No es de hoy que los procesos de selección de candidatos a vacancias de empleo disponibles en el mercado tienen formatos demorados y, a veces, onerosos cuando no son bien conducidos. Por ser algo indispensable en todas las empresas, es necesario que esa actividad sea realizada bajo la forma de programas moldeados conforme la cultura organizacional, desde que permita inserciones para adecuaciones.

Un proceso hecho sin muchos criterios genera perjuicios cuando no se escogen personas “ciertas” para funciones erradas. El resultado es baja productividad, insatisfacción y la tan temida rotación dentro de las organizaciones, donde nuevos procesos selectivos necesitan ser remontados.

Luego es necesario que las empresas busquen ser más asertivas en el momento de seleccionar sus colaboradores. No basta traer el mejor candidato. Es necesario hurgar el mejor perfil para la vacancia disponible.

Recientemente leí reportajes de que el Servicio Social del Transporte (SEST) y el Servicio Nacional de Aprendizaje del Transporte (Senat) –del Brasil–, en asociación con el Sindicato de las Empresas de Transportes de Cargas de Ponta Grossa (Sindiponta) y la Federación de las Empresas de Transporte de Cargas del Estado de Paraná (Fetranspar), se unieron para lanzar un programa piloto llamado “En la Cabina”. El objetivo es hacer la selección técnica de choferes de camión y autobús, recorriendo a un simulador de dirección.

O sea, el candidato a la vacante pasa por test prácticos en una cabina de camión que trae situaciones reales que aquella persona tendrá que enfrentar en las carreteras. Al final de la evaluación, un informe es emitido por el SEST-Senat, mostrando el desempeño de este profesional.

La decisión de contratar aquella persona le cabe a la empresa, evaluando sus puntos fuertes y débiles. El contratante tiene una radiografía completa de la parte técnica de aquel chofer, algo que, en una selección tradicional, es difícil de notar.

Lo que esas instituciones hicieron fue justamente intentar atender la demanda por choferes calificados que las empresas de transporte tienen. Ellas utilizan la tecnología para ayudar en la selección. Ciertamente este programa va a contribuir directamente para que las empresas del área tengan en las manos personas más próximas de aquello que desean como colaboradores ideales para ocupar sus vacancias.

Son formatos de este porte que empresas de otros segmentos necesitan ofrecer en los programas de reclutamiento. Además de la aptitud y del currículo, es importante saber seleccionar efectivamente el profesional. No se puede olvidar que nadie viene 100% listo; sin embargo, todos tienen la capacidad de moldearse a la cultura y a la realidad de la empresa.

Si eso estuviera claro entre ambas partes, la asociación será duradera, y empresas y empleados tienden a ganar con una buena selección realizada. Pensemos en eso.