EL PODER DE LA CONCIENCIA

• Por Alex Noguera
• Periodista
• alexnoguera230@gmail.com

Hablan bien y engañan mejor. Son expertos y con palabras dulces explican sobre cualquier tema... aunque no sepan de qué se trata. Y cuando está mal la cosa, ellos son capaces de sacar de su galera verborrágica frases como: “Es muy positivo el incremento en cuanto al referente negativo”. Y uno se queda con la idea del positivo incremento, mientras que en letra pequeña se oculta lo negativo.

En todo el mundo, más que de la guerra en Ucrania, ahora de lo que se habla es del temor de una gran crisis económica que está a punto de llegar. Las balas y bombas explotan en ese territorio, pero el caballo del Hambre galopa hacia África y de reojo mira hacia los países de Europa del Oeste.

Por el momento, el equino de la Guerra está en el corral, corcoveando por salirse y acompañar a su hermano de la Peste, que hace años se pasea por todo el planeta. Tal vez pronto pueda salir de su encierro, considerando el anuncio hecho por Putin esta semana de poner en funcionamiento el sistema de misiles S-500, capaz de destruir misiles hipersónicos en un radio de 600 kilómetros. Y lo más aterrador, prevé que el primer complejo de misiles intercontinentales balísticos Sarmat esté operativo hacia fin de año.

Con un poco más de 35 metros de largo y 3 de diámetro, puede alcanzar velocidad de Mach 17, es decir, 17 veces la velocidad del sonido, y remontar a una altura que lo hace inalcanzable para todos los sistemas de defensa desplegados hasta hoy.

Traducido al castellano, el conocido con el nombre nunca mejor puesto que “Satán-2″ puede llevar hasta 15 ojivas termonucleares a una distancia de 18.000 kilómetros. También es capaz de cambiar su trayectoria una vez disparado, lo que lo hace mortalmente efectivo.

Como niños malcriados, los dirigentes europeos siguen jugando a la guerra, condenando a la gente a la que dicen representar a cada vez más grandes penurias. Escasez de energéticos, cadenas productivas rotas, colapso en las bolsas, hambre, aumento del desempleo, cierre de empresas, incertidumbre y desesperación.

Como en el caso de la pandemia en el 2019, el rumor de la muerte también llegó antes hacia esta parte del universo; ahora el anuncio del colapso económico suena fuerte y los expertos advierten que se deben tomar medidas serias. El golpe al bolsillo de los ciudadanos es cuestión de poco tiempo.

Con grandes represas que generan electricidad y con el alivio de las lluvias, nuestro país no tiene el problema energético de Europa que sufre con el cierre del gas ruso. El campo también reverdece luego de la severa sequía que sufrió y al ser un país productor, tampoco faltan los alimentos.

Entonces, ¿por qué si hay alimentos y energía los ciudadanos viven cada vez más en la pobreza y hay quienes ni siquiera tienen para comer?

Esos que se dicen representantes del pueblo festejan con bombos y platillos inauguraciones de rutas y siguen explicando cuán positivo es el crecimiento negativo, mientras endeudan a las generaciones y manotean las arcas del Estado en un esfuerzo por continuar en el gobierno.

Hace unos días un internauta filosófico escribía una llamativa frase: “La vida es una enfermedad de transmisión sexual 100% mortal”. Y a pesar de que todos estamos muy enfermos de vida, hay otros que están contagiados de otros males, como el avivamiento, sobre todo cuando suben al poder y dicen representar a los demás.

Los caballos “positivos” corren alegres por todas partes, ya sea por Europa o por tu patio. Es hora de encerrarlos. La cárcel es la mejor opción.