• Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
  • MBA

La Carta Orgánica del IPS data del año 1944. Si bien desde entonces se les han realizado alguna que otra modificación, resulta insuficiente para poder contar con una institución moderna, eficiente, acorde al tiempo, exigencia y necesidades actuales de los asegurados.

Se hace imperioso y necesario fortalecer mucho más el Fondo de Jubilaciones y Pensiones, que permita darles la tranquilidad necesaria a los asegurados de que desde el punto de vista económico-financiero se están haciendo revisiones actuariales para que la provisión mensual de recursos económicos se mantenga cubierta y respaldada como debe de ser.

Desde el punto de vista patrimonial el IPS es propietario de una importante cantidad de inmuebles (nada menos que 1.674) ubicados en diversos sitios de nuestra capital, ciudades periféricas e interior de nuestro país, muchas de ellas ociosas y subutilizadas, que antes que generarle ingresos implica para la entidad importantes erogaciones mensuales en concepto de gastos rígidos.

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Se hace necesario que los más valiosos que forman parte de su patrimonio sean objeto de una retasación a valores de mercado, lo cual se podrán realizar con profesionales tasadores del MOPC, que permitan generar nuevas reservas de revalúo permitiendo así mostrarnos contablemente un perfil diferente al actual, dado que desde el punto de vista contable y legal son capitalizables en un 100 por ciento.

La institución en función a lo estipulado en su actual Carta Orgánica, en caso de necesidad y con la aprobación del Consejo de Administración puede encarar inversiones inmobiliarias a través de alianzas estratégicas, aportando el terreno como capital del emprendimiento y haciéndose cargo de las obras civiles los desarrolladores del sector privado, las que técnicamente podrán ser administradas a través de un fideicomiso, pudiendo generarle muy buenos ingresos operacionales, teniendo en cuenta que la demanda de viviendas supera a la oferta a nivel país (en más de 1.000.000).

El IPS posee hoy día 26.000 funcionarios activos (de dicho total aproximadamente 10.000 ingresaron a partir del 2018), una superpoblación que el Departamento de Talento Humano debería ver la forma de ir racionalizándolo, pues mes a mes se deben provisionar sumas multimillonarias para el pago de sueldos y otros beneficios.

El Consejo de Administración, que es la máxima autoridad institucional, deberá proactivamente encarar cuanto antes la revisión global de la ley actual, que a simple vista resulta vieja, obsoleta y desfasada en el tiempo, más aún ahora en que recientemente fue promulgada la Ley de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, que precisará que el portfolio actual de inversiones del IPS sea reestructurado, adecuándose a los porcentajes máximos estipulados para los diversos instrumentos financieros.

Un trabajo profesional deberá realizarse dentro de este primer semestre para que el Parlamento pueda analizarlo y sancionar la Carta Orgánica actualizada, y a posteriori promulgada por el Poder Ejecutivo, lo que irá en beneficio directo de la institución, dada la cantidad de asegurados que hoy posee, jubilados y pensionados conllevando un incremento sustancial de necesidades financieras para la cobertura de atención de su salud.

La Caja de Préstamos de la institución se podrá constituir en un coadyuvante importante para la satisfacción de necesidades no solo de los funcionarios y jubilados, sino también de las mipymes que de ahora en más podrán acceder a derechos jubilatorios y seguro social (dueños y empleados), en un país como el nuestro donde tenemos más de 230.000 empresas dentro de este segmento de negocios sin formalizarse, constituido en el mayor generador de fuentes de trabajo a nivel mundial.

A través de la reforma de la Carta Orgánica se podrá incorporar otros tipos de instrumentos financieros, a ser negociados dentro del mercado doméstico, pudiendo aportar importantes ingresos adicionales a la institución (compra de bonos del Tesoro, fondos de inversión), ademas de la posibilidad potencial de operar como una banca de segundo piso.

Estamos en pleno siglo XXI donde la capacidad innovativa y creativa tiene un importante valor agregado, y no queda otra más que reinventarnos en forma continua, orientados a fortalecer la posición económica-financiera-patrimonial del IPS.

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