• Por Eduardo “Pipó” Dios
• Columnista

Falta un año para las elecciones generales del 2023. ¿Cuál es el panorama?

Por la ANR, los colorados tienen dos realidades, por el lado de Honor Colorado, las cosas están definidas y tienen un rumbo marcado hace tiempo. Santiago Peña y Pedro Alliana marchan holgadamente al frente de las encuestas, mientras están armándose las listas de senadores, diputados y los candidatos a gobernador ya están casi todos definidos. Por el lado del oficialismo... y... es todo muy raro, está Hugo Velázquez, que sorprendió a propios y extraños tirándose a la pileta mucho antes de que suene el silbato, agarrando dormidos a otros que aspiraban a ser el caballo del comisario (anga… el “comisario” Marito, no llega ni a alcalde campaña, pero es lo que hay...). Velázquez atropelló todo y consiguió, al parecer a regañadientes, que Marito y compañía le dieran el respaldo y, sobre todo, lo que más le importaba, el control de la caja del Estado. Relegó a Marito a un ostracismo anticipado, que debería haber empezado allá por agosto o setiembre de este 2022, como mucho, cosa que al kanguero del excelentísimo señor Presidente no parece molestarle mucho; bueno, salvo cuando Hugo se pasa de mano y le toca el propio bolsillo, y lo saca de su “modo siesta”.

Los funcionarios, más que nada los altos funcionarios del Gobierno, corrieron a alinearse detrás de Hugo, haciendo concurso de quién chupaba más fuerte la media del “Toro”, pero al parecer se apresuraron… un chiqui. Hugo no prendió… no prende y no va a prender... sigue ahí hundido en un porcentaje de alrededor del 15-18% en las encuestas más generosas que esconden los oficialistas. Mientras que Peña, como mínimo lo triplica. Sumado a esto, se vino la decisión del propio Horacio Cartes de pugnar por la presidencia de la ANR, lo que según aliados y aun sus más acérrimos detractores, más que elección, será un paseo del ex presidente de la República, pero que, además, generará aún más tracción de votos para todos sus candidatos, no solo a cargos partidarios, sino que también a cargos nacionales.

Como Hugo no prende, y además el pirevai sube en las carpas de los ex Añetete, hoy forzozamente autodenominados Fuerza Republicana, ya vienen asomando otros planes dentro del oficialismo. Wiens siempre estuvo dando vueltas, era el favorito de Marito, pero parece que es igual de lento para decidir que su jefe y lo durmieron, apareció Luis Pettengill, outsider, empresario, exitoso, no muy carismático (siendo generosos), pero visiblemente más “vendible” que el recontraquemado Hugo.

El dilema es si Hugo aceptará bajarse y quedar en ridículo anticipadamente o preferirá inmolarse en diciembre, recibiendo una paliza del cartismo, pero a cambio de seguir juntando la plata en camiones para hacer más soportable la llanura... ¿Se animará Pettengill de la mano de Marito (que es más falso que Rolex comprado en la vereda de La Riojana) a encabezar un tercer frente? El mayor drama de perder lejos es para los candidatos del oficialismo a los demás cargos, que si el candidato no tracciona, es jodido quedar muy abajo.

Por el lado de la oposición… es un quilombo más grande, tenemos por lo menos 10 que quieren ser presidentes, Efraín, Fleitas, Euclides, Kattya, Burt, Payo, Sole, Villarejo, Esperanza, Chilavert y siguen las firmas, a esta hora ya se bajaron Rejala y Sixto. Igualmente, Lugo anda a full camanduleando con su amigo Blas, y parece que tienen armada la chapa Euclides-Fleitas para enchufársela a Efraín, que anda en la duda si pone a algún colorado medio desteñido, Sole, Kattya o la misma Esperanza, que tampoco sumaría nada si el cura dice lo contrario. Pero por ahí viene la pelea, que puede terminar con dos o tres chapas opositoras fagocitándose entre sí, mientras los colorados, muy probablemente Peña y Alliana, se pasean cómodamente. Por ahora es lo que hay. De por ahí mejora o empeora, dependiendo de lo que cada uno espera. Está para abrir las apuestas y arriesgar unos mangos...