Me parece muy importante recordar que Jesús nació, porque solo con ese hecho, de que Jesús nació en este planeta tal como lo recordamos, en un pesebre de Belén, de una virgen, como un bebé humano, y todos lo que recordamos en torno a ese hecho tiran por tierra herejías y mentiras que se dijeron de Jesús en todos estos siglos.

En el primer y segundo siglo el gnosticismo (la primera gran corriente herética que atacó la doctrina cristiana) sugería que Jesús no tuvo nunca un cuerpo humano y si no tuvo un cuerpo humano tampoco pudo haber sufrido todas las limitaciones que implica tenerlo, como sufrir el dolor físico y emocional, sangrar y finalmente morir.

Ellos decían que lo material es intrínsecamente malo y lo espiritual intrínsecamente bueno, así que Jesús, que era Espíritu y por lo tanto bueno, no pudo encarnarse porque perdería su pureza. Eran conceptos ajenos a todo lo que nos enseñan las Escrituras a través de los profetas y apóstoles. Dice Efesios 2:20 “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra angular Jesucristo mismo”. Nuestro fundamento de fe es la Biblia y lo principal; Cristo.

Hoy se sigue diciendo miles de mentiras de Jesús, desde que no existió hasta que sí existió, pero solo fue un hombre más, otros van al otro extremo y dicen que solo era un espectro o un espíritu incorpóreo, otros que vivió una vida larga y murió de viejo en algún lugar del Asia. Otros dicen que nunca murió, sino que fue directo al cielo (cosa que afecta el centro mismo de la fe cristiana que es la muerte y resurrección de Cristo 1 Co. 15:13,14).

En las últimas décadas surgió la hipótesis de que es un extraterrestre que nos trajo sabiduría, incluso argumentan “bíblicamente”, ya que él dijo “mi reino no es de este mundo” (Jn 18:36), que cuando ascendió al cielo lo hizo en una nave espacial camuflada en una nube, etc., etc. Por supuesto que él no era de este mundo, él creó el universo (Juan 1:1,2) y su trono está en el tercer cielo y el estrado de sus pies es el planeta tierra, no tiene nada que ver con ser un aliens.

Todas estas hipótesis son demoniacas y pretenden desviar la mirada del verdadero Cristo, el Hijo de Dios, el Salvador del mundo. Todo aquel

Todo aquel que cree cualquier cosa que no está en la Biblia, que es la Palabra de Dios, está diciendo que la Biblia miente, por lo tanto Dios miente y lo tratan de mentiroso. Es una blasfemia muy grande y, sin duda alguna, compromete totalmente nuestra salvación.

PASTOR EMILIO DANIEL AGÜERO ESGAIBque cree cualquier cosa que no está en la Biblia, que es la Palabra de Dios, está diciendo que la Biblia miente, por lo tanto Dios miente y lo tratan de mentiroso. Es una blasfemia muy grande y, sin duda alguna, compromete totalmente nuestra salvación. Pues la seria advertencia que hace el apóstol Juan en 1 Juan 4:1-6 es clara y no pasaremos por inocentes.

Si lee el Credo de los Apóstoles, que es el resumen de la fe cristiana, se percatará de un “detalle” muy importante. Todo cristiano debería de saber de memoria este Credo, es muy importante: “Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Universal, la Comunión de los Santos; el perdón de pecados, la Resurrección de la carne y vida eterna. Amén”.

Ocho doctrinas fundamentales están en este Credo, ¿cual es la particularidad?, que de esas ocho doctrinas la que ocupa más de la mitad del Credo es sobre Jesús, ¿por qué? Porque esa siempre ha sido la controversia y el ataque diabólico sobre Dios: negar quién Dios dice que Jesús es y su función principal, la salvación de las almas.