Mañana arrancan las clases. Los números que expuso la viceministra de Educación, Alcira Sosa, son de terror. Más de 12.000 aulas y colegios necesitan ser reparados. El Paraguay tiene una deuda histórica de inversión en infraestructura escolar.

De las 12.000 aulas que necesitan algún tipo de refacción, 200 están en peligro de derrumbe. Las aulas obviamente fueron inhabilitadas, y los estudiantes reubicados en bloques o trasladados a otras escuelas de las zonas. Un total de 400 escuelas aún tienen letrinas y otras más alejadas no cuentan con agua ni energía.

El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) destinó una inversión de US$ 100 millones en infraestructura durante el Gobierno de Mario Abdo Benítez, y más de US$ 200 millones con recursos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide), pero se requiere una inversión de US$ 410 millones para las refacciones correspondientes. Para construir aulas nuevas y los espacios que se requieren, como comedores, laboratorios, talleres y espacios deportivos implicaría una inversión de US$ 1.000 millones.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El Fonacide fue un fracaso ante la falta de un sistema de control y transparencia. Mario Abdo había dicho que la educación sería “causa nacional” en su gobierno y colocó a un improvisado en el área como Eduardo Petta, ex senador de la oposición, quien logró que toda la comunidad educativa pidiera su destitución. Abdo por su capricho y terquedad lo mantuvo años.

Urge mejorar las condiciones de las instituciones educativas, el desarrollo profesional de los educadores, y las condiciones de bienestar estudiantil como los kits escolares y la merienda escolar. Pero aclara Luis Ramírez, especialista en educación, que el MEC descuida lo esencial cuando debe hacer construcciones, comprar kits escolares y alimentar a los estudiantes. Es decir, el MEC se distrae en esto y la esencia, que es el contenido de lo que se educa queda en un segundo plano.

No se evalúan los resultados de aprendizaje no solo de los estudiantes, sino tampoco de los docentes y de las instituciones educativas.

Desde la creación del Fonacide, en 2012, en total, se han desembolsado un poco más de US$ 280 millones a los municipios y gobernaciones. Más de la mitad de lo que se necesita para poner en condiciones todas las escuelas y colegios. ¿Dónde fue a parar esa plata? Intendentes y gobernadores ricos y escuelas pobres. Algo no está funcionando.

En este período electoral es válido mirar quiénes de los candidatos tienen una hoja de ruta, un plan y un equipo para encarar estas reformas. No podemos permitirnos otros 5 años de improvisación con mandatarios que solo destilan odios y pichaduras. Abdo solo pasó facturas a sus enemigos políticos durante su gobierno. El Paraguay ya no soportará a otro improvisado que destina odios, necesitamos proyectos e ideas para proyectar el futuro. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

Déjanos tus comentarios en Voiz