• Por Eduardo “Pipó” Dios
  • Columnista

La prensa “amiga” utilizó el latiguillo “enmienda de sangre” para denostar contra el intento de enmienda constitucional, para llamar a un referéndum allá por el 2017 de modo de enturbiar las aguas y evitar que sea la gente y no las cúpulas las que decidieran si querían la reelección presidencial o no. La sangre del activista liberal Rodrigo Quintana fue “utilizada vilmente” por sus propios correligionarios y sus aliados ocasionales (no tan ocasionales, porque siguen siendo aliados hasta el día de hoy) y lograr sus fines políticos sin ningún escrúpulo.

El brutal asesinato del fiscal Marcelo Pecci por sicarios en las playas de Colombia, que enlutó a toda la población de bien de este país, salvo a los mismos delincuentes políticos de siempre, que vieron nuevamente en la sangre y el luto de un compatriota la oportunidad para pescar en su río revuelto, un río de sangre, y hasta la más desquiciada de todos se animó a querer reflotar el juicio político a la fiscal general del Estado.

Nuevamente escuchamos las voces de sus principales, valga la redundancia, voceros queriendo desviar la atención hacia sus enemigos políticos de siempre, el fiscal Pecci pasó de ser “empleadito de Cartes, corrupto, cómplice” y otras acusaciones de igual calibre, a ser víctima de los que hasta segundos antes del asesinato habían sido sus supuestos patrones y cómplices.

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Para estos delincuentes de la política criolla, con menos escrúpulos que una hiena hambrienta, no importa que haya registros de las barbaridades que dijeron y escribieron, una vez más sin ningún fundamento, más que su propio odio, rencor y vileza, incentivados por la desesperación de ver que el poder que obtuvieron ilegítimamente y del que abusaron los últimos años se les escurre de las manos lentamente.

Para estos sicarios morales, que fungen de políticos de diferentes colores, pero con los mismos ruhines intereses, no hay límites.

Está en nosotros nuevamente seguir mostrándoles que no tienen pueblo y que los que sabemos de verdad cómo son las cosas somos cada día más y ya no consumimos la basura publicada en los medios rentados.

Más temprano que tarde terminan pagando por todo el daño, el robo y, sobre todo, las muertes que han sido su responsabilidad absoluta.

Como decía algún eslogan electoral en la Argentina hace algunos años, “Vote y se van”.

Etiquetas: #Juicio#sangre

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