DESDE MI MUNDO
- Por Mariano Nin
“Los niños son el futuro” es quizás la frase más gastada de cuantas se publicaron. Y, aunque encierra una gran verdad, para los políticos no es más que una expresión populista con la cual enganchar al electorado en los momentos en que las papas queman.
Los niños siempre enganchan.
Pero la frase es linda, suena bien y convence, más por las repeticiones que por otra cosa. No es nueva, y la van a seguir usando incluso cuando ya no haya nadie en quien creer.
Paraguay invierte solo el 4% del producto interno bruto en la niñez para alzarse con otro absurdo récord: es la inversión más baja de la región.
A decir verdad, los niños pobres, incluso los niños de clase media, seguirán siendo educados bajo un manto de semiignorancia del cual solo unos pocos lograrán sobresalir.
Menos de 5, de cada 10 estudiantes, termina la educación media. Esa es la realidad del futuro.
Maestros poco preparados, algunos despreocupados y otros desinteresados, aulas en ruinas y mobiliario derruido, marcarán la que debería de ser la etapa más importante de la evolución del ser.
Por su calidad, el sistema educativo paraguayo se encuentra en el puesto número 133 de un ranking de 144 países. Allá, en el fondo.
A la luz de esos números la intención de preparar a los niños para el futuro nos regalará el presente que tenemos: autoridades mediocres más preocupadas en recaudar que en brindar un servicio al bien común.
Se estima que mil quinientos millones de dólares se malgastan por el mal uso del dinero público.
No lo digo yo. Solo basta abrir el diario para ver que los augurios más negros son una cruel realidad. Estamos atrapados en una interminable rueda que se proyecta al infinito.
Pero de verdad no solo los niños no son el futuro, porque de hecho, muchos de ellos no existen.
Uno de cada cuatro niños paraguayos no tiene identidad.
Es una cuestión cultural que debería de haber sido tratada con la educación.
Pero solo recibimos más de lo mismo.
Más de un millón de niños y adolescentes se encuentran en situación de pobreza, según fuentes oficiales.
En estas condiciones el futuro no tiene futuro. No ahora y con este Gobierno que solo está enfocado en mantener el poder.
Así que cuando escuches que los niños son el futuro en boca de candidatos ahogados en casos de corrupción, recuerda que el cambio está en vos. En tu voto, ese que hará que el futuro sea una realidad mañana.
Pero esa, es otra historia.