- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
La Carta Orgánica del IPS deberá ser revisada y actualizada lo antes posible, dado que ya tiene 80 años de vigencia.
En pleno siglo XXI las instituciones tratan de ir reinventándose a través de la oferta de productos crediticios y no crediticios para el resguardo y fortalecimiento de su posición económica-financiera-patrimonial.
El IPS precisa de una mayor fortaleza, eficiencia y eficacia, dando respuestas a las exigencias y necesidades actuales de sus asegurados (activos, jubilados y pensionados).
El Fondo de Jubilaciones y Pensiones debe fortalecerse para poder darles la tranquilidad necesaria a los beneficiarios del seguro social, demostrando que desde el punto de vista económico-financiero se están haciendo revisiones actuariales que sean sustentables para la cobertura y respaldo necesarios de todos los asegurados.
El IPS es propietario de un importante portafolio de activos inmobiliarios ubicados en diversos sitios de nuestra capital, ciudades periféricas e interior de nuestro país, valuados en no menos de G. 2 billones, pero generando solo el 20 por ciento de rentas de los que están disponibles, manteniéndose en su mayoría ociosas y subutilizadas, implicando importantes erogaciones mensuales en concepto de gastos rígidos, en donde haciendo la relación ingresos-egresos mensuales, esta última sería muy superior.
Los inmuebles más valiosos que forman parte de su patrimonio deberán ser objeto de retasación a valores de mercado, que permitan generar nuevas reservas de revalúo, lo que les permitiría contablemente mostrar un perfil diferente al actual, pues son capitalizables en un 100 por ciento.
En función a lo prescripto en su Carta Orgánica, con la aprobación del Consejo de Administración podrán encarar inversiones inmobiliarias a través de alianzas estratégicas, aportando el IPS el terreno como capital del emprendimiento y haciéndose cargo de las obras civiles los desarrolladores del sector privado, técnicamente administrables a través de un fideicomiso que les estaría generando buenos ingresos operacionales, teniendo en cuenta el elevado déficit de viviendas a nivel país (en más de 1.000.000).
Cuenta con 26.000 funcionarios activos, habiendo ingresado no menos de 10.000 a partir de 2018, una superpoblación que debería racionalizarlo, ya que representan mes a mes sumas multimillonarias para el pago de sueldos y otros beneficios, incluido los comisionados a otros entes, que por ley la institución también deberá hacerse cargo.
El Consejo de Administración, como una de sus prioridades, deberá encarar la revisión global de la legislación actual, teniendo en cuenta que recientemente fue promulgada la Ley de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, que determina que el portfolio de inversiones del IPS tiene que ser reestructurado, adecuándose a los porcentajes máximos estipulados para los diversos instrumentos financieros.
Se precisa de un trabajo técnico-profesional proactivo para que el Parlamento pueda analizarlo y sancionarlo, y a posteriori promulgado por el PE, que irá en beneficio de la institución, dada la cantidad de asegurados activos, jubilados y pensionados que implican montos importantes de necesidades financieras para la cobertura integral de su salud, hoy no cubiertas a plenitud por limitación de recursos presupuestarios.
La Caja de Préstamos de la entidad también se podrá constituir en un coadyuvante importante para la satisfacción de necesidades no solo de los funcionarios activos y jubilados, sino de las mipymes que de ahora en más podrán acceder a derechos jubilatorios y seguro social (dueños y empleados), en un país como el nuestro donde tenemos más de 230.000 empresas dentro de este segmento de negocios sin formalizarse.
No existen “recetas mágicas” más que poner en marcha la capacidad innovativa y creativa junto a una reinvención continua, orientados a fortalecer la posición económica-financiera-patrimonial de la institución, que está pasando por una delicada situación financiera, con una deuda pendiente con empresas farmacéuticas de aproximadamente USD 450 millones, precisando de un plan estratégico conducente a saldarlos lo antes posible.
Todo es posible y factible trabajando en equipo y no en compartimentos estancos, donde muchas veces el poder de decisión sigue muy concentrado.