- Por Jorge Torres Romero.
El analista económico Pablo Herken expuso la semana en “La caja negra” (Unicanal) números lapidarios que muestran el lastre económico que nos dejará el gobierno de Mario Abdo Benítez. La deuda pública en Paraguay fue creciendo de manera sostenida durante esta administración. Haciendo un comparativo con el monto dejado por el gobierno antecesor, en la actualidad se registra un aumento del 82%. Mientras que el margen de maniobra para el próximo será solo del 1%.
Conforme a los datos públicos del Ministerio de Hacienda, a inicios de la gestión de Mario Abdo Benítez, en el año 2018, la deuda total del país era de 8.040 millones de dólares, equivalente al 19,8% del producto interno bruto (PIB). Al año siguiente, la administración pública cerró con una deuda total de 8.859 millones de dólares; en el 2020 dio un gran salto y llegó a 12.212 millones de dólares; la tendencia siguió en el 2021 con 13.631 millones de dólares; y hasta setiembre de este año la cifra ya ronda los 14.670 millones de dólares, que equivale al 35,8% del PIB.
Viendo los números, se nota el rápido incremento de la deuda externa, a través de los préstamos a organismos internacionales y los bonos soberanos. De los 14.670 millones de dólares de deuda, 11.812 millones corresponden a compromisos del Estado con los acreedores externos y los restantes 1.819 millones representan la deuda interna. Otro punto a tener en cuenta es que más del 80% de la deuda es emitida en dólares, por lo que las variaciones del valor de esta moneda también impactan en el monto final.
En el informe elaborado emitido en el programa se resalta que al hacer un comparativo con el monto que recibió del anterior gobierno y el actual, se observa que el aumento es del 82%. Ante el actual nivel de endeudamiento, el margen para el próximo gobierno será solo del 1%. A raíz de este escenario, el futuro presidente de la República no tendrá alternativa más que recortar presupuesto a sectores claves para el desarrollo del país (tales como salud, educación, etc.) o aumentar los impuestos, que son una fuente genuina de ingresos pero que recaen sobre los contribuyentes. El bicicleteo (contraer más deudas para pagar las actuales) se volvió una práctica recurrente, pero esto resulta peligroso para las generaciones futuras, que se verán con la obligación de sostener con sus aportes los importantes montos comprometidos.
En la administración actual, la mayor parte del endeudamiento fue para las obras públicas, y no hay que olvidar que la empresa distribuidora de asfaltos, declarada por Mario Abdo, creció 450% en sus importaciones en coincidencia con el impulso en la construcción de rutas a través del MOPC. De la mano con las rutas asfaltadas y otras obras de infraestructura, Mario Abdo Benítez deja un alto endeudamiento como legado tras su paso por la Presidencia del Paraguay.
Herken en un momento de la entrevista muy conmovido recordó su trato con el ex vicepresidente de la República Óscar Denis, a propósito de la inhumana situación que atraviesa nuevamente la familia Denis al revelarse el ocultamiento de datos sensibles sobre el paradero del secuestrado por parte del Gobierno, y casi entre lágrimas lo trató como un “Karai Guasu” de la política, respetado por todos los sectores. Mientras que recordó también las oportunidades que le tocó hablar con Mario Abdo, a quien lo calificó como “el tonto del pueblo”, y luego pidió disculpas a los tontos. El enojo del analista contra Abdo es por la torpeza y hasta la actitud criminal de desoír a sus colaboradores y priorizar casi el 80% de la inversión pública en obras de infraestructura y casi nada en programas sociales o proyectos de reactivación económica, con el único fin de aumentar el ingreso de su empresa proveedora de asfalto. Duele decirlo, pero hay que decirlo: “Marito es el tonto del pueblo”. Cuánta razón tiene Herken. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.