Si no fuera por la retórica interesada de ideas y prácticas que terminan en establecer normas coercitivas contrarias a la vida, la libertad y la propiedad, muchos de los acontecimientos nacionales e internacionales no serían de preocupación.

La retórica interesada es un discurso atractivo en el ámbito de la comunicación. Luego se convierte en un problema cuando las palabras expresan solo buenas intenciones para todos, motivo por el cual si alguien dice lo contrario será considerado un conservador, derechista y hasta paranoico entre otros adjetivos.

La retórica interesada termina por erosionar al sentido común y va eliminando de a poco el disenso. No obstante, la realidad es que el ser humano por lo general no desea dañar a los demás. Dejando que cada quien decida según su parecer sin tener que estar sometido a amenaza alguna, tendemos a cooperar con los demás para mejorar juntos nuestra respectiva condición de vida. Esto último es el orden social de la libertad.

A la fecha este orden social de la libertad está siendo atacada desde la política, la economía y la cultura, siendo estas tres dimensiones una sola. Aun habiendo propiciado los más importantes avances en la civilización, la libertad pretende ser reemplazada por la igualdad o mejor, una falsa igualdad.

Son los “nuevos” tiempos, dicen. Los “nuevos” tiempos a los que debemos adherirnos sin cuestionar metodología ni consecuencias. Los “nuevos” tiempos es el reemplazo del individuo por la sociedad. Esto es peligroso. Termina en tragedia, puesto que si las personas no disponen de sus propias decisiones y en su propio país y tienen que aceptar lo que en otros lugares se decide y hace, surge el sometimiento.

Ocurre que si otros deciden por mí sin tener la posibilidad de expresar mi desacuerdo, estoy ante una imposición o, lo que es lo mismo, una forma de servidumbre: es preferir la seguridad antes que la libertad.

¿Sucede esto ahora o es algo del pasado como en las autocracias o épocas de esclavitud? La respuesta es que sucede hoy en pleno siglo XXI.Dos hechos concretos muestran que nuestro país se deberá decidir por aceptar la retórica interesada de ideas y grupos que pretenden decirnos lo que debemos hacer según lo que ellos consideran mejor para nosotros y, desde luego, siempre con los criterios que ellos han elegido y donde nosotros no tuvimos participación alguna.

El primero de ellos es el Acuerdo UE-Mercosur sobre el que me referí en este espacio días atrás. Y el segundo acontecimiento trata sobre si se acepta el primer tratado en la historia mundial sobre pandemias promovido desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Acerca del Acuerdo UE-Mercosur solicito al amable lector lea mi opinión de días atrás. Sobre el tratado sobre pandemias mundial bastarían las siguientes interrogantes: ¿Por qué cree la OMS que su tratado solo puede ser manejado por ellos sin que los países procedan según su mejor parecer?

¿Por qué la OMS desea violar el principio de autodeterminación de los pueblos? ¿Por qué la OMS no toma en cuenta la soberanía como factor de decisión en una nación? ¿Sabe la OMS de los daños por ellos mismos provocados a nivel mundial durante la pandemia covid-19 con los cierres llamados lock down de reclusión forzosa de las personas en sus casas o en zonas determinadas? ¿Qué pasaría en Paraguay si la OMS dictara la orden de lock down en los departamentos de Alto Paraná, Canindeyú e Itapúa, por ejemplo?

Como país no debemos aceptar el Acuerdo UE-Mercosur si se introduce el Reglamento 1115 o texto similar, así como tampoco se debe admitir seamos parte del tratado de pandemias que próximamente se deliberará en nuestro país. Pero cuidado con la retórica interesada capaz de confundir a los incautos y comprar a los traidores.

El Congreso tiene la palabra, así también el Ejecutivo, que debe expresar su posición sobre ambos temas que, de una u otra manera, afectarán el curso de la historia del Paraguay.

(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES). Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”: “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la libertad y la república”.