Las personas que irradian energía, inspiran a sus equipos de trabajo para emprender y disfrutar del proceso, por lo que muchos se esfuerzan para trabajar con ellos.

Dar energía a otros no consiste únicamente en transmitir “arengas” a los subordinados, pues muchas veces antes que crear motivación lo estresan. Para poder motivarlos en forma efectiva se hace necesario contar con un buen conocimiento del negocio y capacidad de persuasión que nos permiten conocer la esencia del verdadero liderazgo.

Jack Welch, uno de los ejecutivos más admirados a nivel mundial del siglo XX, en su libro “Ganar o ganar” nos da un ejemplo de personas que irradian energía positiva a los que los rodean. Se refiere a Charlene Begley, quien empezó en General Electric como directora de finanzas.

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Después de pasar algunos años en varias posiciones dentro de la empresa fue seleccionada para dirigir el programa Seis Sigma dentro del rubro de transporte. Fue allí donde su liderazgo empezó a brillar.

Los miembros de su equipo, motivados por el entusiasmo de Charlene, consiguieron que este programa se destacase dentro de la compañía.

Comenta Welch que Charlene se caracteriza por ser una gran comunicadora que puede definir objetivos con claridad, siendo muy seria en el trabajo, pero que no se toma demasiado en serio a sí misma; posee un gran sentido del humor y comparte los méritos sin esfuerzo, manteniendo una actitud siempre optimista: por muy difícil que sea una tarea, siempre considera que puede llevarse a cabo.

Las personas eficaces saben cuándo dejar de evaluar y tomar una decisión difícil, aunque no posean toda la información. Nada hay peor que un jefe incapaz de tomar una decisión en el momento y lugar que sea necesario.

Seguimos teniendo a muchas personas inseguras en las organizaciones que se sienten inhibidas a la hora de tomar decisiones, resultándole muchas veces fatal.

Profesionales con este perfil ya no son para este siglo. Todos los días aprendemos algo nuevo. Vivimos en un mundo globalizado y cada vez más competitivo y nuestro país deberá acompañar con energía, optimismo, innovación y creatividad todos los cambios que nos puedan ser beneficiosos.

Ser capaz de ejecutar es una habilidad especial y concreta: saber cómo llevar las decisiones a la práctica e impulsarlas hasta su conclusión a través de resistencias u obstáculos inesperados. Las personas capaces de ejecutar acciones saben que triunfar es una cuestión de resultados.

A este tipo de gente les encanta aprender y crecer, produciéndole un placer inmenso haciendo que los que les rodean sientan lo mismo. Las que reúnan estas características deben conocerse a sí mismo para poder ser francos con el mundo y transmitir su energía a sus seguidores.

Un empresario o ejecutivo con sangre de líder debe tener visión y capacidad de predecir el futuro y, sobre todo, saber anticiparse a lo totalmente inesperado.

En entornos altamente competitivos las personas con perfil de liderazgo tienen un sexto sentido para los cambios del mercado, así como para los movimientos de los competidores existentes y de las nuevas empresas que se vayan incorporando.

Todos cometemos errores a diario. Lo importante es que sepamos conseguir aprender de los mismos y seguir adelante con energía, convicción y confianza. Hay un dicho que dice “solo el que trabaja se equivoca”, pues ninguno de nosotros somos perfectos, pero podemos apuntar a la excelencia.

Lo importante es buscar la excelencia en lo que hagamos que lo torne competitivo y rentable a nuestra empresa, y de paso que nuestra valoración personal y profesional siga en franco incremento.

Siempre habrá personas con don de liderazgo, a quienes los caracteriza la humildad, sencillez y ganas de trabajar en equipo, y también aquellas a quienes el egoísmo, el ego y la hipocresía los “carcome” como seres humanos, creyéndose imprescindibles sin pensar que en el momento menos pensado pueden recibir la llamada de la alta gerencia para darle las “infinitas gracias” por los servicios prestados a la organización, ya que absolutamente nadie de nosotros somos imprescindibles.

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