EL PODER DE LA CONCIENCIA
- Por Alex Noguera
- Periodista
- alex.noguera@nacionmedia.com
Una realidad que cada vez se menciona con más insistencia en todo el mundo es la preocupación de los gobiernos ante el problema de la disminución de la tasa de natalidad. En otras palabras, en todo el planeta cada vez se producen menos nacimientos.
Nada más ayer viernes, una noticia sacudió los medios: “Recetan una ‘terapia de shock’ a Italia por una tasa de natalidad baja y en declive”. Y es que en ese país mencionan un “récord” en la disminución de la tasa de natalidad ya que en los últimos siete meses las cifras revelan que los nacimientos disminuyeron más del 2 %.
No solo eso, desde el 2022, el índice de nacimientos bajó en promedio a 1,2 nacimientos por cada mujer, muy por debajo de los 2,1 imprescindibles para mantener la estabilidad poblacional. Ante este desesperante panorama, ahora plantean como salida urgente establecer una política de natalidad que incluya a empresas, bancos, ciudades y hasta a la oposición política.
Esta situación se produce apenas una semana después de que el multimillonario Elon Musk anunciara que “se avecina un colapso poblacional”, advirtiendo que inevitablemente “la natalidad sigue cayendo en picada”.
Pese a sus esfuerzos empresariales y su contribución personal con nada menos que 11 hijos a la humanidad, Musk afirmó que las guerras ni las pandemias son el mayor problema actual, sino la crisis demográfica.
La observación de Musk fue una reacción a los datos revelados desde Australia, donde según las estadísticas en los últimos 30 años la tasa de fecundidad descendió incontenible y pasó de 1,86 hijos por mujer en 1993 a 1,5 en 2023.
Para lograr una compresión más amplia y real del problema deberíamos dejar la visión centrada en países individuales y exponer datos generales de los últimos 50 años. Las cifras publicadas por theconversation.com muestran que, en todo el mundo, desde hace medio siglo la disminución de la fecundidad se aceleró.
El medio refiere que, en 1965, la tasa global de fecundidad mundial era de 5,1; en 1970 bajó a 4,8; en 1980 siguió bajando y llegó a 3,7. Diez años más tarde, en 1990, la tasa bajó a 3,3 y en el año 2000 llegó a 2,8. Pero los números siguen hacia abajo, puesto que en 2021 la tasa fue de 2,3.
En algunos ámbitos opinan que esta circunstancia no debería ser motivo de intranquilidad teniendo en cuenta que la expectativa de vida de la población aumentó considerablemente gracias a los avances de la medicina. Otra opinión expone que la población de varios países aumentará debido a las migraciones desde regiones en desarrollo. Sin embargo, expertos temen que en el futuro se avecine una merma masiva y natural de la población de edad avanzada, que expondrá la crisis de la disminución de población.
Aunque otros son los problemas prioritarios en Paraguay, silenciosamente esta tendencia también le afecta. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la tasa de fecundidad viene disminuyendo de forma alarmante ya que hace una década atrás, el promedio por cada paraguaya era de tres hijos; sin embargo, en el 2022 esta cifra bajó a apenas dos, cifra que solo serviría para mantener su número de población, pero no para hacerla crecer.
Los estudios demuestran que entre las principales causas que favorecen la disminución de nacimientos en el mundo están que los jóvenes de hoy tienen otras prioridades con una variedad casi ilimitada de distractores electrónicos, también que las mujeres acceden más que antes a puestos laborales, sobre todo porque tienen mayor grado de capacitación. Otros motivos que citan son que las relaciones de pareja se establecen cada vez a mayor edad y la universalización de los anticonceptivos.
La tendencia de la disminución poblacional en todo el mundo es un hecho que cada vez preocupa más a los gobiernos, como en el caso de Italia que ya está en “shock”. Paraguay debería comenzar a analizar este aspecto para no encontrarse con sorpresas en un futuro.