“Duele decirlo, pero hay que decirlo”
- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pabloherken@yahoo.com
Efraín Alegre no está a la altura de las circunstancias para manejar nuestra economía, vía un liderazgo político sano y capaz con “visión de país”, y la constitución de un equipo económico de buen nivel, profesionalizado e independiente del juego partidario y de “sus” grupos económicos bien definidos y jugados (la gente lo sabe), que financian la campaña de la cabeza de la Concertación, bajo el burlesco lema y argumento de ser él “la garantía de honestidad”. Alegre es sinónimo de suba de impuestos, de manera radical, fundamentalmente a la producción del campo y con un sesgo muy destructivo a los sojeros, sin saber que más del 70% de nuestras exportaciones genuinas tiene sello campo (rubros en estado natural y agroindustriales). Después irá contra ciertos grupos económicos fuertes y actividades relacionadas a la industria, el comercio y los servicios. “Los ricos deben pagar más”. Reitero, no entiende de economía. Y ¿honesto? Le dejo, con todo respeto, un poco de escuela.
Un informe último del Banco Mundial (BM) señala que “las economías de América Latina y el Caribe se han mostrado relativamente resilientes ante la presión creciente del endeudamiento, la inflación y la incertidumbre mundial. Pero los nuevos vientos en contra que provocan la caída en los precios de las materias primas, la suba en las tasas de interés en los países desarrollados y la incierta recuperación de China podrían ensombrecer de nuevo las perspectivas de la región. Para impulsar el crecimiento que tanto necesita la región, los países deben preservar la resiliencia que tanto les costó ganar y aprovechar las oportunidades únicas que ofrecen las tendencias de la economía mundial hacia la relocalización de empresas (nearshoring) y la industria verde”.
El informe estima que el PIB regional (ALC) crecerá 1.4 por ciento en el 2023, una tasa inferior a la anticipada. Se esperan tasas de 2.4 por ciento para el 2024 y el 2025, demasiado bajas para lograr progresos significativos en la reducción de la pobreza. La región en gran medida se ha recuperado de la crisis de la pandemia, pero lamentablemente ha vuelto a los bajos niveles de crecimiento de la década anterior. Los países deben urgentemente acelerar el crecimiento inclusivo, para que todos se beneficien del desarrollo, y esto requerirá mantener la estabilidad macroeconómica y aprovechar las oportunidades que hoy ofrece la integración comercial”. Según el informe, la resiliencia general de la región es el resultado de un arduo progreso obtenido en la gestión macroeconómica a lo largo de las últimas dos décadas. Preservar este logro será primordial”.
Pero lo mejor de lo mejor es el discurso que el 30 de marzo diera el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, y sus seis principios para una buena economía: “Primero, es fundamental lograr la estabilidad macroeconómica, entre otras cosas porque la imprudencia fiscal compromete los servicios esenciales y la inflación perjudica en mayor medida a los pobres. Segundo, contar con las políticas adecuadas para promover la inversión privada debe seguir siendo una de las principales prioridades, porque sin ellas no habría crecimiento económico. Tercero, se debe fomentar el comercio internacional libre y justo, ya que esto promueve la eficiencia y crea enormes oportunidades de crecimiento y convergencia. Por último, se deben fortalecer los mecanismos de la comunidad internacional destinados a financiar el suministro de bienes públicos mundiales, ya que los costos climáticos, los conflictos y las pandemias harán retroceder el progreso humano en todas partes, a menos que mejore la eficacia de los esfuerzos internacionales”.
“Quisiera mencionar otras dos iniciativas que son claves. Una es la protección del capital humano, especialmente la inversión en la salud de los niños pequeños y en la educación de los jóvenes para crear oportunidades de un futuro mejor. La segunda abarca el buen gobierno, la participación ciudadana y la rendición de cuentas de los funcionarios públicos. Estos atributos sociales tan difíciles de alcanzar son necesarios para la paz, la estabilidad, el crecimiento económico y la prosperidad”. Ludwig Erhard, el responsable del milagro alemán, dijo que “el progreso de la economía depende íntimamente del rumbo que tome nuestro estado democrático, y que el objetivo último de cualquier economía es liberar a las personas de la necesidad material”. Alegre no es garantía de mejor democracia y mejor economía. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo.