• Por Ricardo Rivas
  • Corresponsal en Argentina
  • X: @RtrivasRivas

El presidente Javier Milei, desde la residencia presidencial de Olivos (RPO), 20 kilómetros al norte de Buenos Aires, “monitorea la situación en que se encuentra (la ciudad bonaerense de) Bahía Blanca, (unos 700 kilómetros al sudeste de esta ciudad) y en (la de) Tucumán”, 1.250 hacia el noroeste de la capital argentina que, desde el jueves de la semana pasada, se encuentran en emergencia por la inclemencia climática que las afecta.

En la primera de la mencionada, en la mañana de ayer, el intendente Federico Susbielles, del opositor peronismo K, confirmó que “hasta cerca del mediodía son 15 las muertes que hemos verificado” luego de que las aguas que anegaron Bahía Blanca por la caída repentina de 260 milímetros de (unos 260 litros por metro cúbico) de agua de lluvia, granizo y vientos de más de 100 K/h drenaran.

El jefe de Estado destinó para la recuperación de esa ciudad y sus alrededores unos 10 millones de dólares que, al decir de las autoridades de la provincia de Buenos Aires que gobierna el también opositor peronista K Axel Kicillof, “son insuficientes” para superar mínimamente los daños en infraestructuras y demandas sanitarias dado la inclemencia del temporal más severo que se abatió sobre esa ciudad en el último siglo.

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El señor Milei, a Bahía Blanca, dispuso además el acondicionamiento de un tren sanitario y la distribución de insumos para tragedias a través de las fuerzas armadas y de seguridad federales que se encuentran en el área. Asimismo, envió al ministro de Defensa, Luis Petri, y de Seguridad, Patricia Bullrich, para que “en el lugar se hagan cargo de coordinar en el terreno las acciones de los efectivos militares y policiales a la vez que evaluar la emergencia social”, informó a La Nación un portavoz gubernamental.

Sobre dicha evaluación se desconocen todavía los resultados dado que cuando Bullrich y Petri se apersonaron en las zonas más afectadas grupos de personas les hicieron saber con vehemencia que “llegaron tarde y sin nada”, por lo que estos dos integrantes del gabinete nacional optaron por retirarse del lugar protegidos por agentes de la Policía Federal y de la Prefectura Naval a bordo de un vehículo institucional.

Patricia Bullrich informó a las y los trabajadores de medios desplegados en el área que la “Gendarmería perdió todo en la inundación, incluidos la totalidad de sus vehículos y equipos de comunicaciones, lo que dificulta seriamente las operaciones hasta que puedan llegar los apoyos logísticos que son necesarios en esta emergencia”.

Pese a ello, el presidente Milei indicó a sus colaboradores que los agentes federales, al igual que el Ejército y la Armada, se acoplaran a las brigadas de rescatistas de los bomberos locales, la Defensa Civil y la policía bonaerense para intensificar la búsqueda a una gran cantidad de personas desaparecidas entre las que se encuentran dos niñas de 1 y 5 años –Delfina y Pilar Hecker– que “fueron vistas por última vez sobre el techo de una camioneta que fue arrastrada por las aguas”.

Paralelamente, se reportó que cerca de 1.500 automóviles fueron arrastrados por las aguas que inundaron en muy breve tiempo sus calles céntricas y periféricas.

En Tucumán, el panorama no es mejor. Las intensas lluvias, con vientos de gran intensidad, provocaron los desbordes de los arroyos que atraviesan la capital, San Miguel, y de las vecinas Yerba Buena, Tafi del Valle y varias más donde la mayoría de las viviendas se inundaron y cientos de automóviles quedaron debajo de las aguas o fueron arrastrados por los torrentes que con violencia descendían desde la zona serrana lindante.

Miles de personas se vieron en la necesidad de abandonar sus hogares “con lo puesto para no morir ahogadas”, reporta las autoridades provinciales que precisaron que las áreas más afectadas son las de la ciudad de La Banda del Río Salí –”donde las aguas superaron por varios minutos (la calzada) el puente que la une con San Miguel”–, informó un vocero de la policía provincial a este corresponsal y añadió que “el temporal con esos ventarrones que superaban los 90 k/h y los torrentes arrasaron zonas muy amplias de las localidades de Lules y Las Talitas”.

El presidente Milei –según trascendió– recibió informes que dan cuenta de varias rutas cortadas tanto en Bahía Blanca como en Tucumán, especialmente allí la ruta 40 que es un troncal vial estratégico, pero pese a que el clima todavía no se normaliza, sí ya se encuentran operativos los aeropuertos en las dos ciudades, lo que permite presumir que los servicios de asistencia federales podrán tener mayor capacidad operativa.

“El Gobierno federal tiene claro que la emergencia no se ha superado, no solo por sus consecuencias, sino porque el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) reporta que las alertas se mantienen”, finalizó una fuente del Ministerio de Defensa.

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