MARÍA ELENA PISCOYA, socia del Club de Ejecutivos

¿Te has puesto a pensar por qué algunas personas tienen éxito o se destacan en su trabajo, sin importar su rango en la organización?

Es necesario tener una visión que movilice el cumplimiento de nuestras metas. Para lograrlo no solo necesitamos amar lo que hacemos, sino hacerlo con pasión o de la mejor forma posible. Según Simon Sinek hay que encontrar el “porqué”, hay que saber cuál es el propósito o la razón de ser de lo que hacemos. Esa es la visión necesaria.

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Es nuestra responsabilidad estar atentos a nuestro propio comportamiento y entender qué nos motiva a hacer lo que hacemos. El propósito es fundamental, provoca una diferencia significativa en nuestras vidas y en la empresa donde trabajamos. No se trata de dinero ni de ganancias, es encontrarles un sentido a nuestras acciones y que ellas tengan un impacto positivo para el bienestar de otros.

Es esencial comprender y articular el “porqué” de nuestras acciones y decisiones para encontrar el sentido y la motivación en lo que hacemos. No se trata solo de comprender internamente nuestro propósito, sino de ser capaces de transmitirlo de manera efectiva. Hay que ser capaces de transmitir nuestra misión, los valores y la visión, para que todos lo puedan entender y lograr un mayor compromiso y la confianza de que están en el mejor lugar de trabajo.

Muchas empresas y organizaciones se basan en el qué y en el cómo; sin embargo, enfocarnos en el “porqué” genera un mayor compromiso y despierta la creatividad de los colaboradores y también de los clientes. Existen numerosos casos de líderes y organizaciones exitosas que por el hecho de centrarse en su “porqué”, han logrado diferenciarse, han construido una marca más sólida y respetada y han podido generar un mayor impacto. Lo importante es poder articular su propósito de una manera clara y efectiva. Es decir, descubrir y saber comunicar el propósito que existe detrás de lo que hacemos, para hacerlo bien, con compromiso y con pasión.

Tu “porqué”, es el motor que activa lo mejor de ti. Contribuye para que otros se motiven positivamente y determina la mirada de los otros hacia ti. El “porqué”, tu propósito, es la guía que te ayudará a conectarte con otros desde lo emocional. Cuando encuentres el “porqué”, te dará la satisfacción de servir a otros sin desazón. ¡Te sentirás realizado! Descubrir tu “porqué” hace que sientas pasión por tu trabajo y sientas que tu contribución está por encima de tus propios logros personales.

Para Simon Sinek la pasión se deriva de tener un propósito claro y significativo. Cuando encontramos una misión que nos apasiona, estamos más dispuestos a invertir tiempo, dinero, más allá del esfuerzo que ello signifique. La pasión nos ayuda a superar toda circunstancia, a perseverar ante cualquier adversidad y a buscar permanentemente la excelencia en lo que hacemos. No hay mejor motivación para tu equipo de trabajo, cuando tus acciones evidencian la razón de tu pasión. La pasión es contagiosa y conduce a resultados extraordinarios y construye relaciones sólidas. Aprovecha cada etapa de tu vida y mantén una mentalidad abierta para descubrir nuevas oportunidades y seguir creciendo personal y profesionalmente. ¡Dale a tu lugar de trabajo una oportunidad, conviértelo en un espacio productivo, amigable y confiable! ¡Crea un ambiente laboral más vibrante y colaborativo!

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