- Por Eduardo “Pipó” Dios
- Columnista
Sin duda alguna el estrés postraumático de los “anti” no para desde el 1 de mayo pasado. No saben por dónde ir, hay que atacar, ¿pero qué cosa?, ¿dónde?, ¿cuándo?
El Gobierno consigue que Petropar, racionalizando personal y otros gastos superfluos (personal contratado por una empresa tercerizada, por ende no incurre en gastos ni es responsable de alguna demanda laboral), baje el precio de los combustibles y del gas... todos contentos, salvo dos diputados mononeuronales, más mono que neuronales, se escandalizan, uno pide “informe” sobre “¿por qué bajaron?”. La otra es la última diputada de izquierda de la República, que entró de casualidad por un favor del esquizofrénico de Efraín que le regaló una banca del PLRA. Ella es de ultraizquierda, socialista, pero le preocupa que sea por el “populismo que tanto daña a la región”; o sea, ¡el de tus amigos que te financian la campaña, mi reina!, y que si ahora baja, “mañana puede subir”... y que “vaya a saber cómo hicieron para bajar”. O sea, si no sabés nada, ¿cómo sabés que está mal algo que beneficia directamente al 100 por ciento de los ciudadanos de este país?, salvo, claro, a 4 o 5 familias archiputírricas dueñas de las distribuidoras que ganan un chiqui menos…, pero ella es “socialista”.
El IPS, saqueado hasta los cimientos ante el silencio cómplice de los “opositores” y sus amis de la prensa aliada, decide aumentar las horas de atención médica a los pacientes... ¿genial, no?, menos espera, más turnos diarios. Ah, pará, no, hay “algunas líneas de colectivos que trabajan hasta las 22:00 nomás”; o sea, ¡qué barbaridad! Tendrán que ir en Bolt o le podrá llevar su cuñado o su hija en la moto. Es asegurado del IPS o jubilado, a lo mejor prefiere gastar 25.000 en Bolt que esperar 6 meses el turno con el diabetólogo... ponele...
Ponen en el Consejo de Itaipú, donde el sueldo supera los 100 millones mensuales, más extras, a 5 ministros del Gabinete que tienen áreas directamente involucradas con el tema, en vez de que sean cupos para amigos o aliados políticos como siempre, y encima ad honorem; o sea, no van a cobrar nada más que el sueldo de ministro que ya cobran... ni hablar de la idoneidad de los nombrados... pero no... aparecieron algunos intérpretes “ad honorem” de la Constitución a decir que no se puede, se les explica, pero ellos quieren entender solo lo que les viene bien... Mejor pongamos 5 amigotes a llevársela en pala y a recibir órdenes de los 5 ministros brasileños especialistas que puso Lula. Demasiado bueno ya para nosotros, no merecemos.
Si no cansaran tanto, porque al final nadie les da pelota, nadie les cree y a nadie le importan ellos y sus idioteces, uno dejaría pasar y hasta daría risa. Pero no, cansan y dan pena y hasta, algunos, asco.