.
Por haber ignorado en aquellos años a von Mises se tuvo que conocer en la práctica el delirio del comunismo que terminó en millones de muertes, hambre y desempleo causados desde 1917 a 1989.
Posteriormente, Mises también se enfrentó al keynesianismo. Con argumentos irrebatibles hizo añicos las muy seductoras medidas esbozadas por John Maynard Keynes. Las ideas keynesianas tenían seducidos a los políticos y burócratas de entonces (todavía sigue) por el cual el gasto público, la demanda agregada, la expansión crediticia artificial, mediante la caja de herramientas del estatismo, les vino como anillo al dedo para alzarse con más dinero expoliando a los productores de riqueza.
Von Mises escribió sesenta libros. Cito algunos: “La acción humana”, “Teoría del dinero y del crédito”, “La mentalidad anticapitalista”, “Teoría e historia”, “Gobierno omnipotente”, “Burocracia, nación, Estado y economía”, “Problemas epistemológicos”, “El cálculo económico”, “Los fundamentos últimos de la ciencia económica”, “Libertad y propiedad”, “Moneda y método y el proceso del mercado”, “Las causas de la crisis”, “Critica del intervencionismo”, “Debate sobre el cálculo económico socialista”, “Teoría del ciclo en la Escuela Austríaca” y otros.
(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES). Miembro del Foro de Madrid. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”, “Cartas sobre el liberalismo”, “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes”, y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la libertad y la República”.