La pandemia aún está en curso. Muy a pesar de que la mayoría de los países han liberado todas las restricciones (incluyendo mascarillas en interiores), la variante Ómicron del SARS-CoV-2 continúa circulando. Sin embargo, vale la pena resaltar que la situación en general, especialmente en Paraguay, ha mejorado muchísimo, en gran medida gracias a la vacunación de las personas.

Además del covid-19, en esta época del año se hace presente la influenza. También existe una vacuna para esta, la cual es administrada anualmente con una sola dosis. Se ha reportado que la administración de una vacuna contra la influenza al mismo tiempo que una segunda dosis de una vacuna contra el covid-19 no produjo problemas de seguridad y preserva la respuesta inmunitaria a ambas vacunas, de acuerdo a un artículo publicado en The British Medical Journal, en octubre del 2021.

Es más, las vacunas contra la influenza tienen un sorprendente beneficio para la salud: también podrían prevenir el covid-19, particularmente en sus formas más graves. Este efecto se ha observado en un estudio que incluyó a más de 30.000 trabajadores de la salud en Qatar. Investigadores encontraron que aquellos que recibieron una vacuna contra la gripe tenían casi un 90 % menos de probabilidades de desarrollar covid-19 grave en los próximos meses, en comparación a quienes no se habían vacunado recientemente contra la gripe.

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El estudio, que se realizó a fines del 2020, antes de que las personas comenzaran a vacunarse contra el covid-19, es consistente con trabajos anteriores que sugieren que reforzar el sistema inmunitario con vacunas contra la influenza podría ayudar al cuerpo a defenderse del coronavirus SARS- CoV-2. Cuando aún las vacunas contra el covid-19 no estaban en circulación, científicos estaban interesados en que alguna de las vacunas ya existentes pudiese brindar cierta protección contra el coronavirus. Sin embargo, un efecto de ese tipo resultaba muy difícil de medir, ya que las personas que buscan vacunarse para otras enfermedades también podrían tomar otras decisiones que reduzcan el riesgo de infectarse con el SARS-CoV-2. Esta diferencia de comportamiento podría interferir en la medición del efecto estudiado.

Entonces, para poder llegar a resultados precisos, investigadores de Weill Cornell Medicine–Qatar, en Doha, analizaron los registros de salud de 30.774 trabajadores médicos en el país. Los investigadores eligieron esa población para el estudio debido a que, probablemente, haya menos variación en el comportamiento relacionado con la salud entre estos trabajadores que en la población general, según Abu-Raddad, líder del grupo de trabajo.

Según relata la prestigiosa revista científica Nature, los investigadores rastrearon a 518 trabajadores que dieron positivo por SARS-CoV-2 y los compararon con más de 2000 participantes del estudio que dieron negativo para el virus. Aquellos que habían recibido una vacuna contra la influenza en esa temporada tenían un 30% menos de probabilidades de dar positivo por SARS-CoV-2 y un 89% menos de probabilidades de desarrollar un covid-19 grave, en comparación con los trabajadores que no la recibieron.

Resultados similares ya fueron observados por investigadores de Suiza. La observación de que las vacunas contra la influenza están relacionadas con una reducción de las infecciones por SARS-CoV-2, y también de la gravedad de la enfermedad, sugiere fuertemente que la protección es genuina.

No se sabe por cuánto tiempo se tendría esta protección, aunque los investigadores del trabajo estiman que dure no menos que seis semanas y no más que dos años. En el estudio se observó que aquellos que recibieron la vacuna contra la gripe contrajeron covid-19, en promedio, unas seis semanas después de la vacunación contra influenza, situación que no les resultó extraña a los investigadores.

Las vacunas contra influenza se componen de virus inactivados. No está del todo claro por qué las vacunas contra la influenza, también protegerían contra el covid-19. Según Mihai Netea, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico de la Universidad de Radboud en Nijmegen, Países Bajos, las vacunas entrenan al sistema inmunitario para que reconozca patógenos específicos, pero también aceleran las defensas antivirales de acción amplia. Estas últimas podrían estar vinculadas al efecto observado.

A medida que transcurren los meses, más información está disponible, lo que nos ayuda a convivir de manera más segura con el SARS-CoV-2, virus que vino para quedarse.

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