Aparece una vez y puede suceder por un largo tiempo. Es una imagen especial, es el tiempo en donde todo conspira para que lo que se representa en esa foto interna de alguna forma fluya en el devenir. Son los pensamientos que se unen dándole forma a lo que está por llegar, es increíble lo que es capaz de hacer el ser humano.

El fruto de lo que acontece fue ideado en un principio. Su manifestación tiene tantas aristas como las mentes que elaboran lo que vendrá. La frecuencia de esas apariciones necesita calidad, puede ser un color especial para quien lo tiene como preferido, un lugar único para el nacimiento de sensaciones que aclaran criterios para las acciones que serán vividas, un objeto que identifica el arte de una vida, una persona que quiere alentar esas proyecciones expuestas por quien las anhela; hay que atreverse a darle intensidad a lo que se imagina.

Cuántas veces se dan experiencias que acreditan la importancia de creer en esos momentos deseados que ayudan a crecer. Esto último sirve para orientar a la capacidad de generar procesos creativos en las construcciones mentales. El horizonte siempre está vigorosamente dispuesto a recibir las iniciativas que fomentan lo positivo.

En el trayecto que lleva a los sucesos ideados pueden acontecer diferentes opciones y es ahí en donde la claridad de lo que se quiere determina la toma de decisiones, que materializarán los detalles que alguna vez fueron pulidos en el imaginario consciente de quien lo ha desarrollado. Lo que lleva a preguntar, ¿cuándo algo existe?, cuando su estado pensante le da vida.

Entonces emerge, surge, ocurre en el universo del pensamiento. Está presente. Ya sucedió. De alguna forma lo que se pensó tiene su momento de concepción. Su abstracta naturaleza, su racional análisis, su creatividad plena, su artística visión, y toda aquella consideración que se le pueda atribuir, inspiran a la humanidad a seguir viviendo. Por eso es relevante detenerse a identificar lo que se elabora una y otra vez desde la estructura pensante, es que el paso siguiente es la generación de las conductas.

Fluirá aquello que se asuma como propio, que se estime logrado por medio del razonamiento, que alcance su expresividad conceptual logrando una coherencia pragmática. Y es aquí en donde aquello que nace, existe y sucede primeramente como idea llega a una etapa práctica. En cierta forma es probable que desde el inicio ideal hayan mutado muchas otras imaginadas situaciones, y es esto lo que caracteriza y le da una energía constante al ser humano, la incansable búsqueda pensante de su destino.

Brotan los frutos de lo que se hace con dedicación. También el acto de pensar requiere un tiempo para sí mismo, en ese ejercicio cotidiano ocurrirán cambios que le darán significados a las diferentes circunstancias de la vida. Ocasionando la aparición cada vez más evidente de la cálida comprensión de lo que ocurre constantemente.

Etiquetas: #acto de pensar

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