DESDE MI MUNDO
- Por Carlos Mariano Nin
- Columnista
Vamos terminando esta semana con una sobrecarga de estrés. Generalmente a todos nos sucede. El tiempo parece acelerarse y detenerse cuando vamos llegando al fin de semana. El tiempo frío, caluroso, los baches, el tráfico, el colectivo, todo parece atentar contra nuestra supervivencia, o al menos, siendo menos exagerados, contra nuestra paciencia.
La cosa no termina en las cuentas o el tráfico, el frío o el calor. Si debemos recurrir a una institución pública la cosa se complica hasta el hartazgo.
Pareciera ser que la primera condición para la contratación de gente en la función pública es el “maltrato profesional” en la mayoría de los casos, personas autosugestionadas a hacernos pasar un mal rato. Porque sí nomás. No hay explicación alguna. Sucede aquí y allá.
Me cuenta un amigo que en una institución que atiende a pacientes especiales, los funcionarios no están preparados para atender a personas con discapacidad.
Es fundamental que el trato sea, cuando menos, afable. Las personas vulnerables muchas veces no entienden o sufren cuando además de no poder expresarse con claridad los funcionarios que las atienden no las entienden, y eso lleva irremediablemente al maltrato y la frustración. Muchas veces quedan esperando horas por atención. Es inhumano. Desagradable. Cruel.
Muchas veces, este caso es solo un ejemplo, debemos protestar con fuerza. No hay que tener vergüenza porque el salario de esas personas lo pagamos todos. Sí, lo pagás vos, lo pago yo, lo paga el paciente del hospital público y el que pide permiso en su trabajo para ir a pagar la luz o el agua.
Nadie, por más grande que sea su cargo, tiene el derecho de tratarte mal. Quienes trabajan en la función pública nos deben respeto, atención digna y eficiente porque tienen el deber, es su obligación y quienes no lo hagan están violando los preceptos fundamentales de los DD. HH.
Hoy arrancate la mordaza. Gritá si tenés que hacerlo, que otros te escuchen para que reaccionen y esos funcionarios sean sancionados con todo el peso de la ley.
Todos lo merecemos. Yo lo pienso así. Pero claro... esa es otra historia.
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Estudio sugiere que uso de IA hace menos críticos a los estudiantes
Cuando Jocelyn Leitzinger pidió a sus estudiantes que contaran una anécdota personal sobre la discriminación, se dio cuenta de que la víctima solía llamarse Sally. “Estaba claro que era un nombre femenino habitual para ChatGPT”, lamenta esta profesora de Chicago. Sus estudiantes “ni siquiera escribían sobre sus propias vidas”, afirma Leitzinger, que imparte clases de negocios y sociedad en la Universidad de Illinois.
La profesora calcula que alrededor de la mitad de sus 180 alumnos utilizaron ChatGPT de forma inadecuada el semestre pasado, incluso al escribir sobre las cuestiones éticas que rodean a la inteligencia artificial (IA)... Y explica a AFP que no le sorprenden los resultados de una investigación reciente, que sugiere que los estudiantes que utilizan IA generativa para escribir sus trabajos son menos críticos.
El estudio preliminar, que aún no ha sido revisado por pares, se hizo viral en redes sociales, resonando claramente entre muchos docentes que se enfrentan a estas prácticas. Desde su publicación el mes pasado, más de 3.000 profesores han escrito al equipo de investigadores del MIT que lo llevó a cabo, según declaró a AFP su autora principal, Nataliya Kosmyna.
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Para este estudio, 54 estudiantes de la zona de Boston fueron divididos en tres grupos. Tenían que escribir redacciones de 20 minutos, el primero utilizando ChatGPT, el segundo un motor de búsqueda y el tercero solo sus sesos.
Los investigadores midieron la actividad cerebral de los estudiantes durante sesiones espaciadas varios meses y dos profesores calificaron sus textos.
Los usuarios de ChatGPT tuvieron resultados significativamente peores que los que utilizaron únicamente la cabeza. Los electroencefalogramas mostraron que distintas regiones de sus cerebros se conectaban entre sí con menos frecuencia.
Además, más del 80% de los usuarios de la IA no podían citar ningún fragmento de la redacción que acababan de escribir, frente al 10% de cada uno de los otros dos grupos. Al final de la tercera sesión, parecían limitarse principalmente a copiar y pegar.
