- Por Eduardo “Pipó” Dios
- Columnista
El otro día, el primer delincuente de la República, su excelencia don Mborito, se fue orondo a dar un discurso para los inversionistas extranjeros, habló de las maravillas de invertir acá, de las condiciones inmejorables, blablablá. También el representante del BID habló de esas excelentes condiciones y todos muy emocionados brindaron.
La realidad es otra, muy distinta, pero digna de un país gobernado por un badulaque en fuga, como este carruaje impresentable.
La Cappro, la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales, lanzó la semana pasada un pedido desesperado al que nadie, o casi nadie, le dio pelota. Por un lado, no tienen materia prima debido a la bajísima producción de oleaginosas (soja, etcétera), y para colmo este gobierno corrupto e inútil se pasó el año dando vueltas y burocratizando a más no poder una autorización para importar esos granos y poder producir para exportar aceite.
Pero esto no es todo, el sector, que a raíz de los incentivos fiscales que existían, principalmente el reintegro del IVA pagado para producir bienes de exportación, triplicó del 2010 al 2020 su capacidad de industrialización de materias primas. Ese discurso que venimos escuchando hace décadas, de que la industrialización de nuestras materias primas, en vez de exportarlas en estado natural, nos sacaría de la pobreza y el atraso, estaba empezando, por fin, a realizarse. Una gran inversión del sector privado, que venía bien, hasta que asumió la gavilla de chorros de Marito y compañía y decidió, unilateralmente, cambiar las reglas de juego.
De un día para otro se cortó el reintegro del IVA; es decir, aumentaron los costos de producción haciendo que baje la competitividad internacional del producto. ¿Razón? El gobierno de delincuentes necesitaba más plata para seguir pagando asfalto (a la empresa de Marito) y aumentando y sosteniendo su cohorte de parientes, planilleros, amantes, novios y lamebotas. O sea, matamos un sector productivo para mantener parásitos y seguir robando.
Magistral jugada, este delincuente en retirada que sabe que en diciembre se le viene la noche y en abril el abismo está quemando todo, dejando un país arrasado por bandido y por desgraciado, porque nos odia a todos, solo ama el dinero y el poco poder que le queda.
Esperemos que prime la cordura en los funcionarios que siguen en el Gobierno y también en los legisladores, muchos de ellos continúan haciendo la vista gorda y dejando que este aparato siga con sus desmanejos y la destrucción sistemática del país. Si no entiende por las buenas, habrá que sacarlo a patadas, o en diciembre o al menos antes de agosto.