“Duele decirlo, pero hay que decirlo”

POR PABLO ALFREDO HERKEN KRAUER

ANALISTA DE LA ECONOMÍA

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En mi análisis, visión, postura y opinión, expreso con absoluta independencia, objetividad, franqueza, y con el mayor de los respetos, Efraín no tiene la capacidad necesaria y res­ponsable para conducir la maquinaria estatal, el sis­tema político en democra­cia con sus correspondien­tes instituciones propias de la división e independencia de los tres poderes, y mane­jar con experiencia el deli­cado momento económico actual, con panorama preo­cupante, pero con una posi­ción privilegiada para mejo­rar y no caer en una crisis mayúscula, si hacemos bien los deberes.

Efraín no está en condiciones de garantizarnos mejor futuro económico. No tiene la autoridad por care­cer del atributo de ejercer un firme liderazgo constructivo. No sabe dialogar, ni consen­suar vía negociaciones pacífi­cas los cambios que se deben realizar en un país que debe asegurar la continuidad de su estabilidad y tranqui­lidad. Cero en tolerancia, muy pobre en respeto a quie­nes piensan diferente – “los malos en su mirada despec­tiva y egoísta, envidiosa de los que ganan dinero, son ricos, y además invaden nuestro país comprando tierra (ojo con los brasiguayos)” – y su manejo autoritario en lo que hace mal y no dejar hacer bien, carac­terísticas de un liberal que poco habla de “libertad”. Su imagen de “mano dura” con su discurso agresivo, de ata­que y muy destructivo, no conforman la personalidad de un buen Líder, sino de un gran Mandón.

Paraguay tiene sus serios problemas pero también sus “cosas” positivas, como bien lo señala el reciente informe de la calificadora riesgo-país Standard and Poor’s en el que reafirma nuestra nota así como nues­tra perspectiva en esta­ble. Veamos el informe vía Hacienda: “Standard & Poor’s (S&P), ha comuni­cado su decisión de man­tener la calificación cre­diticia del Paraguay (BB) así como su perspectiva estable, al cierre de la revisión anual de califi­cación riesgo país 2023. En un contexto en el cual en los primeros tres meses del año se ha producido bajas en la calificación crediti­cia de países de la región y cambios en sus perspec­tivas, además, de choques externos registrados en el ámbito internacional. S&P en su reporte de revisión de la calificación de riesgo anual del 29 de marzo del 2023, mantiene la califi­cación de Paraguay en BB (con perspectiva estable).

La perspectiva estable indica que Paraguay man­tendrá una gestión macro­económica cautelosa en los próximos 12 a 18 meses, sin perjuicio de las elecciones presidenciales y legislati­vas del próximo 30 de abril. Al respecto, opinan que la fuerte recuperación econó­mica y los niveles estables de deuda, serían factores positivos para la reducción del déficit fiscal.

La califica­dora espera la continuidad de políticas posterior a las elecciones contribuyendo así a un crecimiento sos­tenido de la economía. En ese sentido, sus perspecti­vas de crecimiento para la economía paraguaya son de un 5% para el 2023, luego de un crecimiento moderado en el 2022.

El reporte de la citada calificadora resalta los esfuerzos de fortaleci­miento de políticas a largo plazo como por ejemplo la importancia de promo­ver el desarrollo del sector privado, incluida la nece­sidad de mantener finan­zas públicas estables, una carga fiscal baja, una inter­vención pertinente del Gobierno y una inflación baja. Las instituciones eco­nómicas claves se han for­talecido en los últimos años y esperan que esto continúe después de las elecciones nacionales del 30 de abril.

Por otra parte, hacen refe­rencia al acuerdo con el Fondo Monetario Inter­nacional sobre el Instru­mento de Coordinación de Políticas (PCI), señalando que el mismo cuenta con el apoyo de los candidatos presidenciales. S&P opina que el acuerdo técnico del FMI es un instrumento que ayudará a diseñar estas reformas, incluida una reforma de las pensio­nes, una reforma del ser­vicio civil y la reorganiza­ción del sector público”. Esto es serio, Efraín no lo es. Was gesagt werden muss, muss gesagt wer­den. Duele decirlo, pero hay que decirlo.

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