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Textos sin alma
Por su parte, los profesores encargados de corregir sus textos declararon que eran capaces de reconocer fácilmente aquellos “sin alma”, escritos gracia a la IA. Aunque la gramática y la estructura eran correctas, les faltaba creatividad, personalidad y una reflexión profunda.
Kosmyna matiza no obstante las interpretaciones del estudio que hicieron algunos medios, según las cuales la IA vuelve estúpidas o más perezosas a las personas.
Durante la cuarta sesión, el grupo que hasta entonces solo había utilizado su cerebro fue invitado a utilizar ChatGPT por primera vez... y mostró un nivel de conectividad neuronal aún mayor, señala.
Es demasiado pronto para sacar conclusiones de una muestra tan pequeña, según la investigadora, que reclama más estudios sobre cómo utilizar mejor las herramientas de IA para facilitar el aprendizaje.
Ashley Juavinett, neurocientífica en la Universidad de California San Diego, que no participó en el estudio, también critica algunas de las “extrapolaciones” que se hicieron a partir del estudio.
“Este artículo no aporta suficientes pruebas ni rigor metodológico para sacar conclusiones sobre el impacto de los grandes modelos lingüísticos [como ChatGPT] sobre el cerebro”, declara a AFP.
Para Leitzinger, sin embargo, estos resultados coinciden con su percepción de cómo ha cambiado la escritura de sus alumnos desde la llegada de ChatGPT en 2022, con menos faltas de ortografía, pero también menos autenticidad.
La llegada de la inteligencia artificial se compara a menudo con la introducción de las calculadoras, que obligó a los profesores a cambiar sus métodos. Leitzinger teme que los alumnos ya no necesiten conocimientos básicos antes de utilizar la IA, saltándose la etapa esencial del aprendizaje. “Escribir es pensar; pensar es escribir. Si eliminamos este proceso, ¿qué queda del pensamiento?”, se pregunta.
Fuente: AFP.
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Jóvenes paraguayos irán a mundial de matemáticas en Australia
Un grupo de cuatro jóvenes paraguayos participará de la 66.ª edición de la Olimpiada Internacional de Matemática (IMO, por sus siglas en inglés), considerada la más prestigiosa del mundo en su categoría, que reunirá a los mejores estudiantes de más de 100 países, del jueves 10 al domingo 20 de julio en la ciudad de Sunshine Coast, en Australia.
La delegación paraguaya está compuesta por los estudiantes Stefany Fiorella Velázquez Ferreira, Fernando Daniel López Bobadilla, Alejandro Manuel Almaraz Aquino y Éver Moisés Ortega Portillo, quienes fueron seleccionados por su destacado rendimiento en el Programa Jóvenes Talentos de la Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos (Omapa). Acompañarán al equipo la Ing. Carmen Sánchez, como líder de delegación, y el Dr. Edgar Elizeche, como tutor del equipo. Ambos son exolímpicos, instructores en Jóvenes Talentos y forman parte del equipo académico de Omapa.
La IMO consiste en una competencia de dos jornadas, con pruebas de cuatro horas y media cada día, en las que los participantes deben resolver seis problemas matemáticos de alta dificultad. Por su nivel académico y el rigor de la evaluación, la IMO es reconocida como el “Mundial de las Matemáticas”, y representa una oportunidad única para que los jóvenes compartan con pares de todo el mundo en un entorno de excelencia científica. Paraguay participa regularmente en la IMO desde 1997, y ha obtenido hasta la fecha 1 medalla de plata, 11 medallas de bronce y 28 menciones de honor, logros que reflejan el compromiso y la calidad del proceso formativo liderado por Omapa.
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La Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos (Omapa), promueve la participación de los jóvenes paraguayos en la Olimpiada Nacional Juvenil de Matemática. Luego, invita a los estudiantes con mejores resultados a formar parte del Programa de Iniciación Científica con énfasis en Matemática para Jóvenes Talentos, en el cual los participantes adquieren un entrenamiento especializado en olimpiadas de matemáticas y entre los mismos se selecciona nuevamente a los mejores para representar a Paraguay en las Olimpiadas Internacionales.
