• Por Luis Vivanco
  • Profesor de la Fundação Dom Cabral, Brasil

En el entorno corporativo se buscan medidas para indicar la creación de valor en una organización. La idea de crear valor no se refiere únicamente al beneficio contable, ya que la generación de valor solo ocurre cuando el beneficio contable supera la expectativa del patrocinador del negocio, que puede ser el accionista, la institución financiera o ambos. En este contexto, una de las medidas más utilizadas es el Economic Value Added (EVA) o Valor Económico Agregado, calculado por el beneficio operativo menos el costo de oportunidad financiero del capital invertido en una organización. Detrás del concepto de EVA se percibe que cualquier inversión solo tiene sentido si genera el mayor retorno posible en relación con el capital aportado. Es decir, para que una empresa resulte atractiva para los inversores, es necesario que ofrezca una tasa de retorno superior al costo de capital esperado por los patrocinadores del negocio, y se define mediante la siguiente expresión: EVA = Beneficio Operativo - (Capital Total Invertido x CMPC).

Donde:

• Beneficio operativo neto: beneficio de la operación después de deducir las ventas, los costos de los productos y servicios vendidos y los gastos operativos;

• Capital total invertido (Deudas + Patrimonio Neto);

• WACC o CMPC (Costo Medio Ponderado de Capital, que es el promedio ponderado entre el capital ajeno y el capital propio invertido en la empresa).

Un EVA positivo evidencia un rendimiento operativo superior a la expectativa financiera de los patrocinadores, lo que puede potenciar el valor de mercado de la empresa, especialmente en empresas de capital abierto, lo que tenderá a atraer nuevos inversores. Dado que depende mucho del capital invertido, el uso del EVA tiene más sentido para actividades de producción intensiva, que transforman insumos en productos y bienes de consumo. Por lo tanto, el Valor Económico Agregado es más útil para fabricantes de productos industriales que para empresas intensivas en activos intangibles. Otro tema de gran discusión en el mercado se relaciona con las metodologías de valoración de empresas o “Valuation” disponibles en el mercado, que incluyen:

• Descuento de Flujos de Caja: es uno de los más tradicionales en la valoración de empresas e inversiones. Se basa en la idea de que el valor de un negocio es igual al valor presente de sus futuros flujos de efectivo. Este método es particularmente útil cuando se tienen proyecciones financieras fiables y se considera el valor del dinero en el tiempo.

• Método de Valoración por Múltiplos: otra técnica para valorar una empresa. Este método compara la empresa en cuestión con otras similares en el mercado. Los “múltiplos” suelen ser indicadores financieros como P/E (Precio/Beneficio), EBITDA (Beneficios Antes de Intereses, Impuestos, Depreciación y Amortización) o incluso ingresos. Este método es mucho más rápido de aplicar y es útil cuando no se tiene acceso a proyecciones financieras detalladas y se necesita una estimación general del valor del negocio.

• Activos o Valor Patrimonial: este método se basa en la valoración de los activos netos de la empresa (activo menos pasivo). Tiene una mayor aplicabilidad en empresas más antiguas con una mayor proporción de activos tangibles, como bienes raíces o maquinaria. Se utiliza menos en empresas cuyo valor está más vinculado a activos intangibles, como marca y tecnología.

• Opciones Reales: considera la flexibilidad y las elecciones futuras que la empresa podría tener. Este método es especialmente útil para valorar empresas que tienen proyectos a largo plazo con incertidumbres significativas, como en el sector de investigación y desarrollo o en el mercado de materias primas, y permite evaluar opciones como expandirse, contraerse o incluso abandonar un proyecto, según cambien las condiciones del mercado.

• Costo de Reposición: evalúa cuánto costaría crear una empresa similar a la que se está valorando. Es particularmente útil para sectores en los que los activos tangibles, como equipos e instalaciones, son los principales contribuyentes al valor de la empresa. Tiene una mayor aplicabilidad en industrias de infraestructura y energía.

En resumen, la valoración desempeña un papel relevante en el ámbito de las inversiones y la planificación estratégica, incluidas las fusiones y adquisiciones. Los conceptos presentados están en el centro del programa PAEX de la Fundação Dom Cabral, que dedica cada vez más esfuerzos a la visión estratégica de los líderes empresariales, con el fin de aumentar la capacidad de los ejecutivos para resolver problemas, definir competencias y construir un modelo de gestión estratégica orientado a resultados.

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