• POR RICARDO RIVAS
  • Corresponsal en Argentina
  • Twitter: @RtrivasRivas

Como lo adelantamos el lunes pasado, ayer -12 de febrero- en la provincia argentina de La Pampa se inició el año elec­toral en este país. Se desa­rrollaron las elecciones que allí se denominan internas abiertas simultáneas y obli­gatorias (IASO) para definir quiénes serán candidatas y candidatos a gobernador y legisladores provinciales el próximo 14 de mayo. Allí –donde habita el 1% del total de las electoras y electores habilitados para sufragar en el orden nacional– gobierna un sector del peronismo que adhiere al oficialista Frente de Todos (FDT). Sin embargo, Sergio Ziliotto, el goberna­dor pampeano más allá o más acá de esa adhesión, separa los comicios provin­ciales de los nacionales por­que, según dos fuentes cer­canas al gobierno nacional, “quiere evitar el riesgo de ser arrastrado por una eventual mala elección del FDT el veni­dero 22 de octubre”, cuando en todo el país se elija quié­nes habrán de relevar o no al presidente Alberto Fer­nández y a la vicepresidenta Cristina Fernández. De todas formas, en La Pampa hoy se sabrá no solo quién enfren­tará a Ziliotto, que irá por su reelección, sino si ese adver­sario tendrá o no posibilida­des para triunfar por sobre el Frente Justicialista Pam­peano. En las IASO, el man­datario provincial se medirá con Martín Maquieyra del Partido PRO (Propuesta Republicana) que fundara y lidera el expresidente Mau­ricio Macri (2015-2019) y, con Martín Berhongaray de la Unión Cívica Radical (UCR). Tanto el PRO como el radicalismo son las bases más relevantes de la coali­ción opositora Juntos. Por lo tanto, hay analistas que esti­man que “aunque Ziliotto se impusiera hoy, la suma de los votos que este día consigan Maquieyra y Berhonagaray lo superara, no sería un buen augurio para el gobernador ni para Alberto F. y Cristina F.”.

Sin embargo, habrá que aguar­dar los resultados –que para el cierre de la presente columna se desconocen– no solo por la eventual situación futura de Ziliotto como gobernador de la provin­cia de La Pampa, sino también porque entre el precandidato del PRO y el de la UCR también se proyectará un triunfador en la situación interna que se plan­tea, en el orden nacional, entre el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, el macrismo y el ucerreísmo, con varios aspirantes de cara a los comicios porteños y nacionales. Interesante, por cierto. Aunque, vale reiterarlo, el padrón pam­peano contiene apenas el 1% del total nacional.

Mientras, en el orden nacional, las dirigencias mantienen fuertes diferencias, tanto en el oficialista FDT como en el opositor Juntos. ¿Es malo? Definitivamente no, cuando los debates son genuinos. Y es deseable en el Estado Demo­crático de Derecho que así suceda. Sin embargo, no parece que eso sea lo que pasa. El presidente Alberto F. –una de las tres patas sobre las que se sustenta el FDT junto con la vicepresidenta Cris­tina F., lideresa del partido Uni­dad Ciudadana; y, el ministro de Economía Sergio Massa, conduc­tor del Frente Renovador– desde el vamos se opuso (e impuso) con firmeza a que se suspendieran las elecciones primarias abier­tas simultáneas y obligatorias (PASO), como lo propuso el kir­chnerismo alineado detrás de la vicemandataria. De la misma forma en que, con decisión –algu­nos veteranos peronistas en el anonimato dicen que “se opuso en defensa propia”– rechazó consti­tuir una suerte de “mesa chica” junto con sus socios otrora más cercanos para decidir “la marcha del gobierno” y, ante esa exigen­cia, sí concedió armar un foro más amplio en el que todos los sectores involucrados con el oficialismo, organizaciones de trabajadores y sociales puedan expresarse. Entre tanto, a través de sus más cercanos y cercanas colabora­doras, Alberto F. mantiene la idea de ir por su reelección. Esa intención que, al parecer, comple­jiza la situación interna del FDT profundiza aún más las diferen­cias entre el mandatario, Massa y Cristina porque esta última, luego de ser condenada judicial­mente en primera instancia, pero sin sentencia firma por presuntos hechos de corrupción estructu­ral a seis años de cárcel, pública­mente decidió “no” ser candidata a nada y “no” estar en ninguna boleta, aunque nada se lo impide. “Si Alberto no se corre y Cristina no participa, especialmente por ella, el peronismo no tiene can­didaturas competitivas”, expre­saron dos fuentes justicialistas a este corresponsal con el compro­miso de no revelar sus identida­des. Así están las cosas y aunque ningún dato serio lo indique cla­ramente, no son pocos las y los que, en el FDT, comienzan a creer que, hacia adelante en los presi­denciales, una vez, encontrarán la derrota. ¿Se apresuran?

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Esas situaciones internas son rechazadas, entre otros, por el secretario general adjunto del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, quien en una reciente entrevista periodística ase­guró que habla “con todos. Con Alberto, Cristina, Máximo, Ser­gio (porque) todos queremos lo mismo. Pero (...) llegó el momento de que se dejen de joder (con las diferencias internas y), se junten, hablen y empecemos a dar res­puesta a muchos de los proble­mas que tienen los argentinos”. ¿Lo escucharán? En ese con­texto, Pablo expresó que “desde mi humilde lugar de militante vamos a hacer lo imposible para que haya una fórmula del pero­nismo en la que estemos todos juntos. (Porque) no nos podemos dar el lujo de pelearnos. Porque (si) llega a volver la derecha, a la mierda con todos los derechos de los laburantes”. Asegura también que, pese a las tensiones, “vamos a bancar a nuestro gobierno. Por­que este (el de Alberto y Cristina) es mi gobierno hasta el último día. (Y, por esa razón) estamos mili­tando para concientizar a los laburantes. (Y) si (con las eleccio­nes) vuelven los otros, después no lloremos”. Al referirse a la oposi­ción, Moyano (h) advirtió: “Señor Macri (Mauricio), señora Bullrich (Patricia, presidente del PRO), si vuelven y llegan a tocar un dere­cho de los laburantes, vamos a ser los primeros que estemos en la calle”. ¿Manifestaciones y protestas a futuro cuando hoy la pobreza supera el 42% –según el papa Francisco, 52%– y la indi­gencia está por encima del 9%?

En la misma línea de mirar el hoy y proyectar un futuro posi­ble, los economistas Eduardo Levy Yeyati (UCR), Matías Surt (de la Coalición Cívica que lidera Elisa Carrió), Luciano Laspina y Hernán Lacunza (ambos del PRO) alertaron sobre las que denominaron como “inconsis­tencias” del programa económico que aplica el ministro Massa y, desde esa perspectiva, aludie­ron a una eventual situación de “extrema vulnerabilidad” que podría tener la Argentina desde el 10 de diciembre venidero cuando comience a gestionar un nuevo gobierno porque el actual dejará un “delicado escenario de fragili­dad financiera que eleva el riesgo de una salida caótica” descripta como una “bomba económica”.

Llamativo, por cierto. Cuando faltan 300 días para el inicio de un nuevo gobierno y mucha agua pasará hasta entonces debajo del puente, no son pocos ni pocas los que en la Argentina se expresan como si nada pudiera cambiar.

Etiquetas: #gobierno#futuro

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