El Programa Jóvenes Talentos es el único en su tipo en Paraguay, tiene alcance nacional y probada efectividad a nivel internacional, ya que muchos de los alumnos que recibieron esta capacitación se encuentran hoy día becados en renombradas universidades de diferentes países. Entre ellos se encuentra la primera mujer paraguaya admitida y egresada del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Para formar parte de “Jóvenes Talentos” es necesario que el estudiante haya sido convocado por estar entre los finalistas de la Olimpiada Nacional de Matemáticas. Esta competencia se realiza cada año entre estudiantes de colegios públicos, subvencionados y privados de todo el país; en total cada año participan alrededor de 90.000 estudiantes, de los cuales sólo 750 de ellos llegan a este tramo.
La participación de la delegación paraguaya en esta edición fue cofinanciada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) con apoyo del Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI). La participación en la IMO no solo representa un desafío académico de alto nivel, sino también un reconocimiento al esfuerzo, la disciplina y el talento de cientos de estudiantes paraguayos que año a año dan lo mejor de sí en la Olimpiada Nacional. El equipo que representará al país en Australia es el reflejo de ese trabajo sostenido, del impacto transformador de la educación científica, y del compromiso institucional con el futuro de los jóvenes paraguayos.
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Itaipú reporta el 73 % de entrega de muebles escolares
Itaipú Binacional ya entregó un total de 239.137 conjuntos de mesas y sillas pedagógicas en 863 instituciones del país, al cierre del mes de junio. Esta nueva cifra corresponde a un beneficio directo para una cantidad estimada de 333.469 estudiantes de 57 distritos priorizados de Alto Paraná, Caaguazú, Caazapá, Ñeembucú, Itapúa, San Pedro, Central, Paraguarí, Cordillera y Asunción.
La primera etapa del proyecto contempla la entrega de 328.687 mobiliarios, lo que alcanza el 73 % de la meta con este último reporte. La distribución llegó en días recientes a las ciudades de San Lorenzo, Fernando de la Mora, Mariano Roque Alonso, Ypané y Lambaré del departamento Central, totalizando 167.539 conjuntos entregados en 501 instituciones de los 19 distritos previstos.
Según el último reporte de la Asesoría de Responsabilidad Social de Itaipú, en Alto Paraná fueron beneficiadas 18 instituciones educativas de Itakyry y Juan E. O’Leary, con 3.183 mobiliarios; en Caaguazú, 25 escuelas y colegios de los distritos de R.I. 3 Corrales, Yhú y Tembiaporá recibieron 2.641 muebles escolares; mientras que, en Caazapá, se distribuyeron 2.492 conjuntos de mesas y sillas en 20 instituciones de Gral. Higinio Morínigo y San Juan Nepomuceno.
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La lista sigue con Ñeembucú, donde 9 colegios y escuelas de los distritos de Alberdi, Pilar, Villa Franca y Villa Oliva fueron beneficiados con 2.317 conjuntos de muebles pedagógicos; y en Itapúa 15 instituciones educativas públicas de Alto Verá y San Pedro del Paraná recibieron un total de 1.969 mobiliarios. En el departamento de San Pedro fueron entregados 8.354 muebles escolares en 51 centros educativos de los distritos de Santa Rosa del Aguaray, Yrybucuá y Capiibary.
Asimismo, en Paraguarí fueron distribuidos 7.325 muebles en 62 instituciones de Yaguarón, Paraguarí, Carapeguá, San Roque González, Pirayú, Escobar, Quiindy, Ybycuí, Acahay, Ybytymi, La Colmena, Sapucai, Mbuyapey, Gral. Bernardino Caballero, Caapucú, Tebicuarymi, Quyquyho y María Antonia. A su vez, en Cordillera, un total de 14.109 mobiliarios fueron entregados a 76 colegios y escuelas de Caacupé, Arroyos y Esteros y Tobatí.
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Escuelas verdes: cuando la educación ambiental cambia familias y ciudades
- Lourdes Torres
- lourdes.torres@nacionmedia.com
- Fotos Matías Amarilla / Gentileza
Aplicar de manera trasversal la educación ambiental desde la primaria está demostrando que puede generar importantes cambios en la sociedad. Así lo confirman padres, docentes y alumnos de algunas instituciones educativas donde desde hace unos años están implementando un programa de estudio ambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay.
