• Por Jorge Torres Romero
  • Columnista

Con eso de que Mario Abdo es un presidente “jetudo” porque le tocó desde sequía, inundaciones y hasta una pandemia es exculpar al mandatario por haber reventado este país. Tuvo todas las herramientas para sortear los problemas, pero la improvisación y la corrupción preponderaron.

Santiago Peña, precandidato a la Presidencia de la República, dijo que no le da miedo recibir un país en descalabro con un mal manejo administrativo. El próximo gobierno va a encontrar un Estado totalmente destartalado. Por eso es clave votar por quienes tienen la capacidad para administrar de manera correcta y recomponer la administración del país.

Este desgobierno de Marito lo está pagando el funcionario público y las empresas proveedoras que no están pudiendo cobrar. El Gobierno está totalmente desorientado y contaminado por la ineficiencia. Abdo tuvo el privilegio de recibir un país “con tanque lleno” en todas las instituciones, nos dijo Peña, pero el que venga recibirá un país totalmente reventado.

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El economista José Luis Rodríguez Tornaco cuestionó el mal manejo del dinero público y los préstamos que se siguen otorgando al Gobierno, que endeuda cada vez más al país. La auditoría del Poder Ejecutivo no tuvo la capacidad de monitorear a los administradores de las instituciones públicas.

El gobierno que asuma recibirá un país incendiado. Después del despilfarro que dejará esta administración, no habrá tiempo para improvisados, deben asumir personas entendidas que tendrán que mejorar los números negativos de manera rápida.

Cuando se firmó el cheque en blanco al Gobierno de otorgarle un préstamo de US$ 2 mil millones por la pandemia y solo se destinaron US$ 400 millones a Salud, ya se sabía que se tendría un mal manejo de esos fondos. No se entiende cómo se puede seguir otorgando préstamos, cuando está claro que a este gobierno no le importa la transparencia ni los problemas de la gente, por eso siguen usando todos los recursos públicos, para solventar las campañas de prácticamente todo el gabinete presidencial.

El presidente de la Cámara de la Industria Química Farmacéutica del Paraguay (Cifarma), Gerardo García, reveló que la deuda que arrastra el Ministerio de Salud Pública con el sector asciende a alrededor de US$ 116 millones. Antes se podía sostener porque los proveedores no exigían los pagos adelantados, pero ahora se cambiaron las condiciones y se debe abonar al contado, lo que genera que el gremio se endeude con los bancos para seguir proveyendo al Estado. Existen empresas que ya no pueden seguir aguantando y no están pudiendo reponer sus materias primas, por lo cual si esta problemática se extiende, podrían haber faltantes.

El pago al sector no es la prioridad y en los últimos años se viene repitiendo que las deudas se arrastren y lleguen hasta superar los US$ 300 millones. El IPS tampoco está cumpliendo con los pagos, adeuda a los proveedores US$ 120 millones.

Los constructores y vialeros tampoco cobran la deuda de US$ 400 millones que tiene el MOPC con ellos. Hugo Richer, senador del Frente Guasu, contó que su sector salió de la Concertación porque no existe un eje programático de cómo gobernar los cinco años, solo un proyecto electoral que busca sacar al Partido Colorado del poder. Es decir, con la oposición también se repetirá el libreto del gobierno Marito: improvisación. Más que nunca los paraguayos debemos aprender a votar por personas que tienen una hoja de ruta definida. Estamos mal, pero evitemos estar peor. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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