- Por Eduardo “Pipó” Dios
- Columnista
El caso del ex ministro “estrella”, amigote, socio, confidente y probablemente cómplice de Marito, Arnaldo Giuzzio, protegido bajo las garras de la Gata Desirée, es más que escandaloso. Para desgracia de sus padrinos, amigos, socios y demás deudos, el escándalo tiene alcance internacional. Principalmente sus conexiones con el narcotráfico internacional en Brasil, han puesto los ojos de la justicia de ese poderoso vecino sobre el impresentable ex fiscal, que otrora se dedicaba a hacer shows mediáticos para luego, “misteriosamente” los imputados terminaban escapándose de las manos de la Justicia por los gruesos y groseros “errores” de este nefasto personaje.
Sus vínculos con el capo narco Marcos Vinicius Espíndola Marqués de Padua, nombre difícil de olvidar y lejos de tener por ahí algún homónimo que pudiera confundir a nuestro “Zar” Antidrogas, distan mucho de ser casuales o circunstanciales, si bien el escándalo se destapa con el préstamo y utilización de una camioneta de alta gama blindada, propiedad de la propia esposa del brasileño, a título gratuito por varias semanas, para que el ministro del Interior, entonces en funciones, vacacionara con su familia en playas del Brasil, esto fue quedando como algo casi anecdótico, cuando surgieron las pruebas acercadas por la propia Fiscalía Federal de Brasil, donde se demostraba el trato constante, amistoso y casi íntimo entre los dos personajes vía chats y mensajes de audios, además de llamadas telefónicas.
La excusa de Giuzzio de que se trataba simplemente de un potencial proveedor del ministerio de productos de seguridad y protección, es casi infantil, cuando quedó demostrado que él, siendo ministro Antidrogas, ya había recibido información del Brasil sobre este personaje y su socio Lindomar Reges Furtado, así como luego su eterna mano derecha, la que lo sucedió en el cargo en la Senad, luego del “Asenso” de Giuzzio al Ministerio del Interior, a principios del 2021, recibió sendos pedidos de seguimiento, vigilancia y posterior captura de ambos brasileños.
Como es difícil que los padrinos y los medios de comunicación abdistas fanáticos sigan intentando culpar a “la noche, la lluvia, la playa” o a Cartes de las barbaridades de su narcoministro, ahora simplemente esconden las noticias, y la documentación de sus lectores y audiencia. Pero tampoco esto funciona, por lo que se dedican a establecer o intentar crear elementos distractores y señuelos para desviar la atención del foco principal de la cuestión, Giuzzio fue facilitador y protector del esquema de narcotráfico y lavado de dinero de este grupo delictivo, de dimensiones gigantescas a nivel regional, y probablemente vinculado al grupo caído en la operación A Ultranza Py, que ya involucra profundamente a otros miembros del gobierno de Abdo.
Se busca embarrar el trabajo de la Fiscalía en la investigación, instalando historias insólitas que rozan el ridículo, como que “Giuzzio guardaba en su casa pruebas únicas y sin copia que involucraban a Cartes… y justo la Fiscalía las secuestró en el allanamiento y desparecieron para siempre jamás…”, esto no podría creerlo honestamente nadie con dos neuronas, por un lado por pretender que tales pruebas se podrían guardar en un bibliorato en un escritorio al alcance de cualquiera, y sobre todo sin copia… pero además, qué hacia un ex ministro, sacado hace meses del cargo, hoy día un ciudadano común, guardando documentos tan delicados, a simple vista y sin copias? ¿Sin remitirlos a algún organismo de seguridad? ¿A su sucesor? Al propio presidente de la República o a su senadora preferida? Sí, señora, esta gente nos cree idiotas. No cabe duda. Como este cuento se desmoronó por simple ridiculez, nuevamente intentaron sembrar el señuelo de que “la Fiscalía quiere allanar la Seprelad y el Banco Central”, una información, en primer lugar falsa, que si fuera cierta no tendría nada de malo, ya que el supuesto allanamiento debería contar con una orden judicial y no habría ningún impedimento de hacerlo, pero buscaban ponerlo como un “intento de amedrentamiento” hacia el Gobierno y sus principales somas, como el otro delincuente que funge de ministro de Seprelad, del mismo origen y padrinos, el inefable “ArreGLI”.
Tampoco prendió ese show, y mientras tanto los minutos siguen corriendo para un Giuzzio cada vez más hundido en el pantano de su propia inmundicia y crímenes, y dicen por ahí, un probable pedido de extradición al Brasil, que ni sus poderosos padrinos Abdo y Masi podrán evitar. Veremos con qué cuento nos salen esta semana los padrinos mágicos y sus medios a sueldo.