DE LA CABEZA

Si nos guiamos por lo que se publica, sabremos que el cerebro humano es capaz de almacenar la información que aprende cada día mediante diversas experiencias, pero tiene que decidir entre qué detalles vale la pena recordar y cuáles no. Si son asiduos lectores de esta columna semanal, sabrán que les suelo comentar que existen diferentes tipos de memoria, como la de corto plazo, que almacena información por unos pocos segundos o minutos; o la memoria de largo plazo, la cual almacena por un período más largo. La jalea real contiene silicio, potasio y fósforo, que puede ayudar al rendimiento intelectual. Pese a ello, la memoria no siempre funciona a la perfección, ya que ciertos detalles pueden ser olvidados sin que ello necesariamente implique la existencia de un problema neurológico. Por supuesto, en caso de que los olvidos se vuelvan demasiado constantes o impliquen una importante cantidad de información, es recomendable acudir a un especialista médico para recibir un diagnóstico acertado. Y es que a medida que se envejece, el recordar algunas cosas puede tomar más tiempo que antes.

Existen diversos consejos que les puedo dar para mejorar la memoria y ser más inteligente aprovechando más lo que se aprende. Estos implican tres elementos fundamentales: el primero de ellos es intentar recordar el nombre de una persona o repasar detalles de algún hecho que haya sucedido recientemente. La dinámica es similar a los ejercicios de memoria que hacen los estudiantes cuando intentan memorizar datos como capitales del mundo o fórmulas matemáticas, por ejemplo. Una posibilidad para desarrollar este ejercicio es sentarse en la noche, antes de ir a dormir, y hacer un repaso por lo hecho durante el día, intentando recordar el máximo de detalles como sea posible. Es durante este proceso donde sugiere su segundo tip: la técnica denominada “elaboración”, la cual consiste en usar la total atención del cerebro para conectar nueva información con recuerdos que ya existen, lo cual hace que se vuelvan más complejos y detallados. Finalmente, viene el proceso llamado “consolidación”, donde se busca guardar la información y los recuerdos a largo plazo, lo cual implica formar conexiones entre conjuntos específicos de neuronas que codifican elementos de la memoria, reproduciendo la actividad cerebral específica.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Para esta incógnita, lo primero es entender que la inteligencia es algo flexible, por lo cual se pueden adquirir ciertos hábitos y comportamientos que van a permitir incentivarla, al igual que hicieron las personas que se consideran más inteligentes. Sin embargo, se necesita desarrollar tres variables mentales para que al momento de aprender cómo ser más inteligente, esto sea mucho más fácil. Cada una de ellas será indispensable para este objetivo: lo primordial es entrenar el proceso mental, tener muchas fuentes de información y referentes, y enfocarse en un problema, área de interés o campo de trabajo. Aquí algunos consejos que te doy, sencillos, fáciles y gratuitos, que se pueden hacer todos los días para ser más inteligente:

- Tomar dos vasos de agua dentro de los 30 minutos luego de despertar: debido a que el cuerpo lleva muchas horas durmiendo, no se ha hidratado de la manera correcta por un largo periodo. Se encontró un mejor rendimiento en niños que bebieron agua a esas horas antes de ir al colegio.

- Leer el resumen de un libro durante el desayuno: leer libros es algo grandioso, pero al momento del desayuno, con el poco tiempo que la mayoría de gente dispone, es preferible algo más corto como un resumen.

- Escuchar podcast o audiolibros: así sean tan solo diez minutos camino al trabajo, auto, colectivo o en el baño, mantener en el celular algún audio que estimule el aprendizaje.

- Tomar té verde mientras se trabaja: mientras que la cafeína vuelve a las personas ansiosas, el té verde contiene L-teanina. Este aminoácido genera un incremento en las ondas alfa cerebrales. Esto quiere decir que, mientras que el café puede inducir a la ansiedad, el té verde de calidad induce a un estado de enfoque tranquilo sin producir sueño.

- Tomar siestas durante el día: esto le permite al cerebro estar fresco. Incluso, está demostrado que las siestas durante el día incrementan la velocidad de aprendizaje y, por ende, contribuye en cómo ser más inteligente. La siesta hará que el cerebro sea más productivo y que rinda a un mayor nivel durante el día.

- No tomar azúcar durante el día: los altos niveles de azúcar, seguido de unos bajos, no son recomendados para que la mente funcione inteligentemente.

- Leer un libro en vez de ver televisión: la lectura de un libro exige la construcción de imágenes mentales de lo que está leyendo. Los beneficios de leer son los mismos, no importa lo que se lea: logra volver a las personas más inteligentes, reduce el estrés e incrementa los tres tipos de inteligencia –cristalizada, fluida y emocional.

- Practicar ejercicios simples: esto no significa ir al gimnasio todos los días. Hacer algunas flexiones y abdominales durante el día, caminar y subir las escaleras del edificio o trabajo pueden tener un impacto positivo.

No les digo más nada. Hoy sí que la columna estuvo DE LA CABEZA. Nos leemos en una semana.

Dejanos tu comentario