La nunca bien ponderada diputada Celeste se mandó otra más de las suyas este fin de semana. Suma y sigue el ridículo, la desfachatez, la caradurez y la supina ignorancia de esta fiel representante de lo peor de nuestra “clase política” vernácula, no tiene límites más que el del mandato de la banca, que adquirió por la módica suma de 200 mil dolares americanos, según ella misma admitió o confesó, más bien, en plena sesión.

De dónde sacó los 200 mil, debería ser parte de una investigación de la Contraloría, a cuyos auditores aún no les llamó la atención la declaración jurada, en que la diputada en cuestión, habiendo sido “empleada”, según ella misma dice, de un par de empresas, que durante décadas proveyeron de meriendas o almuerzos escolares en varios municipios y gobernaciones, por cierto, de dudosa calidad y altísimo precio, sobre todo los administrados por sus correligionarios, luego nos relata que “vendió” sus acciones (pasó de empleada a socia en un instante) por 900 millones, aunque en dichas declaraciones aparecen cuentas a cobrar de las mismas empresas, de donde era, primero, empleada, luego socia, por más de 9.000 millones de guaraníes. Suma exorbitante para una empleada o socia minoritaria, que ademas, a pesar de que anualmente las empresas le amortizan dichas deudas a la ruidosa diputada, estas deudas no disminuyen.

También sería bueno saber cómo hace para tener lo que tiene, por ejemplo, un piso en la zona más cara de Asunción, donde los demás (pocos y exclusivos) propietarios abonaron más del millón de dolares hace 10 años y, según ella dice, abonó solo una fracción de ese precio.

Pero hablemos de lo que expresó el fin de semana esta brillante exponente de la política o del “pensamiento político” más bien. La misma asegura que “cualquier cachivache de la oposición le ganará a los colorados las próximas elecciones”. No castiguemos solo a Celeste por lo que piensan muchos de los demás cachivaches, como ella. Ganar las elecciones con quien sea, como sea, al costo que sea, para luego “ver qué hacemos”. Celeste... ya vimos lo que hacen, primero el cura y sus secuaces y luego tu correlí, con algunos secuaces cambiados pero, básicamente, los mismos. Son como el colorado más bandido, pero turbinados y con hambre atrasada. El país no solo no avanzó en nada, aunque quieran vender la mentira de las supuestas reformas sociales del luguismo, un bleff más, sino que atrasan y destruyen la poca institucionalidad que hay. Menos escrúpulos que un alacrán enojado, y un hambre desaforada por los bienes del Estado y el dinero público.

Podrán hacer mil fórmulas de concertación, pero te aseguro, Celeste, que a los cachivaches, como vos y los de tu clase, no los van a votar nunca más. El discurso anti ya mostró que es sinónimo de fracaso. La gente busca ideas, soluciones, liderazgo e inteligencia, cosas que vos ni sabés que quieren decir. Pedile a alguien que te lo googlee y luego te lo explique.