Son poco más de las siete de la mañana y la densa neblina otoñal se va disipando con los primeros rayos del sol. En el aula del octavo grado se preparan con mucha ansiedad por salir al patio trasero de la Escuela Salesiana Pedro Ignacio Morínigo, de la ciudad de Fernando de la Mora, donde tienen su pequeña huerta escolar. Los acompaña el profesor Adolfo Ramírez, ingeniero agrónomo. La tarea del día es revisar cómo han quedado los pequeños plantines, así como el drenaje correcto del agua tras la intensa lluvia que se registró el día anterior.
El desarrollo de la huerta escolar forma parte del proyecto de formación y educación medioambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay, gracias al apoyo de la Cooperación Alemana y el Engagement Global. Este programa educativo medioambiental es aplicado además en 16 instituciones educativas salesianas y dos escuelas públicas.
Para conocer más acerca del programa, La Nación/Nación Media conversó con la coordinadora, la ingeniera María José Llamosas, quien señaló que el programa arrancó en 2021 con un plan piloto con cinco escuelas salesianas. Explicó que cerrar con éxito ese primer año permitió asegurar el financiamiento para los siguientes años. A la fecha ya se está ejecutando en un total de 18 instituciones educativas llegando a más de 11.000 estudiantes.
“Desarrollamos un documento que sirva a los docentes como base para poner en práctica la educación ambiental en los colegios. Y aparte de ese documento, también se realizan ciertas medidas concretas en favor del cuidado del medioambiente”, indicó.
Agregó que desde la red salesiana dan seguimiento al proceso de aplicación del programa educativo medioambiental, acompañando al docente en el aula, colaborando en las prácticas a fin de que el desarrollo ambiental sea sostenible en el tiempo. Además, involucra a padres y otros actores de la comunidad educativa.
PROBAR, EXPERIMENTAR Y APRENDER
Una de las instituciones que lleva adelante este programa es justamente la escuela Pedro Ignacio Morínigo, donde el programa educativo se está aplicando en todos los niveles escolares. La ejecución de esta iniciativa desarrolla un importante número de competencias y disciplinas, permitiendo probar, experimentar y aprender haciendo.
Al respecto, la directora de la institución, la Lic. Rosa Marengo, destacó que el desarrollo de la huerta escolar les permite promover una conciencia de cuidado y respeto al medioambiente. Además del aprendizaje sobre alimentación saludable, impulsando valores como la paciencia, responsabilidad, compañerismo y compromiso.
Indicó que a la par del cultivo de hortalizas, también cultivan plantas medicinales para que los alumnos conozcan y aprendan sobre sus propiedades. Asimismo, continúan con el programa de reciclados que ya desarrollaron con mucho éxito el año pasado.
“Hace cuatro años que trabajamos con este programa medioambiental y creo que ya es sostenible en el tiempo. Los chicos están muy entusiasmados, al igual que sus padres están muy pendientes del desarrollo de las actividades. Es muy interesante la forma como los chicos aprenden sobre el cultivo de hortalizas, porque ellos no tienen ese contacto agrícola. Muchas veces ocurrió que se han sorprendido de dónde provienen ciertas verduras u hortalizas”, indicó.
En tanto, la profesora Fabiola Gómez, docente del quinto grado de los turnos mañana y tarde, destacó la importancia de trabajar con los alumnos la idea del cuidado del medioambiente, subrayando la importancia del reciclaje y el cultivo de la huerta para una alimentación saludable. Mencionó que actualmente están con los plantines de lechuga, cebollitas, perejil, espinacas, acelgas, entre otros. Además, de las plantas medicinales, como ser el boldo, la mentita, cedrón.
“Es importante porque ellos ven el proceso de crecimiento y desarrollo de las plantas. Por eso, considero muy enriquecedor para las escuelas en general. Además, permite que los niños repliquen lo aprendido en sus hogares, es así que varios chicos ya comenzaron a tener sus pequeñas huertas en las casas”, comentó la directora Marengo.
EDUCACIÓN TRASVERSAL
Al respecto, Llamosas, coordinadora del Equipo Inspectorial, señaló que, para un mejor aprovechamiento del programa de estudio, se ha trabajado para que el mismo sea transversal al resto de la malla curricular. Indicó que para su implementación en las escuelas se firmaron convenios de cooperación con las instituciones. Así también, cuenta con la revisión por parte del Ministerio de Educación y Ciencias, a través de la Dirección de Desarrollo Educativo, que hace el control y la verificación del plan, certificando que es apto para el uso en escuelas en Paraguay.
“A la par de trabajar con el MEC, también colabora el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) con los contenidos específicamente ambientales que estén acordes a la actualidad. Es así que notaron la falencia de que la educación ambiental necesitaba una mayor trazabilidad con las demás asignaturas, como bien establece el currículum de la educación paraguaya. Justamente es donde la red salesiana ha colaborado para mejorar esa trazabilidad”, precisó.
RESILIENCIA AL CAMBIO CLIMÁTICO
Dentro de este programa de estudio ambiental, la ingeniera Llamosas destacó que trabajan con un total de 10 ejes temáticos. De estos, dos de ellos están directamente enfocados en lo que es el cambio climático y la gestión de riesgos de recursos con enfoque en la resiliencia. Explicó que el objetivo es que la comunidad educativa aprenda a identificar esos factores de riesgos y luego sepa cómo sobrevivir al cambio climático.
“El primer factor es identificar cuáles son los riesgos y después ir viendo cómo mitigar o de usar ese término que ahora se solicita, que es el de la resiliencia al cambio climático. Por ejemplo, las escuelas del Chaco tienen problemas más tangibles como la sequía, las inundaciones y lo mismo los incendios forestales que les llegan prácticamente a las escuelas y a las casas. Buscamos que desarrollen el pensamiento crítico y de parte de ellos mismos salga esa identificación de factores de riesgo, que hagan su diagnóstico ambiental o su diagnóstico de riesgo, su mapa de riesgo”, concluyó.
CAMBIO DE HÁBITOS
La ingeniera Llamosas mencionó que si bien al principio costó un poco bajar el programa trasversal ambiental, primero con los docentes y luego en el aula con los estudiantes, con el paso del tiempo tanto alumnos como docentes van comprendiendo la temática y ya les está resultando mucho más fácil ponerlas en ejecución.
“Todo proceso ambiental es generalmente a largo plazo, pero a corto plazo vemos también cambios en los estilos de vida. Son pequeñas cosas o acciones, pero ya es un cambio de hábito, de actitud y estilos de vida en las personas”, acotó.
Al respecto, la profesora María Cristina Snead, docente y referente del Equipo Inspectorial Medioambiental del Colegio Don Bosco de Ypacaraí, resaltó que desde que comenzaron a implementar el programa están observando esos cambios de hábitos, primero en sus alumnos, que se han convertido en celosos agentes de cuidado del medioambiente.
Es así que ya ha experimentado varias acciones por iniciativa de sus propios alumnos, que luego de aprender la importancia de la clasificación de los residuos comenzaron a colocar tachos de basuras diferenciados frente a sus hogares. Recordó que esto generó a su vez un problema nuevo al ver que los recolectores de basura no respetaban la clasificación y al final los residuos terminaban todos de vuelta mezclados en los camiones.
“Los alumnos volvieron enojados a la escuela, pero no se quedaron con los brazos cruzados, sino que, por iniciativa de ellos, llegaron a los intendentes municipales de Itauguá, Ypacaraí, Pirayú, Areguá y Caacupé –porque es el rango de influencia del colegio Don Bosco de Ypacaraí y recibe alumnos de estos distritos– para plantear y buscar soluciones con las autoridades locales”, comentó.
La docente recordó también otra situación en la que una alumna de la institución se quejó porque todos los días su vecina quemaba su basura en su casa, generando mucho humo. Entonces, sus compañeros decidieron escribir cartas a la vecina, un total de 30 misivas en las que le explicaban cada uno los efectos nocivos de la quema de basuras.
La profesora Snead agregó que ha sido fácil implementar el programa de estudio ambiental, que a su vez es trasversal al resto de las asignaturas en los distintos grados. Esto sin necesidad de que se alteren mucho los correspondientes indicadores de cada una de las materias.
“Es una experiencia maravillosa trabajar con los chiquitos porque están interesados en aprender lo que es educación ambiental porque realmente ellos asumen el compromiso y se vuelven unos celosos vigilantes de no tirar los residuos, de cuidar el medioambiente. Realmente para nosotros ha sido una experiencia maravillosa. Trabajar con los niños en educación ambiental creo que nos dará un futuro ecológico asegurado y vemos que está generando verdaderos cambios en los niños y en sus familias”, remarcó.